CAPÍTULO 6 Terminó la espera

982 69 79
                                    

El mes de noviembre estaba llegando a su fin, Jason Kelce se había ido de viaje familiar con su esposa e hijas, por fin estaban de vuelta, luego de su doloroso y nostálgico retiro del futbol, por fin tenía el tiempo que deseaba para pasar tiempo con su familia, volviendo a Pensilvania, donde radicaba, haría una fiesta celebrando su cumpleaños 38, por lo que todos sus seres queridos estaban yendo de camino al evento.

Travis y Taylor estaban aterrizando en la ciudad de Philadelphia, en el estado de Pensilvania, el vuelo no pasó más de las seis horas, pero con los bebés siendo apenas de dos meses, todavía estaban acostumbrados a la calma de su hogar.

—Por fin llegamos— Taylor dijo mareada, odiaba no poder tomar medicamento para los mareos al viajar.

—Tranquila— Travis la vio mal. —Ya estamos en tierra firme—

—Menos mal— dio un trago a su botella de agua. —Llegamos bebés, ¡Al estado donde nació mami! — estaba contenta de encontrarse ahí.

Los Kelce tenían una cosa en común, ambos se habían enamorado perdidamente de un par de chicas de Pensilvania.

—Entonces, mi hermano y yo supimos bien como hacer las cosas—

—¿Sí? — ella alzó una ceja.

—Las mujeres de Pensilvania cautivan corazones—

—Qué tonto eres— rio y lo besó.

—Es hora de bajar pequeños— desabrochó las sillas de los asientos y los tomó.

Taylor se encargó de las maletas, no eran muy pesadas todavía, porque la ropa de los bebés era tamaño chico y ellos esta vez compartieron maleta, afuera les esperaba una camioneta donde Travis conduciría hasta el lugar donde su hermano vive.


Posteriormente al acomodar a sus hijos en la parte trasera del auto, Taylor se quedó pensando si sería bueno viajar en la parte de copiloto.

—Estoy seguro de que la mente maestra está luchando internamente consigo misma, ¿Qué piensas? — Travis cerró la puerta trasera.

—¿Será adecuado que ya te pueda acompañar en frente? —

—Bueno, yo no veo un problema grave en que los bebés se vayan atrás, la verdad es que, si lloran, siempre podemos parar el auto—

—Ok, entonces me sentaré en frente—

—Encantado de volver a tenerte de acompañante— sonrió y entraron al coche.

Cada día con sus hijos era una experiencia nueva, desde que nacieron han estado sobre el aire en aviones algunas veces, ambos habían logrado crear una rutina bastante funcional donde Evie y Charles por fin conciliaban el sueño de una manera más estable, por lo que tenían un par de oportunidades de realizar algunos pendientes mientras ellos dormían, sabían que no siempre iba a ser así, conforme crecieran, los momentos de sueño se reducirían.


El camino a la casa de Jason era largo, se había mudado recientemente a una nueva casa alejada de la ciudad, buscando la privacidad que la mayoría de las personas públicas desean, Swift observaba detenidamente la carretera, aunque era la parte sur donde se encontraban y ella nació en la parte norte, le recordaba mucho a su infancia, el destino no estaba muy lejos, pero ese ya era el primer viaje en carretera familiar.

—¿En qué piensas? — Travis le preguntó al verla de nuevo perdida en sus pensamientos.

—Tan solo me acuerdo de cuando vivía aquí y viajaba con mi madre para promocionar mi música y que alguien le diera a la Taylor de 13 años una oportunidad en el Country, una locura, ¿Imaginas?, una niña cantando en la radio— rio. —Mi mamá y yo hicimos lindos recuerdos—

Eres mi juego finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora