Inicio del viaje.

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Son las 02:02 am, estoy armando la valija para irme de viaje, el vuelo sale mañana a las 03:00 pm y todavía siento que no llevo todo lo que voy a necesitar. Es la primera vez que voy a Bariloche, me acompaña Renata, es mi amiga hace varios años, es muy simpática y habla demasiado, creo que no me voy a aburrir. Mi madre está muy nerviosa, más de lo que estoy yo.


Madre: _ te vas mañana y todavía no terminaste de armar la valija, sos un desastre. La verdad, no sé qué vas a hacer allá sola, bah con tu amiga, dos semanas completa te vas. Tenes que tener mucho cuidado.
Ámbar: _ Sí, mamá quédate tranquila. Ya termino de armar la valija, creo que ya tengo todo lo que voy a llevar.

Son las 02:30 pm, estoy esperando que salga el vuelo, me siento muy ansiosa, mi amiga está muy alegre, toma fotos cada 5 segundos.
Mi novio está en su casa, no me manda un solo mensaje, la verdad me molesta demasiado que no me haya apoyado con mi primer viaje, es muy asfixiante y a veces siento que no me apoya cuando hablamos de mis sueños, como por ejemplo el de comenzar a recorrer el mundo. Las cosas están mal hace tiempo, la verdad es que no sé si realmente debería estar con él.

Son las 03:30 pm y ya estoy arriba del avión, los asientos son cómodos y la atención es magnífica. Mi amiga sigue hablando de todo tipo de temas.


Renata: _ ¿Tu novio sigue enojado?
Ámbar: _ Sí, la verdad no lo entiendo.
Renata: _ Quizás no te tendría que haber invitado. Solo te cause problemas.
Ámbar: _ estás loca (suspire) la verdad es que me sorprende que me digas eso. Es un viaje nada más, por más de que lo tenga que dejar, las dos sabemos cuál es mi elección.
Nos quedamos en silencio un rato largo. Al mirar por la ventana las nubes se veían muy hermosas, tanto que le tomé un par de fotos.


Estamos llegando a la ciudad se pueden distinguir el naranja extraordinario del atardecer, puedo afirmar que es lo mejor que vi hasta el momento.
Hace media hora llegamos al hotel, tiene 4 pisos, estamos en la habitación número 402, es muy linda, tiene dos camas, dos mesas de luz, wi-fi, un televisor y una ventana con una gran vista al lago Nahuel Huapi. Mi compañera está organizando todo lo que vamos a hacer mañana. En este momento voy a aprovechar para llamar a mi mejor amiga por teléfono.


Ámbar: _ Hola, ¿cómo estás?
Malen: _ Hola como estoy no importa, decime ¿cómo llegaste? ¿Te gustó el viaje en avión? ¿Cómo es el hotel?
Ámbar: _ Pará, si importa como estas, así que respóndeme vos primero.
Malen: _ Estoy bien, ahora decime estupida.
Ámbar: _ Llegue bien, el viaje estuvo espectacular, el hotel es súper lindo y tiene una vista magnífica.
Malen: _ Viste que elegí bien, me tenes que amar.
Ámbar: _ Sos la mejor, te amo.
Malen: _ Ahora ya me puedo dormir tranquila, hablamos mañana porque tengo que ir a trabajar temprano, suerte con las excursiones.
Ámbar: _ Dale, muchas gracias que descanses.
Recién terminé de hablar, necesitaba escuchar su voz. Renata ya está dormida y a mí no me da sueño. Me fumo un cigarrillo disfrutando la vista y me acuesto.


Son las 08:30 am y Renata comienza a hablarme de lo que vamos a hacer en el día, mientras desayunamos.


Renata: _ A pesar de que vinimos en verano, tenemos muchas cosas para hacer. Hoy vamos a visitar el cerro catedral ¿te parece? Y luego vamos a visitar un lugar donde venden helado artesanal, el Turista.
Ámbar: _ Creo que está bien, igual yo no puedo esperar para probar el helado.

Terminamos de desayunar y nos fuimos. En el cerro catedral había un par de puestos, estaba todo muy tranquilo y la vista era muy bonita. Mientras disfrutaba de la misma, se me acercó una chica, muy atractiva y simpática. Ella estaba tomando fotos, nos pusimos a hablar. La conocí como la Morenita.

Ámbar: _ ¿Por qué te dicen la Morenita? si de morena no tenes nada.

Morenita: _ Porque cuando era chiquita me pasaba todo el día tomando té de hierbas naturales y su marca era la morenita.
Ámbar: _ Que loco (sonreí)
Morenita: _ ¿Porque no tomas fotos? Es lindo llevarse un recuerdo.
Ámbar: _ Los mejores recuerdos siempre quedan grabados en la memoria. Además mi amiga ya sacó demasiadas fotos.
Hablamos un poco más y de varios temas, nada en específico.
Morenita: _ Sos muy simpática ¿Queres que te deje mi número? Si precisas alguna recomendación de alguna excursión o boliche me avisas, ¿dale?
Ámbar: _ ¿En serio no tendrías ningún problema?
Morenita: _ sinceramente no me molesta, además no se encuentran todos los días personas interesantes como vos.


Intercambiamos números, ella se fue con su grupo y yo me quedé con mi amiga.


Renata: _ ¿Quién era?
Ámbar: _ Ni idea, la morenita le dicen, me paso su número y se ofreció recomendarnos lugares que si valen la pena para visitar.
Renata: _ Que raro, bah debe de ser nuestro día de suerte. No tendríamos que pagar un guía.


Nos dirigíamos al Turista en un colectivo de la empresa con la que viajamos, cuando llegamos desde afuera se veía todo muy lindo. Pero adentro era increíble, había chocolates en cajitas de metal con forma de corazón para regalar. En ese momento me detuve y pensé ¿A quién se lo regalaría? si Thiago no me responde los mensajes desde que discutíamos el día anterior a que saliera el vuelo.
Mis lágrimas comenzaron a caer, una tras la otra, en ese momento me dirigí al baño del local. Con desesperación trato de acomodar mi maquillaje y es imposible, las lágrimas no paran. En ese momento entra una chica rubia, trato de no mirarla por vergüenza. Fue entonces cuando ella me abrazó, fue tan cálido y tranquilizante que me rodeará con sus brazos. Rompí en llanto al instante.


Morenita: _ Todo va a estar bien, tranqui flaca. Decime quién te hizo llorar, que voy y lo mato. Tenes unos ojos muy bonitos como para que se te hinche por alguien que no vale la pena.

Una vez que me calme ella me invitó a tomar un helado, pidió de vainilla, yo pedí helado de chocolate. 

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