La vida había sido demasiado injusta para Harry, llena de dolor, sufrimiento y traiciones. Era solo un niño, un niño que deseaba ser amado y quería ser protegido.
A pesar de todo, se esforzó por sobrevivir, sufriendo en el proceso. Cuando llegó la batalla contra Voldemort, sintió que ya no podía más. Estaba realmente cansado de todo, de todos los ridículos títulos, de los celos hacia él de sus "amigos". Solo quería ser normal, pero eso nunca fue posible, porque después de todo, él era el "Niño que sobrevivió".
Estaba harto de todo, harto de ser el centro de atención, harto de ser el héroe, harto de no poder decir basta.
Este era el fin de Voldemort. Ahora mismo estaba atrapado en un limbo; todo el espacio era blanco. Una figura se alzaba en el campo, una mujer de cabellos negros y ojos dorados, que se acercaba lentamente hacia él. Tenía una mirada tranquila, pero dura. Podía sentir su lástima en cada uno de sus pasos. Cuando al fin estuvo enfrente de él, dijo:
— Bienvenido, Harry.
Su voz era suave, pero también firme.
—¿Quién eres? ¿Por qué estoy aquí?
—Muy perspicaz. Eso me gusta. Soy Angela, una diosa de este mundo. Cariño, ¿eres feliz? —preguntó, mientras sus ojos atravesaban el alma dañada de Harry. Ella podía verlo, ver el dolor, el sufrimiento y la angustia de su alma.
Aquella pregunta destrozó algo en Harry. Lágrimas amenazaban con salir de sus hermosos ojos verdes. Cayendo lentamente, se derrumbó en su lugar, sintiendo que volvía a ser aquel niño pequeño que anhelaba ser querido.
—No. No lo soy. Yo no quería esto. No quería ser el centro de atención. No quería que todo esto ocurriera. Solo quería ser feliz. ¿Por qué? ¿Por qué no puedo serlo? —Harry finalmente se derrumbó en su lugar. Lágrimas y lágrimas corrían por sus mejillas, su mirada perdida en el piso, cuando sintió el suave tacto de aquella mujer.
—Oh pequeño, sé que fue difícil, pero ya estoy aquí, Harry. Necesito hacerte una pregunta más. Tú decidirás si aceptas o declinas. ¿Harry, quieres irte de esta dimensión? Podrás cambiar tu vida, empezar otra vez y ser feliz. La dimensión a la que te quiero llevar es similar, pero distinta a la vez. Sé que podrás ser feliz en ese lugar, pero dime, ¿quieres irte o quedarte?
Harry pensó por un momento. Estaba harto de todo, pero no sabía si confiar en esta mujer.
—¿Por qué me ofreces esto?
—Porque sé lo que es sufrir y anhelar algo que nunca podrás tener. Harry, te estoy ofreciendo esto porque quiero que seas feliz.
—Y-yo lo haré. Me iré de aquí. Acepto tu trato.
—Perfecto, Harry. Solo recuerda algo: no lo rechaces esta vez. Él en verdad está emocionado de conocerte y ser tu amigo aquel día.
Diciendo estas palabras, la mujer se despidió, dejando a Harry algo confundido, mientras sentía un inmenso sueño.
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Para Draco, la vida se había oscurecido de la peor forma posible. Su padre, su padrino al que amó y respetó como a otro padre, y su madre, todos ellos habían muerto por protegerlo. ¿De qué servía la vida entonces? Todos lo habían dejado. Atrapado y desolado, quería cambiar, quería pensar que todo esto era tan solo una horrible pesadilla, que un día despertaría y vería a sus padres y padrino, juntos en una cena, como todas las semanas. Cuánto odió ser un cobarde, cuánto sufrió por su propia cobardía.
Y hoy, lo estaba haciendo. Ya no le importaba nada y, aun siendo un cobarde, saltó de aquel precipicio, dejando que las llamas de arrepentimiento y dolor se aferraran a él, como una segunda piel.
—Lo siento, mamá, lo siento, papá, y lo siento mucho, padrino. Lamento que esto acabe aquí.
A lo lejos, pudo escuchar el pequeño grito de un: ¡Draco! ¡No!
No había marcha atrás. Pudo ver que la persona que gritó eso era Theo, su amado Theo, su prometido.
Al caer, solo pudo arrepentirse de una cosa: de no decirle lo mucho que lo amaba.
— Lo siento. mi amor.
La luz, la oscuridad y el dolor, era lo único que recordaba.
Ahora solo era una pequeña alma atrapada en ese maldito sentimiento de culpa.
Hasta que escuchó una pequeña y dulce voz:
—Es tiempo de despertar, mi pequeño.
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Severus Snape era tan solo un mestizo, un hombre que había sufrido los crueles hilos del destino. Sufrió desde pequeño hasta que fue un adulto. En ese maldito momento, lo único que lo relajaba era estar junto a su pequeño ahijado, al cual vio como a un hijo para él, el hijo que jamás pudo tener.
No negaría que su vida amorosa era un asco. Haberse enamorado de dos hombres que eran maravillosos, pero cada uno tuvo un destino distinto.
Tom era gentil, caballeroso y amable, pero también posesivo. Creyó ciegamente en él, pero cuando este lo abandonó, su vida se llenó de dolor y angustia. Noches desde su partida eran el más horrible dolor. Lágrimas y llantos, esperando su regreso. Dos años atrapado en ese maldito ciclo, decidió dar un paso hacia su futuro.
Régulus era la personificación de un caballero. Era gentil, comprensivo y apasionado. Todo lo que decía y las acciones que realizaba eran simplemente el mejor de los tratos. Muchas veces llegó a pensar que esta era la felicidad que necesitaba.
Pero, como siempre, el destino tenía otros planes. Luego de estar casi tres años sumergido en esa burbuja de amor y ternura, la realidad lo golpeó de la peor forma posible.
Su amor, su todo, estaba muerto entre sus brazos, luego del regreso de su ex-amante, el hombre que no creyó volver a ver, pero ya no siendo el mismo de aquel entonces.
Ante él, la presencia de un hombre oscuro, cruel y despiadado, que incluso ahora lo miraba con asco.
Tom... No, Voldemort, un hombre que no era más que la encarnación de la maldad.
El tiempo se sentía que transcurría con lentitud. Ahora estaba en manos de Voldemort. Cissa, su mejor amiga y confidente, junto a su esposo Lucius, eran su soporte en ese momento, trayéndolo de vuelta a la vida con la llegada de su pequeño, su ahijado. Un hermoso niño. No negaría que amó a ese niño en cuanto lo tuvo entre sus brazos. Draco no era solo su ahijado, era casi su hijo. Lo educó y ayudó cuando más lo necesitaba, siempre estuvo pendiente de él a medida que crecía.
Cuando sacrificó su vida, no le importó mucho cómo los demás lo vieran. Lo había hecho para que su hijo estuviera a salvo. Severus se volvería a sacrificar una y mil veces más si era por su hijo.
Al morir, su alma se sintió en paz. Estaba seguro de lo que hizo en ese momento, todo para poder salvarlo.
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Hasta aquí, la introducción, la neta no se que hice, pero me sentí dramática, haciendo esto, espero que les guste, esta historia tendrá 3 (Pov), así que prepárense, si no quieren sentirse mareados (Harry y Draco tendrán más Pov, pero la historia de Serverus, es en lo personal mi favorita)
Hiromi_anime se despide de ustedes :D
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"New beginning at your side"
FanfictionLa vida había sido injusta para Harry, desde que tenía memoria su vida había estado llena de abusos, cuando le llego la carta de Howards, sintió una pequeña luz de esperanza, sin embargo, siguió igual, ahora su vida corría en peligro en cada momento...