Cuando Laxasia se sintió completamente satisfecha, regreso al lado de ambas entidades con su mente ya un poco más tranquila y lista para enfrentar toda reacción de su maestro.
"Hasta que por fin regresaste, te tomaste tu tiempo." Regaño Bills con irritación.
"Perdoneme, señor Bills" Se disculpo rápido, realmente tenía que controlar su propia irá antes de que hiciera una locura.
"¿Y entonces señor, cual es el plan?""Pufff, Es obvio, lo primordial sería hablar con esos sayayin supervivientes." Respondió el dios con completá confianza.
"Hmf que poco inspirado señor Bills, pero como fuera, la ubicación exacta de la mayoría de los sayayin es en la zona cuatro mil treinta y dos, en el planeta ochocientos setenta y siete, un mundo conocido como 'planeta tierra'." Esta noticia no pareció convencer del todo al mismo Bills.
"¿Tierra?" Pregunto este con un toque de burla. "Nunca había escuchado el nombre de un lugar así, ¿No es ese mundo donde los habitantes eran tan primitivos que tuve que lanzarles una roca para ver si así dejaban de ser tan desaliñados?"
"Si, aunque hay algo muy interesante en todo esto. Al parecer el sayayin que destruyó a Freezer, se encuentra en los dominios del Kaio del norte." Esto llamo la atención de Laxasia por un segundo.
"Un sayayin en el territorio de un Kaio... peculiar..." Murmuró está con duda.
"¿Y cuánto tiempo nos tomaría llegar ahí Wiss?" Pregunto Bills con un nuevo toque de curiosidad activado.
"Veinticeis minutos aproximadamente."
"¡¿Que?! ¿Tan lejos está?" Por un segundo la idea de dejar el tema hasta aquí surco por la mente del dios antes de que este mismo se obligará a si mismo a aguantar el viaje.
"¡Por más lejos que este no hay opción!""Siendo así, ¡ya hay que irnos!"
En un estallido de poder divino, las tres figuras salieron disparadas del templo del destructor como un cohete a una velocidad inconmensurable con direccion al territorio de un dios inferior.
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~A cientos de millones de años luz de ahí, en un diminuto mundo rodeado por nubes doradas, un pequeño hombre rechoncho se sacudía de terror ante la energía divina que se acercaba a su ubicación a gran velocidad.
"¡Goku entra a mi casa lo más rápido posible! ¡Estará aquí muy pronto!" Ordenó con el mayor pánico expresado.
"¿Qué? Pero Kaio-sama, realmente deseo conocer a ese dios destructor del que tanto hablas." Respondió un hombre de fuerte constitución un tanto desalentado por la constante negativa del hombrecito de color azul.
"¡Goku! ¡Esto no es una petición, es una orden!" Exclamó con mayor fuerza en su tono.
"¡O entras a mi casa ahora mismo o no vuelves a entrenar aquí en toda tu vida!" Esto pareció ser suficiente como para hacer que el sayayin obedeciera a regañadientes."Si, si ya está bien. No tienes que ser tan brusco." Junto a este, un pequeño alienígena de ojos saltones lo siguió lo más rápido posible. Escondiéndose ambos en la pequeña casa esférica en espera de la aparición del destructor.
Y con un fuerte y contenido suspiro, Kaio-sama demostró su alivio al ver a su discípulo retroceder y esconderse.
"Hasta que hizo caso ese soquete...pero eso no responde mi duda...¿Porque el señor Bills querría venir aquí de todas formas?".
"Yo puedo responder eso..."
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Dragon Ball Super: Nacida Para Devorar El Universo
ФанфикCreación, transformación, destrucción y renacimiento, esa es la única ley cósmica por la que se rigen todos los universos que habitan la creación divina. Un orden absoluto que ningún ser viviente puede negar ni impedir... Y para mantener está norma...