CAPITULO 8: Un día increíble.
ALEXANDER HARRISON:
Abro los ojos y salgo de la cama rápidamente para ir a la reunión que tengo. Me doy una ducha y empiezo a cambiarme.
Hoy iré a hablar para que me den el terreno.
Si quieren ver al mismísimo Alexander Harrison ahí lo tendrán.
Salgo de mi Habitación y agradezco enormemente no encontrarme con mi padre. Es raro ver cómo las cosas han cambiado tan de pronto.
Saludo a las muchachas de limpieza y nuevamente se ofrecen para hacerme el desayuno pero niego. No hay tiempo para nada.
Conduzco hacia mi gente y les hago una seña cuando ya los veo listos. Nos encaminamos hacia nuestro destino y aparece una media sonrisa en mi rostro al ver a una de las cabecillas de por aquí.
Empiezo a caminar hacia él pero Dominic me detiene.
— Jefe, no puede acercarse así nomás. Debe de tener cuidado.
— Gracias por la preocupación, pero se cuidarme. —diciendo eso sigo caminando.
El cabecilla de allá también lo hace. Cualquier movimiento en falso mi gente ni tardará en atacar a diestra y siniestra.
— Un gusto de volver a verlo, Harrison. —estira su mano esperando que se la estreche.
— No puedo decir lo mismo de ti, Wharton. Y recuerda hay niveles. —digo mirando de mala manera su mano.
Él con una sonrisa retira su mano lentamente.
— Ya me había olvidado de lo amable que es usted.
— No estoy para tu sarcasmo, tú muy bien sabes a qué he venido.
— ¡Oh, claro que lo sé! Sígueme, debemos de hablar.
Miro por encima de mi hombro a mi gente para que me siga, y así lo hacen. Entramos al lugar en donde Wharton se queda de vez en cuando.
— Debes de saber que tú no eres el único que está queriendo tener esa parte del terreno, los rusos también andan por aquí. —comenta con desinterés.
— Mi gente hablo contigo primero, dijiste que tú palabra vale oro, no creo que ahora te dejes caer por los rusos.—niego con la cabeza cuando me quiere invitar un trago.
—Sabes como es este mundo, yo solo me guío por el bienestar de mi gente y el mío. Y déjame decir que los rusos ofrecen muchísimo más.
— Sabes que también tengo empresas, yo haría que todos tus "negocios" pasen sin problemas, cosa que dudo que los rusos puedan hacerlo. Porque te recuerdo que los policías los andan buscando, cosa que conmigo no pasa.
Él hace una mueca pensativa y asiente con la cabeza mientras toma de su trago.
— Pues si, tienes razón... Pero...
— Escúchame bien, Wharton. No estoy para tus dudas, tú muy bien sabes lo que te puedo ofrecer, es un sí o un no. Pero dilo ya.—alzo la voz acercándome a él.
Wharton levanta la mano cuando ve que su gente me esta apuntando con sus armas.
— Tranquilos.—dice mirando hacia atrás. — Y está bien, el terreno es suyo. Ahorita no necesito nada, pero cuando lo haga te llamaré. Tú ya sabes cómo es esto.
Con una sonrisa estira su mano y yo fingiendo una sonrisa le estrecho la mano solo un segundo. Me da cosa tener contacto físico con alguien más.
— Que bien, porque si no aceptabas ya estaba buscando la manera de matar a tu gente y a ti. —digo dándole la espalda y caminando hacia mi carro. Escucho su risa.
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Matrimonio sin sentimientos. (TERMINADA) ✔️
RomanceLinda se ve obligada a casarse con un tipo el cual para ella es un total desconocido pero lo hace para poder ayudar a sus padres SIn embargo ella no sabe que el desconocido está dispuesto a enamorarla día a día porque el no aceptará nada de un "Ma...