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Lo triste de vivir es que nada puede durar para siempre, las flores mueren, los colores se apagan y las personas se van.

Kotoha sabía que era la perdida de un ser querido pero jamás supo como sanar la herida solo pudo llenar el vacío en ocuparse en su trabajo al cien, por qué aquella noche no fue la última llamada de persecución a los demonios más fuertes.

-Les pido a todos usar una máscara en sus siguientes misiones- kayaga ubuyashiki su nuevo líder les había entregado a cada uno el objeto para ocultar sus identidades- no sabemos cómo el rey demonio obtuvo la información para atacar al ex pilar del rugido.

Una de sus bajas fue el repentino retiro de su compañero jigoro kuwajima al enfrentarse a una luna inferior que fue enviada en eliminar al tsuguko de su amigo.

-No pienso usar esa cosa, no sigan insistiendo

-Kyogo escucha razones

-kotoha tiene razón es por el bien de tu familia

-Si quieren a mis hijos que vengan que estare preparado para cortarles la cabeza

-¡No siempre estarás cerca kyogo! Si algo le llega a pasar a shizu no te lo voy a perdonar

-¡¿Y que mierda te importa mi esposa?! Ella no es nada tuyo

-¡Kyogo!

-Tambien cállate hiroshi ninguno de ustedes puede solo con una luna por qué son débiles en vez de preocuparse por mi vida miren la suya.

La fricción entre sus compañeros aumento con el tiempo al igual que las vigilancia repentinas y los entrenamientos excesivos al cuerpo.

-¿Aún sigue hay?- hana llegó al patio con una bandeja de comida

-No quiere más que agua- Haru por su lado veía con tristeza el como kotoha zofre exigía su cuerpo haciendo lagartijas con un costal de pierdas en su espalda- Sus heridas no sanaran así

La mayor parte de su cuerpo al ser directamente atacada por el rey demonio obtuvo secuelas de un veneno misterioso que al ser poco no era letal pero los músculos afectados llegaban a dormirse.

-¡Kotoha!- hana se apresuró a levantar a la pilar cuando sus brazos perdieron fuerza al hacer un mortal- porfavor para ya te lo suplico, han pasado dos meses desde el ataque y tú no te recuperas ¿Cómo protegerás a inosuke así?

Era verdad, su hijo no se había enterado de nada y hacía su entretenimiento cuando esté ya no la veía ¿Pero de que otra forma podría sanar su perdida? Entrenar y acabar con los demonios era de lo único que podía desahogar sus penas.

-Kotoha, dijiste que tenías una propuesta sin resolver de tu pareja ¿No crees que esa persona merece una explicación de tu repentina desaparición?

-(douma san)

Aquel hombre de mirada comprensiva, rostro hermosos, cuerpo grande confortable y manos tan frías como el invierno quien siempre la hizo sentir segura entre sus brazos ¿Estaría a salvó siendo ella un objetivo de los demonios?

-(soy egoísta, una persona de buen corazón dejaría ir a lo que más ama por su bienestar)- llegó al templo con su cuerpo aún herido con un hijo confundido y la mirada asustada del mayor que no a dejado de pensar los últimos días-(cuando me ve con aquellos ojos mi corazón no para de latir, su preocupación es tan genuina)

-¿Quien te hizo esto?

En ese momento kotoha no estaba equivocada sobre los pensamientos del predicador, douma sintió náuseas y un inmenso dolor en el pecho cuando vio el hermoso cuerpo de su humana lastimado cubierto con vendajes en su cuerpo no entendía sus acciones pero la necesidad de sujetarla con delicadeza y no soltarla le parecía tan tentador.

La generación de plata (Doukoto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora