21. ʟᴀ ᴍᴜᴇʀᴛᴇ ɴᴏ

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𝑫𝑶𝑳𝑶𝑹𝑬𝑺;

cuando salí al balcón pude ver toda la ciudad, estaba llena de edificios, llena de luces estaba completamente hermosa, me encanta venir para acá y poder pensar, siempre me siento tranquila y puedo acomodar todo en mí cabeza con claridad y calma. amo poder venir, me ayuda bocha con todo

me senté en uno de los sillones que hay ahí, encendí la vela y me puse a fumarla tranquila

en un momento me puse a pensar miles de cosas, algunas son ridículas y otras me maquinean la cabeza a tal punto de dejarla hueca, me consumen por dentro y no tengo quien me ayuda

está rodri, pero no puede estar siempre, y aunque tenga su compañía, siento esa sensación y ese sentimiento de rechazo igual, haciendo que ni siquiera yo sola pueda, y aunque estuviese acompañada de miles de personas siempre voy a sentir esa necesidad, de que alguien venga a mí vida y me solucione los problemas en un chasquido, como si de un genio de la lámpara se tratase.
a veces la vida nos encara en ataque por la espalda, y no mete cosas en la cabeza que no podemos sacar con nada, ni con tiempo, sean días, horas, semanas, años o meses, no nos alcanza en tiempo para todo, simplemente a veces uno necesitas fumarse un porro su balcón y disfrutar del momento, tratando de tener la cabeza en blanco, aunque para mí eso no es posible ya que las preguntas comenzaron a rondar por mí cabeza otra vez, sentía que me asfixiaba y sentía mis ojos arden; otra vez

¿por qué rodrigo me eligió a mí?

¿habrá sido por pena?

¿y si eso le generó asco, o rechazo?

¿y si en realidad me usa para olvidar?

¿soy una carga para el?

¿seré un pasatiempo? o algo del momento?

¿le tuve que dejar saber sobre mis cortes?

¿lo cansaré con mis problemas?

¿el puede confiar en mí?

¿yo puedo confiar en el?

¿está bien que confiemos en el otro?

¿exagero con todas estas preguntas?
creo que sí

en mí cabeza se empezaron a desarrollar miles de preguntas y solo una con respuesta, tenía toda la mente enredada y la cara llena de lágrimas, estaba llorando de manera inconciente y esos siempre son los peores llantos

le dí otra calada al cigarro, el frío empezó a correr por mí cuerpo, las frías brisas de viento chocaban contra mí y me llenaban de temblor

pero alta paja buscar una campera, total

el frío es psicológico, no? 𝘯𝘰

- la puta madre y el frío de mierda - me quejé

- toma, te traje un buzo, el de san - escuché a alguien decís, y pegue un salto que casi me caigo del balcón

- ESTÚPIDO DE MIERDA - susurré como si estuviera gritando

- JAHAJSHAJA - se rió y le tapé la boca con la mano porque los chicos se podían despertar

el balcón está en un ventanal que es hacia el living, y ahí se encontraban las dos marmotas durmiendo uno con bari, mí perro y otro con iris, mí gata

- tarado, se van a despertar las morsas esas - dije con una risita bajita

- bueno bueno, toma el buzo, estás cagada de frío, flaca - me dijo tranquilo

- gracias to - me dije y el se me quedó mirando como diciendo 'es obvio' pero no sé que es obvio

- qué me miras así? - le pregunté

inmolación por amor - Rodrigo Carrera Donde viven las historias. Descúbrelo ahora