Poema para Raven

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En la Torre de los Titanes, una suave melodía resonaba por los pasillos. Robin, el líder del equipo, se encontraba sentado en su habitación, con un lápiz en la mano y la mirada perdida en el horizonte. Su corazón latía con emoción mientras dejaba que las palabras fluyeran en el papel frente a él. Estaba escribiendo un poema para Raven, la misteriosa y valiente hechicera del grupo, a la cual guardaba un profundo amor en su corazón.

Las palabras fluían con facilidad, expresando sus sentimientos más profundos y sinceros. Cada verso era una oda al amor que sentía por Raven, a la admiración que despertaba en él cada día, a la ternura y valentía que la caracterizaban. Robin sabía que debía entregarle el poema, pero el miedo y la duda lo paralizaban.

Después de leer y releer cada palabra, Robin dobló cuidadosamente la hoja y la dejó sobre su escritorio, vacilando en si debería dársela a Raven o no. El poema representaba sus sentimientos más íntimos, su vulnerabilidad y su amor por ella, pero temía el rechazo o la incomodidad que podría causarle a su compañera de equipo.

Mientras tanto, Raven paseaba por los pasillos de la Torre sumida en sus pensamientos. Una sensación inexplicable de melancolía la invadía, como si algo estuviera a punto de cambiar su mundo. Al llegar a la habitación de Robin, notó la hoja doblada sobre su escritorio y la curiosidad la llevó a abrirla.

Al leer las primeras líneas del poema, las lágrimas brotaron de sus ojos, sorprendiéndola por la intensidad de las emociones que despertaban en su interior. Cada palabra escrita por Robin era un reflejo puro y sincero de su amor por ella, de la conexión especial que compartían, de la admiración y el respeto mutuo que los unía.

Raven sintió cómo su corazón latía con fuerza, cómo cada verso tocaba una fibra profunda en su ser. El poema revelaba la vulnerabilidad y el amor genuino de Robin, haciéndola comprender la profundidad de los sentimientos que albergaba hacia ella.

En aquel momento de intensa emoción, Raven se encontraba sentada en su cama, con lágrimas brotando de sus ojos y un nudo en la garganta. Sus pensamientos eran un torbellino de sensaciones mientras leía el poema de Robin. La sinceridad y el amor desbordados en las palabras escritas por él la conmovieron de una manera que nunca había experimentado antes.

Robin, preocupado al encontrar a Raven en ese estado, se acercó a ella con cautela, dejando que sus pasos resonaran suavemente en la habitación. Se sentó a su lado y gentilmente le secó las lágrimas con el dorso de su mano, sin pronunciar palabra alguna, dejando que el silencio hablara por ellos.

Raven sintió la cercanía reconfortante de Robin, su presencia tranquilizadora en medio de la tormenta emocional que la invadía. Sin pensarlo, lo abrazó con fuerza, dejando que la calidez de su gesto envolviera sus corazones con una intimidad y complicidad que no necesitaba de palabras para expresarse.

En aquel abrazo, Raven y Robin encontraron consuelo mutuo, una conexión que trascendía las barreras del miedo y la incertidumbre. En el silencio compartido, en el contacto de sus cuerpos y almas, se revelaban los sentimientos profundos y sinceros que habían estado ocultos entre ellos.

Después de un momento de calma y complicidad, Raven levantó la mirada hacia Robin, sus ojos reflejando una mezcla de gratitud, amor y vulnerabilidad. Sin decir una palabra, permitió que sus emociones hablaran por sí solas, expresando una confianza y complicidad que habían estado latentes en su relación

"Robin, tus palabras son un regalo precioso que toca mi corazón de una manera que nunca antes había experimentado. Gracias por expresar tus sentimientos de esta manera tan hermosa y honesta", dijo Raven con voz suave, sus ojos reflejando la ternura y el amor que sentía en ese momento.

Robin, sorprendido por la reacción de Raven, la miró con asombro y alegría en sus ojos. Se sintió abrumado por la emoción de verla recibir su poema con tanto cariño y comprensión. Finalmente, los dos se abrazaron, compartiendo un momento de profunda conexión y amor mutuo.

Robin, con los ojos llenos de afecto y sinceridad, se inclinó levemente hacia Raven, acercando sus rostros con suavidad. En un gesto cargado de emoción y valentía, depositó un beso tierno en los labios de Raven, sellando de esa manera un pacto de amor y complicidad que trascendía las palabras y los gestos.

El beso, suave y significativo, marcó un punto de inflexión en la relación de Raven y Robin. En ese instante de intimidad compartida, de vulnerabilidad aceptada y amor expresado, encontraron un nuevo inicio para su historia juntos, donde la sinceridad, el afecto y la complicidad los guiaban hacia un futuro de posibilidades y promesas compartidas.

Así, en el cobijo de la Torre de los Titanes, el amor entre Raven y Robin floreció con renovada fuerza, nutrido por la valentía de expresar sus sentimientos más profundos y la complicidad que los unía en un lazo especial y único. Juntos, enfrentarían el mañana con la certeza de que su amor era un faro que iluminaba su camino, guiándolos hacia un futuro lleno de amor y complicidad.

Fin

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