Prólogo

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El número que anunciaba el año nuevo estalló en voz alta. Pasó un momento de silencio. La mano que sostenía el hombro de Will era muy grande.

— Feliz año nuevo. — Se escuchó un pequeño susurro.

¿Es cierto que en Estados Unidos las personas se besan cuando llega el año nuevo?
Depende de la región, pero también era común besar a la primera persona que se encontrara al lado.

El rostro del omega le vino a la mente mientras pensaba en un fatídico beso a medianoche. Sin embargo, esa persona no estaba allí.

En su lugar, había un extraño al frente. Will no escapó.

El hombre se fue acercando gradualmente. Sintió un aroma refrescante. Era alfa. Lo pensó de esa manera. Ni siquiera recordaba haber tocado a un Alfa en su vida, pero ese día, no sintió ninguna resistencia.

Entonces, sus labios se tocaron.

Los labios de Will fueron mordidos ligeramente con un toque suave. Un ligero escalofrío bajó de sus hombros.

— Ah... — Su boca se abrió levemente con un gemido.

La lengua del hombre aprovechó la oportunidad y se introdujo en el hueco. El suave beso se convirtió rápidamente en un beso profundo. Su lengua increíblemente enredada era sorprendentemente buena. Will se dejó llevar sin pensar que estaba besando a un Alfa extraño, que nunca había visto antes.

La saliva se derramó. Se la tragó sin siquiera darse cuenta. La palma que le sostenía el hombro cobró más fuerza. Una sensación espeluznante fluyó por su espalda. Ugh. Un doloroso gemido estalló y una pequeña risa resonó en su boca. El hombre era lo suficientemente audaz como para permitírselo.

Parecía que era muy peligroso. Will levantó los labios con una desconocida sensación de crisis. Un poco de saliva que no pudo capturar corrió por sus labios. La frotó con sus dedos. Entonces el hombre le agarró los dedos.

Al mismo tiempo, las luces comenzaron a encenderse nuevamente. A medida que se propagaba desde Times Square, el haz de luz creció gradualmente en tamaño y se dirigió hacia el ojíazul. Era como una ola.

— Tu nombre, ¿puedes decírmelo?

Mirando su mano, Will reflexionó. Ahora la luz se estaba extendiendo justo frente a él. No valía la pena ni siquiera pensar en ello. Decirte mi nombre. Eso es gracioso. No podré volver a verlo de todos modos.

— Will.

Pensando de ese modo, Will abrió la boca. Mitad verdadero, mitad falso. Ese era su nombre, por el que nadie lo llamaba.

— Will, soy Hannibal.

Bajo la luz que regresó, el rostro del hombre apareció por completo. Su cabello claro que parecía ser más rubio que castaño, tenía un tono diferente al de Will. Frente recta, cejas suavemente curvadas y sus ojos.

will contuvo la respiración por un momento, al ver que sus ojos eran cafés, "comunes", pero Will amaba el café.

— Si no te importa...

Antes de que terminaran las palabras del hombre, alguien agarró a Will del cuello jalandolo hacia sí.

— Te encontré. ¿Cuánto tiempo llevas aquí?

Era su pareja. El olor de la Omega que sintió en la parte de atrás de repente se tornó molesto. Will volvió la cabeza. En su lugar, miró los labios que estaban frente a él doblados de una forma amistosa y calmada. Labios rojos mojados por un beso.

— Espera... — Le respondió a la desesperada omega.

— Hasta la próxima. — Le dijo a ese alfa a quien nunca volvería a ver.

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⏰ Última actualización: Feb 06 ⏰

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