Ya es de madrugada y mi mente se comienza a llenar de todos aquellos recuerdos caóticos. Todo fue tan extraño en ese último momento, parecía irreal, parecía el capítulo perfecto de la historia ¡El gran momento de la reconciliación! Pero solo el destino, escritor de nuestro libro sabía que se trataba del final de un capítulo, de la muerte de aquel personaje que tanto amé. Una triste y trágica despedida que ni con mil canciones, ni con mil terapias logro sacar de mi mente.
Y sonaron los violines, sonaron las campanas, se escuchó el palpitar más sincero de mi corazón exigiendo en un grito desesperado que te quedaras. ¡Pero tú como siempre hacías lo que querías! Y no lo hiciste, eras como las mariposas que vuelan en lo alto burlándose de quienes no tenemos alas dejándonos atrás. Así te fuiste, en tu momento más brillante, más esplendoroso, cuando todavía te quedaba brillo en la mirada, color en los labios y juventud en la piel.
Nuestro autor debió estar ebrio al escribir esta parte del libro, o tal vez creyó que seríamos best seller, pero no se dio cuenta de que con ese acto provocaría que cada día el brillo en mi mirada se apagara silenciosamente ansiando encontrar el tuyo.
Ya es de madrugada, y pensar en tu risa no me permite dormir porque poco a poco, la estoy olvidando, como si el viento se llevara los fragmentos de un sueño que se desvanece.
Tu voz, un eco en el laberinto de mis pensamientos, la sigo buscando en todas partes. En el susurro del viento, en el canto de los pájaros al amanecer, en las palabras de los desconocidos que cruzan mi camino. Pero no puedo encontrarla, como si fuera un tesoro enterrado en la arena de un desierto infinito.
Tu silueta, una sombra que se desvanece en la penumbra, aparece y se desvanece como un fantasma en el umbral de mis recuerdos. La veo en ocasiones, como si el tiempo se doblara y me permitiera vislumbrar un instante de eternidad. Pero luego se desvanece, como una estrella fugaz que se pierde en el vasto cielo.
Te busco en libros, como si cada página fuera un mapa hacia tu esencia, en canciones que susurran secretos del corazón, en las miradas de las personas que cruzan mi camino. Pero no puedo encontrarte, como si fueras una palabra que se ha borrado del diccionario de mi vida. Y eso me hace tener la certeza de que el destino ha creado a un personaje irreemplazable, un protagonista que sigue escribiendo su historia en las líneas invisibles del universo.
Y a pesar de que has tenido tu último capítulo en la historia, seguirás existiendo por siempre, como una melodía que nunca se desvanece del pentagrama del tiempo. Porque mientras te recuerde, tendrás vida, como un suspiro, como un susurro que se niega a extinguirse.
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Susúrrame en la oscuridad
PoesieEste no es un poemario, sino más bien un grito silencioso, un lamento tejido con hilos de dolor. Lo escribí en las noches solitarias, cuando el mundo parecía un lugar extraño y hostil. No esperes encontrar grandes prosas aquí, ni metáforas elaborada...