❝Por favor, dime que no te volviste a encaprichar con una humana, Lucifer. ❞
Le preguntaron al soberano del inframundo y el solo acomodo su sombrero. Quito el supuesto polvo a sus mangas con un par de golpes descendentes, acomodo el cuello del traj...
UuuUuh se vienen cositas...~ No hace falta aclarar que esto es un fanfic, una historia creada a base de mis escenarios esquizofrenicos y que por lo tanto esto ocurre de manera alterna al universo canónico de la serie.
La historia contiene muy ligero Gore (Narración explicita de lo relacionado con la sangre) Lemon (una Narración +18 ) y un vocabulario más fuerte.
Si eres sensible a este contenido, estás advertido. Aclaro que estoy aprendiendo a hacer esto a si que tengan paciencia... y gracias por su apoyo♡.
Sin más dilaciones, disfruten el contenido.
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I
Cadance.
Todavía recuerdo aquel incidente nocturno, un acontecimiento que sin duda marcó mi vida y quedará grabado en mi memoria hasta el día de mi muerte.
No sé qué me llevó a aceptar asistir a una fiesta nocturna con mis compañeros de trabajo en una fría noche de invierno. Aunque nos llevamos bien en la oficina, eso no significa que tenga una amistad fuera del ámbito laboral. Tengo amigos fuera del trabajo, no soy una persona aislada socialmente.
Entre mis compañeros conocí a una chica muy agradable, Mari. Empezamos a trabajar al mismo tiempo y, con el tiempo, se convirtió en una especie de apoyo para mí. Luego estaba Violett, quien, a pesar de su actitud soberbia, demostró que las apariencias engañan; a veces, la persona en quien más confías puede ser la menos confiable. Como dice el dicho: mantén a tus amigos cerca y a tus enemigos aún más cerca.
Cuando vi a mi superior en la fiesta, supe que iba a ser un desastre, y lo fue. No me sorprende que este individuo se divierta con el sufrimiento de sus subordinados; lo aprendí de Violett. También me di cuenta de que la oficina estaba llena de psicópatas y trastornados.
Mari, que estaba entusiasmada con la fiesta, acabó involucrada con un chico adicto que, a pesar de parecer un ángel, era parte de un grupo de personas perturbadas. Le advertí sobre él, especialmente sobre cómo se encerraba en un cuarto de servicio para consumir heroína. Pero no puedo controlar las acciones de los demás; solo puedo decirles la verdad y esperar que tomen buenas decisiones. Desafortunadamente, cuando la vi unirse al grupo del chico y participar en su comportamiento autodestructivo, supe que la noche iba a ser terrible.
Conocía los efectos de los celos y la envidia, así como cómo un poco de droga podía desatar locura y caos. También sabía que la esposa del chico que estaba con Mari se enfadaría al enterarse de la infidelidad de su marido. Además, observé cómo mi superior peleaba con sus subordinados por más bebidas y luego les descontaba el sueldo si no cumplían con su trabajo a la perfección, mientras que las mujeres se criticaban entre ellas a pesar de aparentar amistad y los hombres buscaban a cualquier despistada para llevarla a la cama. Todo esto hizo que mi bebida favorita se volviera amarga.
