Fabiano
La lluvia cae muy lentamente, las gotas que bajan por la ventana del automóvil me recuerdan a las lágrimas, lágrimas que nunca en mi vida he derramado. ¿Qué se sentirá llorar? Nunca lo he hecho.
Las personas que son lo bastante cercanas a mí, dicen que soy incapaz de sentir, soy una persona vacía y sin emociones. Aveces lo creo, pero regreso al pasado y viéndolo bien, están equivocados.
Amé mucho a una persona, odié aún más a otra. Mi vida pasada estaba repleta de emociones, la peor que viví fue cuando lo perdí todo.
Mientras el coche se estaciona en el lugar al que llamo hogar, observo detenidamente mi alrededor. Lo tengo todo, lo que nunca creí lograr, lo he conseguido. Observo hacia el cielo, la lluvia ya ha disminuido, dejando solo una pequeña brisa.
Lo que una vez te prometí, lo he conseguido mi esperanza. Pienso mientras miro las nubes que cubren el paisaje, Pero ya no estás aquí para verlo.
Estoy un poco, digamos que nostálgico, desde que recibí las noticias hace unas semanas, mi humor no es el mejor. Mis hombres pueden dar Fe a mis palabras, me he comportado de la mierda con ellos. Aunque no es algo de sorprenderse.
Mientras entro en mi casa, Jeremy se acerca en mi dirección, se le ve algo agitado.
-Señor- dice con un movimiento de la cabeza.
-Habla ya, ¿Por qué traes esa cara?- pregunto aburrido, estoy cansado, solo quiero perderme en mis recuerdos miserables.
-Tenemos algunas noticias para usted- su voz junto a su expresión, me dicen que no es nada bueno.
Desde hace unos días que recibí la noticia por parte de los investigadores que contraté para dar con el paradero de la persona que he estado buscando desde hace años, no estoy nada bien. Enterarme de su muerte me tiene devastado, nunca creí que cuando volviera a encontrar a mi esperanza, ya seria demasiado tarde.
-Nada puede ser peor que la última- digo con una sonrisa sin humor-¿Qué sucede ahora?- Jeremy parece debatirse entre hablar o no, para los treinta y tantos años que tiene, parece aún más joven. Es él único en quien confío tanto, como para ponerlo al cargo de toda mi seguridad, aunque no es mucho su trabajo, su deber es protegerme únicamente a mí.
-Los investigadores tienen más información- dice lentamente-Al parecer descubrieron algo muy importante, tienes que ir a tu despacho lo antes posible.
¿Información nueva? ¿Ahora qué? Todo lo que quería saber, ya lo sé, no hay nada más que me importe. Mi esperanza era lo único que me importaba.
Mi mente desprende su imagen, Por Dios, era tan hermosa, tan dulce e irreal. Su cabello largo y alborotado, recuerdo que cuando éramos jóvenes, me encantaba peinarlo.
-¿Por qué siempre quieres peinarme?- me pregunta con una sonrisa divertida.
-Siempre lo llevas todo enmarañado- le digo encogiendome de hombros-Además me encanta cuidarte- mi pequeña esperanza no dice nada, solo niega con la cabeza y me abraza fuerte.
Los recuerdos son tan claros, es como si todo eso ocurrió ayer, pero no, la realidad es que han pasado décadas y ahora todo está perdido.
-No necesito nada más de ellos- le digo pasando a su lado en dirección a mi habitación- Lo que quería de ellos ya lo obtuve, no me interesa Jeremy- soy firme, sin detenerme a escuchar su respuesta continúo mi camino.
Al llegar a mi habitación soy recibido por el silencio y la oscuridad, los dos elementos de mi vida. Aveces creemos que el dinero lo es todo, que el poder y la posición son las cosas más importantes en la vida. Tengo las tres cosas y no soy ni remotamente un gramo feliz.
Nada me llena, siento ese vacío inmenso en mi alma, los momentos que vivo día a día son una nada. Nada me parece suficiente para poder continuar. La única razón por la que continuaba mis días, era por ella, para buscarla.
Pero ahora que ya sé que no está, que nunca la tendré en mis brazos de nuevo, ¿Para que continuar? Sin ella no soy nada, mi vida iniciaba y terminaba con ella.
Decidido y seguro, busco el frasco que tantas veces me he tentado a usar. En la mesita de noche junto a la cama, en el segundo cajón, lo encuentro.
Ya en mis manos lo observo, sé lo que tengo que hacer, mientras abro la tapa, unos fuertes golpes en la puerta me sobresaltan.
-¿Fabiano?- pregunta la voz angustiada de Jeremy. No digo nada, no quiero distracciones de mi objetivo- Sé que estas ahí adentro Fabiano, abre ya mismo o tumbo la puerta- sin obedecerlo, vacío el frasco de pastillas en mi mano y con total seguridad las introduzco en mi boca. Cuando estoy por tragarlas y acabar con todo, acabar con este vacío inmenso, la puerta es derribada por un muy enojado Jeremy-¿Qué mierda...?- pregunta confuso, observa el frasco que está en mis manos y sin pensarlo dos veces se lanza hacia mí-¡Escupe maldito idiota!- me grita, sin seguir sus palabras, Jeremy introduce sus dedos en mi boca haciendo que escupa todo, me pongo de rodillas para expulsarlo todo. Mientras termino de vomitar, Jeremy se agacha junto a mí y me pasa un pañuelo-¿En que diablos estabas pensando?- me pregunta dolido.
-Ya no lo soporto Jer- digo mientras limpio mis labios-La perdí, ya no tengo nada sin ella.
-Sabes muy bien que no es así, me tienes a mí- dice sonriéndome.
-No te ofendas, pero no es suficiente, sin ella ya no queda nada de mí-Jeremy me observa firme, luego saca de su saco una especie de sobre.
-Si yo no soy suficiente, supongo o espero que ella si lo sea- me dice, sin entender muy bien a lo que se refiere, pregunto.
-¿Qué dices...?- no termino de hablar, porque soy interrumpido por las fotografías que me entrega. Debe ser una especie de broma, esto no puede ser cierto-¿Cómo? Ella murió hace años- digo, las palabras subiendo difícilmente por mi garganta.
-Así es- me asegura- Estás fotos no son de ella- me dice confundiéndome aún más, pero si son la misma persona, es mi esperanza-La persona de las fotos, es su hija- observo detalladamente a la bella mujer de las fotografías, su cabello largo y alborotado como el de mi esperanza, los mismos ojos y la misma sonrisa.
-¿Cómo es posible? Toda la familia de mi esperanza fue masacrada- digo incrédulo-¿Cómo es esto posible?
-Según los investigadores toda la familia Petrucci está muerta, pero al parecer la primogénita logró sobrevivir, creció junto a su abuela, quien le dio su apellido de soltera, me imagino que para evitarle peligros, fueron ellas dos hasta que su abuela murió y quedó sola. Según el informe, dejó la universidad y consiguió trabajo en la llamada mansión de los Jardines Blancos, es propiedad de la familia Telnaster, la más adinerada de Canadá- explica Jer, pero no escucho nada, la hija del amor de mi vida, está sola en el mundo, igual que yo. Esto es una señal del destino, creo que mi esperanza sabía que iba a necesitar una parte de ella para poder vivir y dejó una hija, una que es su retrato. Sintiendo una pequeña chispa en mi interior donde antes solo había oscuridad, me levanto.
-Vayamos lo más pronto a Canadá por ella, necesito conocerla- le digo a Jeremy el cual niega con la cabeza.
-Eso es algo complicado.
-¿Por qué dices eso?
-Fiorella lleva un año desaparecida- dice haciendo que mi corazón se marchite.
-¿Ese es su nombre?- pregunto mientras vuelvo a observar las fotografías.
-Sí, su nombre es Fiorella Leblanc, pero el verdadero sería Fiorella Petrucci. Los detectives informaron que tiene un año desaparecida, nadie sabe de ella, aunque si te soy sincero ella no tenía familia ¿Quién se encargaría de buscarla?- dice Jer, siempre ha sido muy bueno para analizar las situaciones y así dar una solución, supongo que su tiempo como agente del servicio secreto dejó esos instintos en él.
-Con mucha más razón debemos viajar a Canadá-observo el delicado rostro de Fiorella, la pequeña flor. Si le queda el nombre-Tenemos que encontrarla, cueste lo que cueste.
Holaaaaaa, ¿Me extrañaron?
Pues yo a ustedes sí. Gracias a todos los que se toman su tiempo para enviarme mensajes a mi ig, esos gestos me alegran la vida.
Estamos en una parte muy crucial en la historia, ya conocimos a Fabiano (mucha atención con él)
Besos en el poto 💋.
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Sepulcro
RomanceLas tragedias pueden marcarte para toda la vida. Las marcas pueden cambiarte la vida. La vida puede ser una verdadera tragedia. Fiorella Leblanc es una joven italiana que lo único que desea es conseguir un empleo para retomar sus estudios. Tras la m...