6| MIRADAS PERVERSAS

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♠️Capítulo VI♠️

Kylie Leithold

Camino a la faculta me duele un poco la cabeza por los tragos de anoche. Me tomo un calmante antes de salir del coche y me coloco unos lentes de sol cuando el sol me da en la cara. No debí tomar tanto o más bien no debí tomar los últimos con ira, no suelo tomarme los tragos estando enojada, pero la noche de anoche, intensa, imprevista y excitante lo necesitaba. Cuando camino rumbo a la facultad varias personas me observan y cuchichean entre ellas, más no le prestó atención, no hay porque me importe algo de lo que informen.

― Buenos días, Harry ― le saludó quejosa en cuanto me encuentro delante de él y este sonríe cuando me ve.

― Estás demasiado guapa cómo para haber estado de rumba anoche ― me mira y le sonrío encogiéndome de hombros.

― No puedo decir lo mismo de ti, aunque me parece bastante sexi la forma en la que llevas el pelo ― le digo señalando su aspecto y se señala orgulloso por el comentario aquello me hace reír. Es una cosita demasiado cute.

Va con camisa de cuadros dándole un aire de secretario pendejo, pero guapo y se ha colocado los lentes. Su cabello no está peinado, pero luce húmedo y desorganizado sobre su cabeza y ni mencionar las grandes ojeras que surcan alrededor de sus ojos.

― ¿A caso estás intentando coquetear conmigo? ― pregunta de manera pícara y le dedico una sonrisa coqueta de medio lado.

― Demasiado tierno para mi gusto, Harry.

― Me ofendes ― finge indignación llevándose una mano de forma dramática al corazón. ― Ya te veo con el corazón roto cuando te enganches al malote de la faculta.

Aquello me hace reír sobre todo la forma en la que dice la palabra malote. Harry versión secretaria es una cosa.

― Dejando la charla de chicos tiernos y malotes, ¿dónde está Sam?

Resopla y se deja caer en su silla.

― No quisieras verla, se supone que ayer tenía que terminar un trabajo que debería entregar hoy a primera hora de la mañana, se ha acordado a las cuatro de la mañana ha venido corriendo a la facultad y se ha empeñado en terminarlo en la biblioteca, ha de haber terminado he corrido a clases.

― Menuda suerte.

― No, ella sabía que tenía que hacerlo he igual disidió irse de parranda.

― ¡Ay, Harry! No te queda ahora el rollo de hermano gruñón.

― Sí que me queda, el que no me queda es el de tierno ― recuerda con cara de mal gusto y aquello me saca otra sonrisa.

― Sí, te queda ― le aseguro.

― Ay si muy tierno, no quisieras verme en la cama ― asegura con gesto cómplice y me acerco hasta la mesa de su escritorio.

― Apuesto lo que sea que haces el amor en vez de follar ― le guiñó un ojo y el comentario le toma por sorpresa no encuentra que responder y me divierto con su cara que se ha puesto de color rojo. ― Te veo luego, Harry, ya debo irme a clases.

― Ajá ― me asesina con la mirada de forma juguetona sin disimular el rojo de sus mejillas.

Yo sonrío y me alejo de su puesto. Me retiro los lentes de sol y busco el aula que me corresponde. Se va haciendo costumbre que Jens y yo nos sentemos en sillas cercanas y para mi sorpresa está primero que yo en el aula. Me acerco a una mesa vacía a su derecha.

― Hola, preciosa ― saluda con voz amigable y mientras me dejo caer en la silla.

― Buen día, Jens.

ENGAÑO ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora