{M}
Me encontraba de camino a la dirección que Elena me había dado, el camino era bastante largo y de milagro pude completar la tarifa del taxi, la carretera se encontraba rodeada por un denso bosque que era acompañado por un clima húmedo y bastante frío.Aquel bosque se veía tétrico pero a la vez era hermoso, en cierta forma era bastante reconfortante observarlo a través de la ventana del auto.
El auto paro de forma brusca haciendo que mi cuerpo se moviera de forma brusca para enfrente casi chocando con el asiento del piloto.
—Joven disculpe pero no puedo avanzar más, la carretera se termina aquí— Escuche la voz seca del conductor, suspire y le agradecí el viaje para después bajarme del auto y empezar a caminar por mi cuenta por aquel lugar.
El frío era elevado pero no al punto que me hiciera dar la vuelta e irme a casa, el aroma de la tierra mojada y la vegetación siendo acompañado por la melodía que creaba el viento al mecer las hojas relajaba mis sentidos, acuerdo que me sintiera gustoso.
Después de caminar unos pocos minutos logré divisar un gran portón negro con algo de vegetación subiendo por sus gruesos barrotes, me acerque a las puertas del mismo para después tocar el timbre que estaba a un costado, pasaron solo algunos minutos para que después escuchará una voz masculina salir de la bocina.
{Nar.}
—Buenos días, ¿En qué le puedo servir?— La voz que salia por la cocina de escuchaba sería al hacer tal pregunta.—Buenos días, estoy aquí por el puesto de trabajo, mi nombre es Matías recalt— El Omega respondió de forma certera y sin titubear, no podía arruinarlo.
Solo pasaron unos segundos para que se escuchará el sonido de las grandes puestas abriéndose frente a Matías, dejando a la vista un hermoso jardín que al mismo tiempo se veía sumamente solitario.
—Pase por favor, uno de los sirvientes lo estará esperando en la entrada de la casa— Aquel tno serio se mantenía en la voz de aquel hombre.
Matías sin preguntar o decir algo más se dispuso a entrar, Matías era curioso por naturaleza haci que su mirada estaba viajando de lugar en lugar observando todo el jardín hasta llegar a la puerta, antes de que pudiera tocar la puerta fue abierta, dejando a la vista a alguien que se veía de su edad.
—Buenos días, tu debes ser Matías, pasa por favor— La voz de aquel chico salió con un noto entusiasta aunque según el, quería mostrarse serio ante Matías.
—Disculpa mi falta de educación, mi nombre es Juan Caruso pero llámame Juani por favor, en un gusto conocer por fin una cara nueva——El gusto en mío “Juani”— El Omega le respondió con una voz amigable y relajada, aquel chico no se veía como una mala persona y era obvio que el no había Sido el que le había hablado en la entrada.
Juani llevo a Matías a una oficina, sin embargo Matías noto algo un poco inquietante, la gran casa estaba bastante silenciosa.
—Disculpa mi atrevimiento Juani, pero ¿Por qué hay tanto silencio?— Matías no pudo evitar preguntar aquello, la curiosidad pudo con el.
—No te preocupes, lo que pasa es que al jefe no le agrada demaciado el ruido, haci que tratamos de mantener la casa lo menos ruidosa que podamos, con el tiempo te acostumbras— Respondió Juani sin quitar la vista de la gran puerta de madera frente a el, posteriormente dió unos cuantos toques a esta misma para después escuchar un "pase".
—Suerte Mati— Fue lo único que dijo antes de proceder a retirarse del lugar.
{M}
Mierda, me estoy poniendo nervioso, cálmate Matías no puedes arruinar esta oportunidad otra vez.Abrí la puerta logrando ver un montón de libros y papeles acomodados pulcramente encima de un gran escritorio, pero lo que más llamo mi atención fue el hombre sentado frente a mi, tenía una mirada fria y penetrante, era como si con tan solo mirarme pudiera atravesar mu cuerpo sin problemas.
—Tome asiento, por favor— Su voz me hizo tragar saliva, mierda, mierda, ¿Por qué estoy temblando?, me senté frente a el, pero no quería que mi mirada chocara con la suya.
—Si no me equivoco, usted fue la persona que me recomendaron, ¿estoy en lo correcto?— Su mirada no se me despegaba de mi, podía sentirla sobre mi cuerpo.
—Es correcto— Respondí sin tartamudear, un verdadero milagro si nos ponemos a pensar en mi maldito estado en este momento.
Esas casi dos horas de entrevista fueron las malditas horas más largas y agobiantes de mi estúpida vida, me sentía como un maldito conejo encerrado con un lobo.
—Al parecer todo está en orden, mira te seré franco no me eres de mucha utilidad, pero te contrataré sin embargo al primer error te vaz, entendido— Que se cree este hijo de puta para hablarme como si fuera su criada, con mi maldito orgullo atorado en la garganta asentí ante sus palabras.
—Perfecto, por cierto uno de los requisitos es que tendrás que utilizar supresores para suprimir tu aroma, no te preocupes en conseguirlos aquí se te proporcionarán y para mas comodidad vivirás aquí, también no te preocupes por la ropas y otras cosas básicas todo eso se te dará aquí, bienvenido Matías— Dijo para después levantarse y estrechar su mano con la mía.
—Muchas gracias por la oportunidad señor...— ¿Cómo mierda se llamaba este hijo de puta?
—Llamame Enzo, Enzo Vogrincic— Me respondió con aquel tono serio y frío.
Bueno, al parecer no me fue tan mal como pensaba, Juani me llevo a mi habitación y me dió un recorrido por la misma además de enseñarme mi ropa de trabajo que consistía en un traje de color negro, empezaría a trabajar mañana haci que tengo algo de tiempo para dormir, Juani dijo que mañana me presentaría a algunos miembros del personal.
Estire un poco mi mano para tomar el bota de supresores que se encontraba en la mesita de noche, ¿Por qué tenemos que tomar esta mierda? No lo entiendo pero al parecer no tengo opción, si no lo hago ese hijo de puta me correrá.
Suspire para dejarme caer en la cómoda cama y cerrar mis ojos, mañana sería un día largo y cansado, lo presiento. Además esos ojos no salen de mi mente, mierda, jodido Enzo Vogri no se qué, fue mi último pensamiento antes de hacerme bolita y quedarme dormido.
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La rosa del Alfa: Enzo Vogrincic x Matias Recalt
RandomMatías es un omega que a causa de un trauma huye de casa para escapar de los recuerdos que lo atormentan día tras día, sin embargo lo que no sabe es que su vida dará un giro de 180 grados cuando se topé con un alfa completamente desconocido para el