Capítulo 20: Cuenta regresiva

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16:09 pm

Comencé a recobrar la conciencia, escuchaba unos murmullos y una voz masculina que provenía de algún lado

¿Era Denver, que había despertado de su coma inducido?

—¿Desde cuándo perdió la conciencia?

—Hace dos horas, máximo —respondió una enfermera.

—Qué mujer más resistente. Me imagino que es por él.

—Y por su hijo —completó la otra enfermera.

Escuché que él se reía. Era una risa fría y cruel, que me heló la sangre.

—Bien, su herida se está regenerando.

¿Regenerando? ¿Quién es él?

Traté de incorporarme, pero estaba demasiado débil.

—No te preocupes, pronto estarás con Denver. Y con tu hijo —dijo él, mientras me acariciaba el pelo.

Abrí lentamente los ojos, sintiendo una pesadez en mi cuerpo mientras intentaba orientarme en mi entorno. La habitación se veía igual que antes, con las mismas luces tenues.

Una figura masculina se encontraba de pie junto a mi observándome con una expresión serena pero penetrante. Sus ojos reflejaban una mezcla de curiosidad y satisfacción, como si estuviera satisfecho con mi progreso.

—¿Dónde estoy? —pregunté, mi voz sonando ronca y débil después de tanto tiempo en silencio.

—Estás en el laboratorio —respondió, su voz suave y calmada. —Te hemos estado cuidando mientras te recuperas.

Traté de recordar cómo había llegado allí, pero mi mente estaba nublada y confusa. Solo tenía flashes de recuerdos borrosos y fragmentados de lo que había sucedido antes de perder el conocimiento.

—¿Qué pasó? —pregunté, luchando por entender.

El hombre me miró con una expresión que parecía mezclar comprensión con una pizca de sarcasmo.

—Oh, solo una pequeña criatura hermosa que decidió atravesar tu vientre —respondió con una ironía evidente en su tono de voz. Sus palabras resonaron en mi mente como un eco lejano, mientras luchaba por procesar lo que acababa de decir.

Su respuesta me dejó aún más confundida y preocupada. ¿Cómo podía tomarse tan a la ligera lo que acababa de suceder? ¿Y quién demonios era él?

Me esforcé por incorporarme, sintiendo un mareo momentáneo mientras mis ojos se ajustaban a la luz. Cuando finalmente logré enfocar la vista, me di cuenta de que estaba en la misma sala donde Denver yacía en su cápsula. Un escalofrío recorrió mi espalda al recordar los eventos recientes.

Miré a mi alrededor y divisé el cuerpo inerte de la criatura en el suelo. Aunque estaba aliviada de verla muerta, una sensación de inquietud persistió en mi interior.

El chico me dirigió una sonrisa reconfortante mientras se acercaba a mí.

—¿Cómo te sientes? —preguntó con tono amable.

—Confundida, pero estoy bien, supongo

El chico asintió comprensivamente.

—No te preocupes, estás a salvo ahora. Y, en parte, gracias a mi capacidad para regenerar heridas —añadió con una pequeña sonrisa.

Quedé momentáneamente sin palabras ante esa revelación. ¿Quién era este chico y cuál era su conexión con todo lo que estaba ocurriendo en este extraño lugar? Las preguntas seguían acumulándose en mi mente, pero por ahora, lo más importante era encontrar una manera de salir de aquí con vida.

Entre el peligro y el amor [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora