Nerd

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Todos tenemos gustos distintos, algunos pueden ser raros, otros más comunes, unos más enfermos y así la lista sigue. Y no es diferente en el caso de Felix.

A la chica le parece extremadamente raro el gusto que tiene Felix por los chicos que ella misma llama virgos. Y eso es lo que sucedió con el extremadamente virgo de su hermano.

Y no la malinterpreten ella ama a su hermanito pero vamos que Felix no luce como un chico que saldría con él.

Hwang Yeji y Hwang Hyunjin son mellizos, el chico habiendo nacido unos minutos antes que su hermana.

Tan parecidos físicamente pero tan opuestos en su personalidad; mientras que Yeji era fanática de la moda, Hyunjin era feliz con una sudadera dos talles más grande que él y unos sweatpants. Yeji adoraba la cocina, Hyunjin la quemaba. Yeji tenía notas increíbles, Hyunjin era uno más con natas mediocres. Yeji era la persona más habladora del mundo, Hyunjin solo hablaba lo necesario. Yeji era el estereotipo de mujer lesbiana y Hyunjin de hombre gay -solo que con cabello largo-.

Y a pesar de todo eso Yeji no entendía porque Felix seguía sintiéndose estúpidamente atraído por el chico. Tampoco es que pueda culparlo, se había dado cuenta que Hyunjin tenía su encanto y realmente era capaz de gustar de los chicos que no creía que le gustaría estar con alguien tan friki.

―Hyunjin, nuestros padres no estarán y tengo planeado hacer una fiesta, ¿te unes o estarás encerrado en tu habitación jugando ese jueguito tonto de construcción? ―preguntó Yeji.

Hyunjin se limitó a negar mientras se acercaba al refrigerador y sacaba cualquier clase de comida chatarra para llenar la mini nevera que tiene en su habitación. Yeji bufó y simplemente siguió con su labor de avisar a sus amigos.

El rubio camino hacia su habitación con algo de pereza. Al llegar cerró la puerta y empezó a acomodar la comida que traía consigo.

―Me gusta tu habitación.

Rápidamente Hyunjin se volteó asustado por la repentina voz y miró a Felix sentado sobre la silla giratoria en de su escritorio.

―Tienes una disco acá dentro prácticamente ―señaló la PC con gracia― me gusta como se ve todo tan colorido.

Felix sonrió al chico que permanecía callado y se paró para acercarse a él. Hyunjin le atinó a darle la espalda y seguir acomodando la comida.

―¿Puedo preguntarte algo?

Hyunjin asintió.

―Bueno, pero deja de reorganizar eso. Ya haz cambiado de lugar la soda tres veces ―dijo con cierta irritación.

Hyunjin suspiró. No quería darle la cara, lo ponía nervioso. Y es que el sabía que le gustaba al chico menor, pero su timidez era más grande que él. Tenía curiosidad que de le quería preguntar; de porque no lo miraba o lo evitaba todo el rato, tal vez de porque no hablaba casi y todo ese tipo de preguntas que suelen irritarle. Aunque lo que salió de los labios del chico lo sorprendió de sobremanera.

―¿Puedo quedarme aquí jugando contigo con tu consola? La verdad es que no estoy de ánimo para una fiesta ahora ―dijo con tranquilidad en su voz y se sentó en el sofá que se hallaba a unos metros del sitio donde se encontraban.

Hyunjin volteó a mirarlo para darse cuenta que tenía en sus manos el control de su Playstation.

―Por cierto, tu compu está buenísima ¿Cuánto te costó esa tarjeta gráfica? Están carisimas ahora mismo, estuve viendo que la minera había hecho que los precios subieran ridículamente ―siguió hablando con confianza sin saber lo que estaba provocando en Hyunjin.

Intello 『Hyunlix』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora