Cuando el amor es amor no se mira el color o el sabor...
El amor es amor, eso es lo que es.
A veces vemos cosas que son y cosas que no son.
Pero el amor es esa persona que ve tus cicatrices y aún así se queda a besarlas....
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— Sabéis tengo un conocido que se podría deshacer del cuerpo, sin hacer preguntas ni nada. Además me debe un favor —comentó vagamente Fermín que estaba sentado abrazando sus piernas sobre el capot del auto de Pedri.
— Joder Fermín que no lo vamos a matar —negó Ferran sentado a su lado y acomodándose las gafas de sol — ¿Verdad? —cuestionó con cuidado girando a ver al canario que estaba de brazos cruzados recostado por la puerta del copiloto.
— No —afirmó con desdén y con la vista fija en la puerta principal de la casa de los Paéz — O al menos no por ahora.
Ferran alterno su mirada entre el canario y el andaluz, preguntándose como es que terminó metido en esa locura, pero la verdadera masacre se hubiera desatado si Ansu estuviera presente.
— A veces me dais miedo —confesó.
Los tres allí con gafas de sol y apoyados en el auto del canario, que estaba estacionado en el otro lado de la acera frente a la casa de los padres de Gavi, parecían sacados de un película literalmente, de esos asesinos contratados por narcos y tal.
—Es ahora o nunca ¿No?
Suspiro —Supongo...
Pedri suspiro pesadamente alejándose del auto seguido de los otros dos, una vez los tres futbolistas estuvieron frente a la casa se miraron entre si.
— Ni una palabra a Pablo de esto —les recordó el azabache.
El canario estiro la mano y tocó tres veces con suavidad la puerta frente a él —aunque había timbre— luego de unos segundos la puerta fue abierta por el señor Paéz, que miro a los tres con el ceño fruncido.
— Buenas, señor ¿Cómo se encuentra? —sonrió el valenciano.
— Buenas ¿Qué hacéis aquí? Gavi ya no vive aquí por si no lo sabíais —comentó secamente mirándolos.
—¿Podemos pasar?
Se hizo a un lado asintiendo con desconfianza, una vez ingresaron los jóvenes, el hombre cerro la puerta a sus espaldas y se giro sobre sus talones para analizarlos.
—¿Qué es lo que-
Su frase quedó en el aire ya que un puñetazo de parte de Fermín en su estomago lo dejó sin aire causando que cayera de rodillas respirando con dificultad, un tirón de cabello de forma brusca por parte de Ferran hizo que levantara la mirada hacia Pedri, que lo veía con asco y los ojos llenos de ira.
— Que ni se le ocurra volver a tocar a Gavi —demandó el azabache quitándose los lentes oscuros a la par que el valenciano soltaba bruscamente al hombre — ¿Me oyó?
