27: Rendición y Aceptación

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El ruido del micrófono al dejarlo caer lo acompaña hasta llegar al camerino que les han otorgado dentro del teatro, cierra la puerta con fuerza tras de sí y se lleva ambas manos al cabello, tirando de este con fuerza ¡Era una locura! ¡¿En qué momento creyó que iba a estar tranquilo con él ahí?! Escogió ese asiento para tenerlo a la vista y cuidar de que nada lo molestara, incluso pidió al staff proporcionarle todo lo que gustase, él se encargaría de todo.

Sin embargo, el verlo ahí en las primeras filas, mirar como las mejillas se teñían de rojo cuando sus ojos se encontraban y la manera que el rubí brillaba al verse cristalizado por las lágrimas lo obligaron a mantener la vista al frente, a ignorar lo caliente que sentía el cuerpo a pesar de ser carente de éste, pero al cantar no podía evitar verlo nuevamente. Quería que entendiera que la canción, lo dicho en ella era algo que él pensó y creyó fervientemente, hizo una lista nueva a última hora solo para ese pelirrojo y... Se arrepiente de ello.

¡¿Estás demente?! —La puerta se abre de golpe, ve sobre el hombro y mira con cansancio a Jirou, quien lo ve desde la entrada con una expresión furiosa— ¡¡No podemos hacer una pausa así de la nada!! ¡Esto nunca lo habíamos hecho!

Contigo no, cálmate —se endereza, acomodándose el cabello al peinarlo hacia atrás, sin embargo, al no haber nada de fijador en él solo ha servido para retirárselo de la cara—. Seguramente Mina ya lo ha arreglado.

¿Y cómo?

Poniendo canciones pasadas de nosotros de fondo, ellos incluso podrán ir al baño o salir a fumar, me da igual —Respira hondo antes de suspirar y andar hacia la puerta, pasando al lado de Jirou.

Ese chico... el pelirrojo.

¿Qué con él? —Frena el andar, volteándola a ver y la chica alza la barbilla, quiere demostrar que no está siendo intimidada.

¿Es por él por quien estabas así? —Recuerda haber estado rodeado de su propia sangre sin poder morir, también con una soga en el cuello evitando que respirara y aun así ser incapaz de rozar la muerte con los dedos— ¿Dejaste de tocar la batería por él? ¡Estabas en la mierda por ese sujeto hace unos días! ¿Qué hace aquí?

Ese asunto es de él y mío —pisadas tras suyo le advierten que hay alguien cerca, posiblemente personal del staff o sus amigos—, no tiene nada que ver contigo.

Denki me contó...

No importa que te haya contado quien, no te metas.

Amigo, no te pongas así —Denki se coloca frente de Jirou, luce apenado—. Ella solo está preocupada por ti, todos lo estamos. Estuviste mal mucho tiempo, que él esté aquí no garantiza que vayas a mejorar, puede que solo signifique que vas a empeorar.

Dejando de lado que él no luce mejor —Sero suspira tras suyo—; lucia como si lo estuvieran apuñalando... ¿Por qué haces esto?

El tipo está mal —Señala el novio de Jirou—, deberías solo cortar esto.

¿No fue suficiente cambiar las canciones a última hora? —Pregunta la chica tras el rubio.

¡Son canciones que se saben! —Grita irritado, alejándose de ellos, pero manteniéndose alejado del escenario— ¡Y si quiero hacerlo sentir lo que yo viví sin él, es mi problema! ¡Si quiero que esté aquí escuchando lo que pienso y quiero, es mi problema! —Sus amigos fruncen el ceño y la vocalista hace una mueca— Solo han sido semanas que han estado trabajando a su ritmo, ahora lo harán bajo el mío y si no les gusta, ¡bien! ¡nadie está obligado a quedarse! ¿Lo entienden?

No Me Sueltes (BakuShima)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora