Cuenta Cuentos De Raven

Un amor entre tinieblas

En un reino oscuro y misterioso, Raven era la hija del rey de los demonios, heredera del trono de un poder que se temía en todo el universo. Mientras tanto, Damian lideraba una sexta dedicada a acabar con ella, ya que creían que al eliminarla, los demonios perderían a su futura líder y se debilitarían.

En su búsqueda, el grupo de Damian fue emboscado por una tropa de demonios que aniquiló a todos menos a su líder. Herido y exhausto, Damian logró escapar con vida, pero pronto se encontró cara a cara con una hermosa joven: Raven. Antes de que pudiera reaccionar, perdió el conocimiento. Raven, compadeciéndose de él, lo curó y cuidó hasta que recuperó la consciencia.

Con el paso de los días, Damian se dio cuenta de que sentía algo especial por Raven, y ella también se vio atraída hacia él. Pronto se declararon un amor eterno, pero el destino les tenía preparado un cruel final. Una vez recuperado, Damian dejó a Raven prometiéndole que regresaría, sin embargo, cuando partió, no pasó mucho tiempo antes de que un grupo de hombres armados atacara el escondite de Raven y la capturara.

Fue llevada a una pequeña aldea, donde la enjaularon y sedaron para ser llevada ante el líder, quien resultó ser Damian. El amor que una vez los unió ahora parecía destinado a enfrentarlos en un conflicto ineludible. Con el corazón destrozado, se encontraron en lados opuestos de una guerra que los separaría para siempre.

En el momento de confrontación, con el corazón lleno de dolor, Raven y Damian se encontraron cara a cara una vez más, pero esta vez en un enfrentamiento que parecía inevitable.

"Raven, no puedo creer que estés frente a mí de nuevo", susurró Damian con la voz llena de pesar.

Raven lo miró con ojos tristes, "Nunca quise que las cosas llegaran a esto, Damian. Te amo."

Las lágrimas empezaron a aflorar en los ojos de Damian cuando respondió, "Yo también te amo, Raven. Nunca quise lastimarte."

Antes de que pudieran decir algo más, la batalla estalló a su alrededor. En el caos y la confusión, Raven resultó mortalmente herida, y fue en los brazos de Damian donde encontró su último suspiro.

"Mis sentimientos por ti... siempre fueron reales", murmuró Raven con voz temblorosa.

Con lágrimas corriendo por sus mejillas, Damian acercó sus labios a los de Raven en un beso lleno de amor y desesperación, sellando para siempre el trágico destino que les fue impuesto. A medida que el último aliento abandonaba el cuerpo de Raven, Damian sabía que su amor perduraría en su corazón por siempre jamás.

"Te amo, Raven. Siempre estarás conmigo", susurró Damian mientras unas lágrimas caían sobre el rostro pálido de Raven.

Con el dolor desgarrándole el corazón, Damian aceptó la devastadora realidad de haber perdido a su amada, pero al mismo tiempo, sabía que el amor que compartieron nunca se desvanecería.

Fin
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Corto, lo se, pero los siguientes serán más largos