Capítulo XI

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⚠️ Advertencias ⚠️

¡Escena +18!.

➪ ¡BDSM!

¡Dominatrix!

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Lentamente los labios de Soei se abrieron, su lengua quedó expuesta mientras Yamaiko deslizaba uno de sus dedos dentro de la cavidad ajena, los oscuros ojos del esclavo subieron tímidamente para encontrarse con la mirada lasciva de su maestra, la noble acercó su rostro y beso al peli azul mientras atrapaba la lengua del varón sus dientes presionaron con la suficiente fuerza, gotas de sangre cayeron del beso y el sabor metálico se mezcló con el sabor de los labios contrarios, Soei soltó un quejido sin embargo el calor de su cuerpo aumento y solo deseaba que su señorita lo tocará aún más, Yamaiko rompió el beso dejando un hilo de saliva que conectaba sus bocas.

-Estas demasiado impaciente... - la fémina tomó del cabello del esclavo para jalarlo hacia atrás dejando el cuello totalmente expuesto para ella. - ¿Desde cuándo lo deseabas?.

Yamaiko dió una mordida en la blanca piel de su esclavo haciendo que el cuerpo ajeno se estremeciera.

-¡Ah..! Siempre.. siempre he deseado tener un momento así con usted señorita -Aquella mordida dejaría una gran marca y Soei no deseaba nada más que eso, de esa manera todos podrían saber a quien pertenece.

Yamaiko desabrochó la camisa de su esclavo, sus manos acariciaron el pecho, los besos y mordeduras del cuello bajaron hacia los pezones del varón, Soei dejo escapar varios suspiros, avergonzado trato de amortiguar los sonidos que salían de su boca, sin embargo su maestra lo jaló el collar de su cuello.

-Quiero oírte - susurro y enseguida esos ojos violetas atraparon la atención del esclavo.

-Cómo ordene.. a-ama - respondió sintiendo su cara calentarse.

Yamaiko le sonrió a su amante, sus manos continuaron su camino bajando hacia las caderas de esclavo para después tomarlas fuertemente y empujarlas contra ella, la fricción provocada envío varios escalofríos de placer que hicieron que ambos soltaran un gemido de sorpresa, necesitaban más, pero había un inconveniente.

-Soei. - llamó con un hilo dulce en su voz, Yamaiko se dió la vuelta - este vestido es realmente molesto, ¿Me ayudarías a quietarmelo?.

La fémina sonrió con diversión al ver a su esclavo totalmente rojo, era entretenido ver al normalmente serio Soei mostrar esa clase de expresiones.

-Si.. ama - los dedos del peli azul tocaron con delicadeza la espalda de su maestra, con lentitud desató las cintas del vestido hasta que esté cayó al suelo por cuenta propia.

Debajo del vestido Yamaiko tenía puesto un camisón blanco, sus pechos eran visibles detrás de la delgada tela de la prenda, Yamaiko se dió la vuelta tomando el rostro de su esclavo en sus manos.

-Quitate la ropa - ordenó suavemente mientras subía una de sus rodillas rodando la entrepierna de su amante, provocado.

-¡A-ah!.. nmah.. l-lo que desee - El esclavo desabrochó su pantalón dejando libre su erección, en cuestión de segundos su piel estaba completamente expuesta.

Yamaiko sonrió divertida, poso su mano en el pecho de su esclavo y lo empujó sobre el escritorio.

-Mi lindo y obediente Soei - Elogió mientras se subía encima del varón, un simple roce basto para arrancar gemidos de ambos, lo único que se interponia entre la piel era la delgada tela que aún poseeia Yamaiko.

Los esclavos de la señorita.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora