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Es obvio cuando Sanji tiene una pesadilla, según aprendió Zoro. Primero sus ojos temblarán. Luego rodará hacia un lado. A continuación, todo su cuerpo se curvará formando una bola. Luego comenzará a temblar, acompañado ocasionalmente de murmullos. Finalmente, se despertará con un sobresalto y un grito ahogado de sorpresa.
El peliverde observa este ciclo noche tras noche desde su propia hamaca encima de la del chef. Su corazón comienza a latir con fuerza cada vez que ve ese familiar rollo en posición fetal, sabiendo bien lo que está por suceder. no se atreve a preguntar de qué se tratan las pesadillas (cheffy reaccionaría con algo como patearlo si pregunta nuevamente), pero no necesita saberlo. Todo lo que sabe es que cuando Sanji sufre, toda la tripulación sufre las consecuencias.
Es por eso que esa noche, cuando ve al cocinero hacerse una bola, baja silenciosamente de su propia hamaca y se arrastra junto a el. Está temblando y su rostro se retuerce en una mueca de pánico mientras Zoro envuelve sus musculosos brazos alrededor de él, un brazo acunando su cabeza y el otro alrededor de sus hombros.lo abraza fuerte y este continúa temblando, con el miedo grabado en su rostro dormido.
-"cocinero, sal de ahí".- susurra mientras la respiración del blondo se acelera. Sale entre jadeos aterrorizados.
-"Cejas rizadas". - lo intenta de nuevo, apretándolo un poco más fuerte. -"Estás bien, te prometo que estás a salvo. Está todo en esa estúpida cabeza tuya.
Sanji murmura algo, de alguna manera tensándose aún más. El espadachín se prepara para lo que sigue.
-"Sanji, cálmate, estás a salvo".- comienza a frotar la espalda del dormido rubio.- "relájate, estás bien".
Pasa un momento tenso. Luego otro. Zoro siente que todo el cuerpo de Sanji se relaja al mismo tiempo bajo su firme agarre. Su cuerpo se despliega gradualmente y la mueca de su rostro se suaviza. Roronoa deja escapar un suspiro que no sabía que estaba conteniendo. Continúa frotando distraídamente la espalda del cocinero, logrando que los músculos tensos se relajen bajo su tacto.
Los ojos del rubio se abren perezosamente. Inclina la cabeza hacia arriba y su mirada somnolienta y entrecerrada se encuentra con la del santoryu. espera que lo saque de la hamaca a patadas, gritando lo suficientemente fuerte como para despertar a toda la tripulación, pero para su sorpresa, cierra los ojos y acaricia el hombro de Zoro con la cabeza mientras envuelve sus brazos alrededor del amplio torso del espadachín. Está dormido en cuestión de segundos, sus rasgos se relajaron.
El ojigris reajusta su agarre sobre el blondie y cierra los ojos también. No sabe con qué está soñando el otro ahora, pero puede esperar que no sea otra pesadilla. se queda dormido fácilmente, todavía sosteniendo al contrario en sus brazos. . . .
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El sol apenas está sobre el horizonte cuando Sanji abre los ojos. Está cómodamente abrigado, el tipo de calidez que te hace querer dormir un par de minutos más. Su corazón no late con fuerza en su pecho y no está luchando por recuperar el control de sus pulmones: todas cosas buenas. levanta la mirada sólo para ver el rostro dormido del moreno en su hamaca. Sus otros sentidos comienzan a despertarse y hace un inventario: su rostro está apoyado contra el hombro de Zoro, sus brazos abrazados y sus piernas ligeramente enredadas. Sanji puede escuchar los tranquilizadores latidos del corazón del otro desde su ángulo, así como su respiración constante en su oído.
Por mucho que se niegue a admitirlo, se siente bastante cómodo en los brazos ajenos. Casi demasiado cómodo para irse.
Pero le prometió a Nami-chan un desayuno elegante y planea con entusiasmo cumplir esa promesa. El rubio suspira y se sumerge en el calor que irradia el espadachín por unos momentos más antes de soltarse silenciosamente de su abrazo. El moreno se mueve un poco pero no se despierta. El chef envidia la capacidad del cabeza de musgo para dormir como una roca, pero aun así está agradecido por poder dormir medio decentemente por primera vez en semanas. Enciende un cigarrillo y se dirige a la cocina, ocupándose del desayuno.
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Y después de no se cuanto tiempo volví, perdonen la ausencia esta vez estuve haciendo unos trámites, ya no quiero ser adulto, traje esto para que se entretengan mientras sale lo bueno, cuídense y tomen agua.
