Capitulo 41

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-Edgar

Todo lo que viene se va, todo empieza y todo acaba.

El año ha empezado de una manera muy diferente en mi vida, comiendome la cabeza en varios aspectos en bachillerato, y preguntándome sí realmente era mi futuro ser biólogo marino o no.

Haber empezado en un mundo de caos y aver terminado en una tranquilidad inmensa, con una persona que me quiere al lado, si a mi yo del veinticinco de diciembre del año pasado, le cuento la situación de que le doy besos de buenos días, ni se lo creería, las personas cambian y los momentos también, por eso hay que saber aprovecharlos, un poco a lo "Carpe Diem".

Poco a poco lo que quieres se construye si vas creyendo en ti mismo y en tus metas, no todo es el trabajo ni los estudios, si no también en el trabajo mental y pensar más en la salud mental, que realmente es lo más importante, estar cómodo contigo mismo.

—Edgar.

—Dime —le dije mientras la abrazaba.

—¿Vas a venir al final conmigo a fin de año?

—Claro, ¿por qué no?

—Pues no se, alomejor no te apetecía o viene tu familia.

—Viene a final de año, de eso quería hablar.

—¿De que?

Ella me dio un pequeño beso en los labios, y me preguntó.

—¿Te quieres venir con mi familia?, el último día del año me refiero.

—Pues nose si voy a incomodar.

—No lo haces, vente anda.

—Bueno venga vale.

La casa se llenaba de olor a comida casera, esta vez decidimos celebrar el veinticinco de diciembre entre estudiantes, las velas con olor a almendras tostadas olían por la casa mientras que la sopa de marisco se servía encima de la mesa. No somos inútiles pero hemos estado horas viendo videos para hacer la dichosa sopa, aunque hemos acabado con nuestras madres al teléfono histéricas, por que no sabemos hacer esa maldita sopa.

Después de comer, celebrar y hablar entre todos hasta las tantas, tuvimos una charla reflexiva en mi piso.

—Iker.

—Dime tío.

—No se que hacer.

—Levana, ¿verdad?

—Básicamente.

—A ver esque la verdad no se que tenemos.

—¿No estáis saliendo ya? —me preguntó Iker dudoso.

—No.

—¿Por qué?

—No me he replanteado en que tener con ella.

—Yo te mato, me echas a mi la bronca por decir que sólo quería follarme a Alma, y después no sabes lo que quieres con ella, para matarte.

—Pero yo siento algo pero no sé.

—A ver Edgar, si sientes ¿porqué no le pides salir?

—Porque no se si es el momento, si quiere, si me necesita, si quiere estar conmigo, si me quiere de verdad, tampoco se como me ve, no se nada y estoy hecho un caos.

—Tío, tío a ver cálmate, me estás diciendo que habéis follado y no sabes si te quiere.

—Básicamente.

—A ver tío, yo creo que sí, siempre sonríe al verte y se puso súper celosa por lo de tu prima.

—Ya tío pero esque tenía motivos, mi prima latina tiene tela.

—Ya pero si realmente no te quiere, ¿por que se pondría celosa?

—Ya también es verdad.

—Realmente no tiene sentido que lo haga tío.

—Ya pero no se y si ella no siente lo mismo y solo es un lío de una noche.

—Aver si lo fuera, no sería de una si no de varias noches, pero que no tío estoy seguro que no.

—Y si ¿soy un lío de varias noches?

—No lo eres.

—Y tú ¿cómo lo sabes Iker?

—Por cómo te mira, como habla de ti, como sonríe, como se preocupa por ti.

—¿Y si son ilusiones?

—Edgar madremia que no son ilusiones, si lo fueran y son ilusiones tuyas ¿porque te esperaría una semana entera? Solo por que estas liado con exámenes.

—No lo sé tío, pero esque yo me espero de todo, y me da cosa que no salga o que se quede aquí porque yo a ella la quiero.

Ella toca la puerta del cuarto de Iker y abre la puerta viéndonos.

—Dos cosas, una ¿porque tenéis un cuarto vacío? y la otra me voy a la cama cariño estoy muerta —me dijo con una cara de dormida.

—Era de nuestro antiguo compañero, pero se mudo a su ciudad natal —contestó Iker.

—Que pena, bueno te espero en la cama ¿vale?

—Vale anda, te quiero no tardo.

—Y yooo —dijo saliendo.

—Ves, como te quiere.

—Ya, bueno voy con ella anda.

—Edgar, por cierto yo no quiero, solo follarme a mi chica.

—Vale, vale tío.

—No se si lo sabes, pero ella y yo estamos saliendo.

—Que, Levana no me ha dicho nada.

—Mes y medio ya eh —me dijo riendo.

—Hostia voy un poco tarde, bueno me voy con ella.

—Un poco solo —me dijo riendo.

Al entrar al cuarto la vi, metida en la cama, con el móvil esperándome.

—Anda mira si estás aquí.

—Aquí estoy princesa.

Me acerqué a ella y la abrace, entre mis brazos la mira esas facciones que me encantan y esa sonrisita tan bonita que tiene.

—Qué te pasa estas muy cariñoso hoy.

—Nada, no me pasa nada —le dije sonriendo.

—¿Seguro?

—Segurisimo bonita.

Lo que pasa es que me encantan tus facciones, tu forma de ser, tu cara tan bonita, tu pelo rubio liso, y tus ojos verdes que me miran con tanto amor.

Mirándote esa noche a los ojos en silencio me sentí de una manera más especial que nunca, mirándote mientras te dormías, te tocaba el pelo y te miraba de una manera especial.

—Te quiero.

—Yo también —me dijo con voz de dormida.

Ese te quiero fué uno de los más puros que he dicho en mi vida, lo sentía tan fuerte que necesitaba soltarlo, porque si no se me quedaba un nudo en la garganta, por no decirte todo lo que quiero a mí mujer.

Y en esa noche me di cuenta que poco a poco brillamos, es decir.
Nosotros brillamos en la misma sintonía.
Es una conexión única la que nos une.

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