CAPITULO 22: Marcando territorio.

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CAPITULO 22: Marcando territorio.

LINDA JACKSON:

Salgo literalmente corriendo de mi casa para subir a mi camioneta y decirle a Esteban que conduzca rápidamente para no llegar tarde a mis clases.

Porque si, me levanté tarde.

Cuando estamos ya en la universidad me despido rápidamente de él y bajo de la camioneta para ir corriendo al salón de clases.

Me quedo parada abruptamente en la entrada del salón al ver al profesor ya hablando.

—  Señorita Jackson.—saluda.

— Buenos días, profesor. Disculpe la tardanza, ¿Podría pasar?—ruego en mi interior que el tono de mi voz lo haya convencido.

Suspiro aliviada cuando él sonríe.

— No, usted sabe que tiene que ser puntual.—abro la boca sorprendida y resignada me voy una media vuelta para ir hacia la cafetería y desayunar algo mientras reviso mis apuntes.

Me pido algo y regreso a la mesa con la comida. Levanto la mirada cuando de reojo veo una sombra delante mío.

— Por lo que veo tampoco te dejaron entrar.— dice Valentín sonriendo mientras toma asiento frente mío.

— Digo lo mismo.

— ¿Y... Cómo has estado?—frunzo el ceño volviendo a mirarlo a la cara.

— En lo que cabe bien. —respondo recordando como mi vida ha dado un gran cambio.

— Que bien. Oye... ¿Ese tipo que literalmente me está matando con la mirada es tu novio?—paso saliva y volteo hacia atrás y lo veo.

Alexander Harrison.

Niego con la cabeza mientras pienso en las mil maneras de escaparme de estos dos. Retiro la mirada de Alexander y vuelvo a mirar mis apuntes.

— Se está acercando.—me aguanto la risa al escuchar el tono de voz asustada de Valentín.

— No te va a ser nada.—le resto importancia.

— Tú, porque yo sí. —levanto la mirada y sé que ya llegó. Siento sus manos en mis hombros.

— Está bromeando.—digo para Valentín.

Sin embargo, él con una sonrisa más fingida se levanta, agarra sus cosas y se despide diciendo que tiene que hacer algo.

— Me espantas a los pretendientes.—digo moviendome en mi asiento para que retire sus manos de mis hombros.

— El único pretendiente que vas a tener soy yo.—se sienta delante mío mientras sonríe.

— La segunda peor noticia que me han dado.

— ¿Y cuál es la primera?

— Saber que voy a tener que estar a tu lado quién sabe cuánto tiempo.— realmente espero que su sonrisa desaparezca de su rostro pero ocurre todo lo contrario.

— No importa lo que digas ahora, sé que te enamorarás.

— ¿Por qué tan seguro? ¿Tanto te crees?

— No me creo, lo soy, mi reina. — frunzo el ceño al verlo guiñar un ojo en mi dirección.

— Te digo desde ya que no me gustan los egocéntricos.

— Yo seré la excepción.—bufo y ruedo los ojos.

— ¿A qué has venido? —pregunto lo que tanta curiosidad me ha dado.

Matrimonio sin sentimientos. (TERMINADA) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora