ANTONELLA 🎀 | Junior H

0.1

ANTONIO HERRERA
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— Ya vete hombre.

— Por ultima vez... — Pause. — Cuida muy bien a mi princesa.

— La cuidaré como a mi vida.

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Le di un besito a mi hija.

Salí de mi casa para después pasar a la casa de mi amigo Pantera y de ahí nos fuimos a comprar unas cosas.

Optamos por ir al Walmart.
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— ¿ Invitaste a Julio ?.

— Obviamente lo invite — Respondí. — Creo que hoy llega su hermana.

— Ni me acordaba de eso.

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Yo no la conozco.

Pero todo mi team de amigos se la pasa hablando maravillas de ella y tal vez hoy la llegue a conocer o no se.

De todas formas es bienvenida.
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— Faltan las salchichas para asar.

— Ajá, también falta la cebolla — Lo miré. — Vamos a dividirnos.

— Solo somos dos, pendejos.

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Me dio un zape.

Ahorita ya nos encontramos en camino hacia nuestra casa y al llegar miramos una camioneta negra en mi cochera.

La gente es bien concha.
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— No creo que sea Jimena.

— Esa no tiene ni bici — Reí. — Menos una camioneta de ese modelo.

— A lo mejor es Julio.

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T/N SALADO
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— Ella es la famosa Antonella.

— Hola muñequita linda — Acaricié su carita. — Me da mucha ternura.

— Creo que ya llegaron.

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Me senté al lado de Luis.

Comencé a hacerle juegos a la niña hasta que una voz medio ronca se escuchó y se trata del famosísimo Junior H.

Sus ojos se posaron en mi.
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— Ya sabes quien es.

— No seas mamón — Tape mi boca. — Perdón por lo que dije.

— Salúdalo, no seas ranchera.

ANTONIO HERRERA
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— Mucho gusto, T/N Salado.

— El gusto es mío — Estreche su mano. — ¿ Gustas algo de beber ?.

— No, no, gracias.

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Nos fuimos hacia el patio.

En lo que nosotros preparamos la carne asada nos pusimos a platicar y ella se ofreció a cuidar un ratito a mi hija.

Creo que mi bebé la ama.
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— Deja de verla como menso.

— No la estoy mirando — Rodé mis ojos. — Solo miré a mi hija.

— A mi no me haces tonto.

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Pasaron las horas.

La hermana de Julio me cayó demasiado bien porque es igual de loca que nosotros y además se llevó muy bien con mi cría.

Es raro que mi hija se lleve bien con otra mujer.
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— ¡ La niña no respira !.

— Eh, con eso no se juega — Lo miré. — Mi niña, reacciona.

— Vámonos al hospital.

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De inmediato nos fuimos.

Al llegar de inmediato se llevaron a mi hija a observación y yo me quede en la sala de espera con los demás.

No quiero que le pase nada malo.
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— Tiene una bacteria en su pancita.

— ¿ Como así ? — Pregunté alarmado. — ¿ Se va a mejorar ?.

— Le haremos un lavado de estómago.