Enzo.
Hace nueve años.
Uno de Febrero.
- Enzo, ayer cumpliste tus doce años, ya tienes la edad necesaria para entrar a la Escuela de Ángeles y Demonios. - Me dice mi padre. Él es un señor entre sus treinta años, pelo castaño. Ojos color azul brillante. Cuerpo un poco musculoso.
- Si hijo. Imagínate, podrás hacer amigos, jugar, aprender a usar tus poderes. Tiene muchas ventajas ir a la escuela. - Ahora me dice mi madre. Una señora entre sus treinta y dos años. Ojos color verde. Cuerpo un poco rellenito.
Mis padres son dos ángeles que se aman, y respetan, espero encontrar una pareja así. Soy bisexual, y ellos lo saben y me apoyan en todo.
Yo tuve que entrar a la escuela hace mucho tiempo. Pero me he negado todas veces que mis padres me han dicho que vaya. Contrataron un profesor privado para que yo no me atrasará en lo que los demás niños aprendían.
- Entonces, hijo? - Presiona papá.
- Está bien, iré.
- Bien! Así se habla, te irá muy bien mi niño. - Mi papá me abraza de lado.
- Muy bien Enzo. - Mamá me da un beso en la frente.
- Allí aprenderás muchas cosas, te gustará, estoy seguro hijo.
- Okey papá, suéltame que me estás asfixiando. - Mi papá se aleja un poco.
- Perdón. Es que me emocioné.
Mamá tiene sus ojos un poco cristalizados, - No puedo creer que mi bebé ya haya crecido.
- Si mi amor, ahora va a ir a la escuela.
╬⊹ฺ╬⊹ฺ╬⊹ฺ
Un año después.
Uno de Febrero.
Hoy cumplo exactamente un año desde que decidí entrar a la escuela.
Me ha ido muy bien, el año pasado hice una amiga. Si, solo una, pero eso a no tener nada.
Su nombre es Donna, y es la que viene encabronada ahora.
- ¡Enzo!
- Donna.
- Dijimos que íbamos a hacer el trabajo en MI casa.
- Ajá.
- ¡Y te estuve esperando casi tres horas! - Dice toda roja por el enojo.
- Ya, ya. Se me olvidó que teníamos que hacer el trabajo.
- Mi papá preparó bastante comida para que no nos "muriéramos de hambre". - Dice haciendo comillas con sus dedos.
- Hay que hacerlo ahora, si? Ya que estás aquí, vamos de una vez.
- Bien, vamos. Pero la próxima vez que me dejes votada, harás el trabajo sólo.
Mientras caminamos ella sujeta mi mano. No le digo nada porque lo hemos hecho antes. Ella a sufrido mucho, y cuando tiene miedo, sujeta mi mano.
- Donna...
- Solo sosten mi mano... Por favor.
- Está bien. - Digo y ella aprieta un poco mi mano.
Después de un tiempo habla.
- Hoy conocí un chico.
- Si?
- Sip, se llama Julen.
- Ah ya, y qué más?
- Lo invite a la casa, él no tenía nada que hacer, aparte le pedí permiso a mi papi.
ESTÁS LEYENDO
Mi vida en el cielo [Ángeles Caídos #02]
عشوائيMuchos le temen a la muerte, yo incluido, pero no saben que hay después de ella. Morí y revivi en una nuevo mundo, uno llenó de varias especies. Llegué al cielo para ser una nueva persona, con un nuevo propósito. Soy un convertido, y mis decisione...