<<ES UN GUSTO, CHICO LINDO>> Esteban X Blas ★★★

⁰³

Quién diría que nuestro buen Blas estaría alterado a unas horas antes de que llegara su amado para la cena.

Así es. Blas Polidori aún no sabía que vestir y solo faltaba una hora para la cena.

Quería verse bien.

Guapo.

¿Por qué de repente se le complicaba combinar atuendos?

Tomó un baño y se decidió por un pantalón de vestir color café junto a una camisa blanca.

Al menos se veía bien.

Elegante.

Eso era bueno.

—Dios amor, que guapo te ves. —menciona la mamá de Blas sorprendida al ver a su hijo.

La Sra. Polidori era una mujer refinada. Amaba a su hijo y lo amaba aún más cuando éste se vestía elegante y no con unos simples jeans.

Y Blas siempre fue su buen hijo.

—Gracias mamá, ¿está todo listo? —pregunta Blas acomodando por milésima vez su cabello.

Que no se note su nerviosismo.

—Si Querido, tu padre llegará pronto. Espero tu amigo sea puntual.

Blas toma su teléfono para mandar un mensaje al gringo.

Realmente no faltaba nada para que llegase la hora.

[Kuku]
"Sos puntual ¿verdad?"

"¿Tenés miedo a que
no vaya?"

"Para nada. Quiero asegurarme
de que no decepcionarás
a mis padres."

"A los abogados nunca.
Estoy yendo para allá."

Oh santo cielo.

Necesitaba prepararse mentalmente.

Pasaron algunos minutos y el Sr. Polidori había llegado finalmente a casa. Ahora solo faltaba el invitado.
Y

no fue tanta la espera. Había llegado haciendo sonar el timbre para que alguien le abriese la puerta.

El momento había llegado.

Blas, con una respiración profunda, se dirige hacia la puerta de la entrada para hacer entrar al invitado.

Y cuando lo hizo, dejó de respirar por un momento al volver a ver nuevamente al gringo.

Esteban Kukuriczka. Hombre gringo, alto, algo mayor y con un porte de elegancia, vestía un conjunto enternado de color café.

Combinaron sin querer.

Blas, sin saber porque su nerviosismo, se dio cuenta en ese mismo momento que había caído en los encantos del gringo.

¿En qué momento?

No lo sabía. Pero si sabía que esta noche, Esteban se veía re lindo.

<<No basta, hasta ya pienso como enamorado>>

—¿No me vas a dejar pasar? —preguntó Esteban al ver a Blas parado frente suyo sin decir ninguna palabra.

<<¿Tan mal me veo?>> pensó Kuku.