CAPÍTULO 5 No me quiero retirar

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Taylor estaba recostada tomando una siesta con los bebés, pero su celular la despertó, vio que era Patrick, así que le pareció bastante extraño aquella llamada, eso solo podía significar una cosa, algo sucedió con su prometido.

—Hola Pat, ¿Pasa algo? — ella respondió.

—Hola Tay, Travis tuvo un pequeño inconveniente en el entrenamiento, no te vayas a asustar, no es grave, se lastimó la rodilla de nuevo—

—Oh Dios, ¿Se encuentra bien? —

—Está bien, algo molesto y maldiciendo, pero bien—

—Imagino, ¿Qué rodilla fue? —

—Por suerte la contraria a la de hace dos años—

Ella suspiró aliviada. —Por lo menos, ¿Puedes pasármelo? —

—Sí, espero que logres dominar a la fiera, está bastante enojado ahora— le pasó el teléfono a su amigo.

—Tay—

—Trav, ¿Te encuentras bien? —

—Sí, supongo, me mandaran a casa dos semanas— dijo molesto. —Justo cuando acabo de volver, maldita sea, es una broma esto—

—Tranquilo, son dos semanas—

—No entiendes Tay, esto es demasiado importante para mí, además de que es mi trabajo—

—Claro que te entiendo, pero enojándote no vas a solucionar nada, ahora mismo me iré al aeropuerto y volaremos a Kansas, ¿Ok? —

—No, Tay, quédate allá y mañana regresas, has pasado demasiado ya—

—No importa, tu me necesitas, estaré allá de noche, te veo luego, no hagas alguna tontería, como tratar de caminar sin apoyo, ¿Ok? —

—No nena— ya estaba más calmado. —Los estaré esperando en casa—

—Te vemos allá, te amo—

—Te amo, adiós— le devolvió el celular a Patrick.

Colgaron.


—¿Es en serio? — Selena le preguntaba a su amiga mientras miraba que empacaba las pocas pertenencias que trajo.

—Parece que el destino nos está poniendo duras pruebas ahora mismo, Travis debe estar enojado, y lo entiendo, ha trabajado muy duro por todo lo que tiene, su lugar, todo—

—Necesita a su bella rubia para entrar en razón— Selena bromeó.

—Sí— rio. —Supongo que sí—

—Ustedes dos se complementan muy bien, él te baja a la tierra y tú a él, me parece un gran equipo—

—No lo había visto así, pero es verdad— rio sonrojada. —Bueno, de nuevo Sel, te agradezco que hayas cuidado a mis hijos— la abrazó. —No sé cómo pagarte esto—

—Con nada, eres mi mejor amiga, aunque probablemente, unas vacaciones por Italia no estarían mal— bromeó.

—Con la gira respirándome la nuca, por ahora no creo— rio. —Pero prometo que pronto—


Kelce ya se encontraba en su casa, su hermano al enterarse de aquella situación no dudo en tomar el primer vuelo y apoyarlo, iba a llegar al mismo tiempo que Taylor, eso era de gran ayuda, solo ella podía controlar al necio de su hermano.

Eres mi juego finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora