¡♡!
Este es un capítulo extra, más fuerte, más explícito que los poemas anteriores, esta historia no tiene conexión con los 10 poemas de "𝐄𝐀𝐓 𝐌𝐘 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓" asi que si desean leerla es bajo su propio riesgo.
Le envié la sinopsis a una amiga y me pidió (rogó, exigió) una versión mucho más explícita y detallada, con escenas subidas de tono, asi que yo no me negué y una madrugada escribí esto, por eso puede haber incongruencias, pero de cualquier modo intenté corregir lo mayor posible.
Sin nada más que decir
¡Espero que les guste!El calor de tu cuerpo era nulo, aunque la situación en la que te encontrabas no era la mejor, a decir verdad, los pies adoloridos, las muñecas sangrando, el bozal alrededor del cuello rasguñado, quemado, totalmente herido, los grilletes resonaban contra el frío suelo de madera, todo esto ante la ante mirada de aquel monstruo, ojos rojizos que te escaneaban de pies a cabeza, tus piernas, tus caderas, tu cintura, tu torso desnudo, tus pechos al aire, sintiendo frío, suaves como esponjas de nube, tu cuello marcado y tu rostro... Oh tu excitante rostro, una bella piel de porcelana, cabellos negros lisos cayendo en tu frente, enmarcado aquella obra de arte teñida de tonos rojizos, morados y toques verdes, aquellos moretones no desencadenaban la pieza de vals, ninguna herida, ningún corte, cada gota de sangre que recorría con delicadeza tu silueta, cada suave movimiento de doncella que resonaba en aquel lugar de madera y concreto solo lograba excitarlo más. No podían llamarlo loco, tenía a la mismísima afrodita en carne y hueso, con la piel al aire, la sangre creando un digno escenario, la brisa nocturna acompañando aquella danza de sueños, no podía creer la suerte suya para que estés completamente para él, tus labios decorados con un labial sabor cereza, aunque hinchados, un poco secos tal vez, tus ojos tan negros como el abismo, apagados y sin brillo, como una muñeca de porcelana siendo creada, era triste que no pudieras hablar, no volver a escuchar tu voz era lo único que iba a extrañar, porque de ahí, no había nada más.
Sin perder el tiempo te quito las cadenas que encarcelaban tus muñecas, un impacto resonó, era el sonido de tu cuerpo al ser liberado, él se tomó un tiempo para tocarte, recorrer tu frío cuerpo, pasando su mano por tus pechos, acariciando aquellas nubes de cielo con ganas de lamerlas, chuparlas tal vez, las masajeó como si fueran el mejor remedio para la ansiedad, disfrutando cada momento, después sus manos bajaron hacia tu abdomen, tu cintura, ahí no se contuvo, un escalofrío recorrió toda su columna al sentir tu piel helada entrar en contacto con su lengua áspera, deleitado por la sensación, el sentimiento que lo carcomía por dentro, ganas de profanar tu cuerpo una vez más, volverte a besar, a fundirse en uno solo para la eternidad, meneando sus caderas, lloriqueando en silencio, que ganas de embestirte de nuevo, penetrar tus entrañas, dejar tan abiertas tus piernas, tan húmedo tu coño, inconscientemente empezó a frotarse, tal vez que no tuvieras vida no quitaba ningún rastro de excitación, tal vez solo hacía que creciera.
Dejó de moverse, dejó de restregar, de golpear tu bello cuerpo de cristal, una pequeña pinchada de conciencia en su mente, susurrando, diciéndole el horrible acto que estaba cometiendo, manchando a aquel ángel tan puro, tan brillante, haciéndolo sucumbir al pecado, asi que escuchando a las voces paro de moverse, siguiendo lo que era el camino principal de aquella ruta, dio una última mirada al cuerpo para seguido voltearse, inspeccionando aquellos brillos metálicos, cuchillos de diferentes tamaños, formas, grosores, todos perfectamente ordenados, clasificados con cautela, sin ninguna pizca de mancha o suciedad, cogió uno de mango se madera con un resplandor excepcional, un filo que cortaba nubes, aquellas dulces nubes de algodón fueron rebanas de forma vertical, tu ni te inmutaste, era obvio que no podías, habías dejado de respirar hace mucho tiempo atrás, dejando un pecho plano, limpió la sangre con un pañuelo de seda, solo los nuevos y finos para su dama, con otro cuchillo, uno más grande y fuerte, uno de carnicero, empezó a hacer una especie de cuadrado en tu tórax, cortando con aquel objeto como si de un pastel de fresas se tratara, una pinchada recorrió esa zona cuando al abrir aquel baúl de sueños todos tus órganos quedaron expuestos, había obtenido una nuevo visión de tu cuerpo, una más hermosa, más gratificante, mucho más excitante, sus dedos nerviosos rozaron la zona, temblando ante la humedad, ante el tibio calor, la viscosidad quedo impregnada entre sus manos, queriendo arrancarte el corazón ya sin ánimos, sin pulso, sin vida, tan diferente al suyo, el de él vibraba con excitación, casi a mil por horas, resonando como tambor por aquellas cuatro paredes de adoración, gritando tu nombre, pidiendo tus caricias, todo su cuerpo las quería, toco el fondo de tu pecho, la parte donde todos los tejidos se reunían y los arrancó, quitó esos cables que le impedían sacar tu corazón, un pequeño golpe fue el indicio de que su acción había tenido éxito, cuando sus manos fueron enredadas en aquella cosa que era un equivalente a tu alma, sintió un fuerte espasmo recorrerlo, casi gimiendo, era suave, un algodón de azúcar que brillaba en tu sangre carmesí, quiso lamerlo, morderlo, absorber cada parte de este, quería ser totalmente tuyo, devorarlo, profanarlo, siguió acariciando aquel músculo bello, sus tonos rojizos, sus venas reventadas a flor de luna, lo divino que se veía muerto, sin vida, sin toques de alma, sin que vibrará, trasladó aquella pieza de cristal a una olla llena de agua cristalina que no tardo en volverse roja, siendo impregnada de tu aroma, de tu color, de todo tu sabor.
Tal vez esa era la única forma de volverse uno
Absorber tu vida
Comer tus entrañas
Tu corazón
Empalagarse con tu sangre
Gemir entre tu cuerpo
Entre tu alma
Devorar tu mente
Tus pensamientos
Fundirse en todo tu ser
Volverse uno
Ser uno
¡♡!
━━Subido sin terminar de editar porque me quede sin poemas pre-escritos, el resto de poemas se subiran encima de este capitulo.
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𝐄𝐀𝐓 𝐌𝐘 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓
Poesía♥ ! Solo quiero probar tu carne una vez mas, sentir tus latidos vibrando en mi pecho. El cálido abrazo que tu cuerpo me proporciona, aunque solo sean extremidades regadas por el suelo y yo este cubierto de tus deseos, mis labios empapados de aquel...