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Rosé estaba de volada, tenía que salir de la universidad para irse a su casa a bañarse y al gimnasio, luego tendría prácticas de tenis y después una juntada con sus amigos, ¡dios mío! ¡No tenía tiempo! Pero para Jennie Kim el tiempo no existía definitivamente, así que para la mala suerte de Park, Jennie se acercó a ella.

—¿A dónde vas tan apresurada, ChaePark? —dijo ella riendo y caminando hacia atrás, Roseanne intentó evitarla, pero Jennie se interpuso delante de ella—, ¿por qué me evitas, Parkyoung? —se quejó Jennie, Chaeyoung suspiró— ¡Estoy llegando tarde a mi hora de baño, Jennie Kim!— gritó Chaeyoung, Rosé siguió caminando, solo hasta que las risas burlonas de su amiga la detuvieran en seco.

—¿Tienes horario para bañarte? ¿Bromeas, Chaeyoung? —se reía ella, Rosé resopló— ¿Qué tanto tienes para decirme? Sabes que detesto que mis horarios no coordinen, soy una perso-

—"Eres una persona disciplinada", sí, lo sé, Chaeyoung, pero tengo algo que realmente te interesará —la rubia frunció el ceño y la castaña se quedó en silencio— ¿Y? Habla, no tengo todo el día— la sonrisa de la menor se amplió de punta a punta, sus mejillas con hoyuelos era lo único que demostraba que era verdadera, por eso Chaeyoung quería mucho a Jen, no quisiera dejar de ver esos hoyuelos jamás.

—¿Me estas pidiendo que cuide a tu hermana de dieciséis años, Jennie Kim? —se quejó la rubia —¡No! Bueno, sí, ¡pero es solo una semana!—se excusó la coreana— Sí, pero-

—Te pagaremos, Rosie— la rubia no quería tentarse— ¡Vamos, di que sí!— añadió Jennie utilizando su truco de cara de cachorrito, ¡no! ¡Ahora sí que no, no vuelvas a caer, Roseanne Park!

Cayó, Rosé aflojó sus hombros y Jennie apretó los puños victoriosa —¿Cuándo empiezo y a qué hora voy? —preguntó la neozelandesa —¿Te parece el Domingo por la noche? Así ya amaneces el Lunes, claro, recuerda que hoy es nuestro último día de clases— Chaeyoung asintió y miró su reloj, ¡estaba tarde y ya casi debía de ir al gimnasio!

—¡Ya me voy, Jen, envíame mensajes luego! —gritó la rubia mientras se alejaba corriendo, Jennie la saludó con la mano.

baby sitter } chaelisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora