Parte 6: ¿Latidos?

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Sky sabía que no podría volver a ese lugar, tenía que buscar otra manera de mezclarse sin parecer sospechoso. Así que decidió esconderse en la casa de su nuevo amigo, Nicholas o Nini. Aun con poca confianza, él no podía dejar a su suerte a Sky, y tenía confianza de que podría devolverle a su Aurora. Tuvo regalas para eso, ya que su papá no podría enterarse de nada. No debía hacer mucho escándalo en la madrugada ni mañana, ya que en ese horario su padre dormía y hacia su vida en la casa, después de eso, se iba todo el día. También prometió enseñarle sobre ortografía, la tecnología y matemática básica, pero con su casi nula paciencia sería un poco difícil. No podía irse sin Sky a ningún lado para mostrarle los lugares cercanos a su hogar por si algún día se perdía. Y así se volvieron cercanos poco a poco. A veces, veía en Sky a su amiga, aun sin parecerse en mucho, cuando reía tenía su linda esencia.

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Avanzando un poco en el tiempo, un día fueron ambos a comprar unas cosas para cenar más tarde. Pero Sky no estaba muy animado, sentía que no pudo encontrar todo lo que buscaba en ese mundo, que algo le faltaba aun estando hace meses ahí.

- Nini, ¿crees que podré sentirme completamente bien algún día?
- Claro que si, sos una.. un peculiar ser bastante fuerte al venir a buscar cambiar tu rumbo, aun dejándolo todo atrás. ¿Por qué? ¿Que pensas?
- Siento que aún me faltan piezas para armar mí nueva vida, tal vez salir de la rutina de siempre, pero no sé.
- Mm, okey, entiendo. ¿Que te parece si mañana vamos a cualquier lugar que se nos imaginé? Vos propone cualquier cosa y vamos si podemos. Total mí papá no estará en todo el día, cómo siempre, asi que podemos cambiar un poco.
- ¡¡Si!! Siempre vi en esas películas que encuentran su destino chocando con alguien, ¡debemos conseguir un trabajo!
- ¡¿Qué?! Te tengo que prohibir ver esas películas chotas que dan en la tele.

Después de una charla un poco rara para Nicholas sobre que quería hacer Sky, decidieron salir todo el día, a partir de cuándo se despierten. Tenían todo un día planificado en diferentes sitios. Nicholas solo quería divertirse, pero Sky sentía que su destino le esperaba en algún lugar de todos esos, de verdad que lo esperaba.

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Su día iba a empezar en un horario normal, pero como ellos dos no saben que es eso, se habían levantado a las 11 casi 12 del medio día. Iban a ir a un lugar para desayunar, pero decidieron no ir por si los miraban raro desayunando a esa hora. Se quedaron a comer las sobras de la cena y tenían que esperar a las 5 para salir a merendar, pero por la costumbre de siempre, no les salió y se durmieron una siesta hasta las 7 casi 8 de la noche.

- ¡Nini! Nos quedamos dormidos mucho tiempo, ya no podemos ir... Dice con una mirada desilusionada, a punto de largarse a llorar.
- ¡Tranqui! Podemos.. ir a una fiesta, ¿querés? ¡Aun no termina el día!
- ¿Una fiesta? Nunca me dijiste de algo así, ¿que hacen las personas ahí?
- Mm, bueno, depende mucho. Las más raras son las que.. la gente termina teniendo intimidades con otras personas. No sé si sea buena idea ir a una así, mejor vamos a una tranquila.
- ¡¿Que decís?! ¡Vamos a esa! Necesito conectar con más gente, ¿¿¿podemos???
- Es que no me estás entendiendo..
- ¡No importa! Esa me interesó, vamos y si no nos gusta nos vamos a otra, ¿va?
- Bueno, por vos nomás lo hago.
Sky se tira arriba de Nicholas para darle un abrazo por su emoción y se preparan para ir a una.

Aunque Nicholas no tuvo más remedio que aceptar, no quería ir a que conociera el tipo de gente que iba a esas fiestas. Solo lo conocía a él, no sabía nada del resto de personas ni que tan malos podrían ser. Lo máximo que sabia era lo que las canciones que escuchaban juntos decían del amor, desamor y deseo, pero esas nunca las entendía.

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Al ir a esa fiesta que había encontrado un poco lejos de la casa, el único que se divertía era Nini. Él estaba muy alborotado y fuera de su sano juicio, pero Sky solo se sentó a mirar y cuidar a su amigo sin tomar una sola gota de nada. Se sentía observado por todos, ¿y si se dieron cuenta de que no era humano? Aunque eso era imposible por sus básicas creencias humanas, tenía miedo igual.
Estaba aburrido, pero no iba a encontrar divertido beber o aspirar cosas extrañas para experimentar una sensación tan fea cómo esa. Pero al girar su cabeza sin ganas, que estaba recostada en un sillón, vió a una persona que había despertado su curiosidad. Entre todo el caos del lugar, parecía estar inquieta, tal vez no le gustaba el lugar ni sabia cómo salir.

- Ey, ¿no te estás divirtiendo?
- ¿Que? Ah, no. Solo vine para pasar tiempo con.. una persona. Pero parece que fue en vano.
- ¡Tranquila! Yo tampoco la estoy pasando muy bien, podemos ir a fuera, ¡solo si querés!
- Mm, no sé. Ni siquiera se tu nombre ni vos el mío. ¿Cómo puedo confiar?
- Bueno, eso es fácil, con esperanza en el otro. ¡Un mundo lleno de decepciones no te impide conocer otros! Y soy Sky, encantado de conocerte desconocida. Extiende su mano con una cálida sonrisa cómo para generarle confianza.
- JAJ, que rara forma de ver a las personas, pero me agrada. ¿Que tenés planeado hacer afuera de este lugar, Sky? Y yo soy Venus, es un gusto. Aunque un poco confundida, acepta el apretón de manos entre risas, no había conocido a alguien que sea así en la actualidad.

Sus manos se tocaron, pero en ese preciso momento, algo de su pecho empezaba a sentirse raro. ¿Por Venus? ¿Era la reencarnación o una envíada de ese mundo? Tal vez por eso sentía esa sensación tan nueva y rara, los latidos humanos.

Runaway Star.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora