𝟐𝟗. 𝐭𝐫𝐚𝐠𝐞𝐝𝐢𝐚𝐬 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐡𝐨𝐬𝐩𝐢𝐭𝐚𝐥

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Advertencia: ideación suicida, angst, descripciones gráficas de gore y vómitos
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JAMES ESTABA ACOSTADO EN LA ENFERMERÍA EN AGONÍA FEBRIL. POR DOS DÍAS, PERDIÓ Y RECUPERÓ la consciencia. Se sentía como si lo hubieran abierto y lo hubieran llenado de limaduras de plomo.

A veces, sintió a Madam Pomfrey poniendo paños helados sobre su frente. Envolvió sus brazos y piernas con gasa que mantenían los paquetes de hielo firmemente contra su piel ardiente cuando su temperatura subía. Otras veces, viajaba entre mundos, a la deriva.

A veces, el dolor era tan intenso que pensó que sus entrañas se estaban derritiendo. Riñones, intestinos, incluso sus pulmones quemaban como si estuvieran bañados en gasolina y encendidos, derritiéndose en un montón pegajoso de tendones.

Con cada respiración, sentía que se estaba ahogando en bocanadas de humo, el oxígeno reemplazado con veneno mientras quemaba su traquea y llenaba su pecho con agonía ardiente. Podía imaginar sus órganos necróticos, ennegrecidos y quemados, lamidos por llamas invisibles.

Cuando no estaba delirante o de lo contrario inconsciente, era atrapado por el tormento interminable, jadeando y ahogándose mientras era quemado por manos que no podía sentir.

Lágrimas calientes llenaron sus ojos tan rápido como podía deshacerse de ellas.

Madam Pomfrey estaba desesperada. Había insertado un catéter en su brazo, liberando minúsculas cantidades de poción para el dolor. Temía de lo que pasaría cuando reaccionara con el veneno.

Temía que su corazón se rindiera.

Bolsas intravenosas colgaban de un poste junto a su cama, sosteniendo el alivio para el dolor, hidratación, y nutrientes que lo mantenían vivo. Había estado muy débil para tragar, ahogándose con pociones que le administraba hasta que jadeó, su pecho subiendo y bajando rápidamente.

No podía dejar de pensar en él. Sirius.

Murmuró su nombre inconscientemente, su primer pensamiento cuando llegó al mundo de los despiertos. Trazó cada sílaba con su lengua fervientemente.

Sirius. Quiero a Sirius.

Y entonces, un día, estaba ahí.

Sus ojos estaban hinchados, sus mejillas pálidas y demacradas. Pero sonrió cautelosamente, desordenó su cabello y suavemente pasó agua por sus labios rotos. Dolió tragar e involucrar a sus débiles músculos esofágicos, pero no se ahogó. El agua estaba helada. Le gustaba.

━━James ━━raspó Sirius, cuidadosamente quitando su cabello de su frente sudada. Acunó sus mejillas febriles, y James encontró consuelo en ese único toque de calidez que no lo había quemado━━. James.

Y entonces, lentamente, comenzó a sollozar.

━━He hecho algo terrible, James ━━y escondió sus manos en su cabeza, sus hombros temblando con lágrimas silenciosas━━. He hecho algo horrible.

━━¿Qué hiciste? ━━susurró, su voz rasposa y sin usar. Una tos resonó dentro de sus pulmones. Ojos avellana a juego con los grises. Su mente estaba confusa, una gruesa nube de vacío abarcado los eventos de la semana pasada.

Pero Sirius no le dijo, solo se mantuvo en silencio. Después se levantó y dijo que tenía cosas que hacer.

James lo dejó ir a regañadientes━━. ¿Pero volverás a visitarme?

━━Si ━━dijo Sirius, con la mirada desviada.

Nunca lo hizo.

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𝐭𝐡𝐞 𝐝𝐨𝐰𝐧𝐬𝐢𝐝𝐞𝐬 𝐨𝐟 𝐢𝐫𝐫𝐞𝐬𝐢𝐬𝐭𝐢𝐛𝐥𝐞, james potterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora