Feliz Cumpleaños Rae

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En la Torre de los Titanes, un aura de emoción y misterio envolvía el ambiente. Chico Bestia se encontraba absorto en la búsqueda del regalo perfecto para el cumpleaños de Raven, la hechicera del grupo cuyo enigma y valentía lo fascinaban profundamente. Sabía que debía encontrar algo especial, algo que reflejara toda la admiración y afecto que sentía por ella.

Recorrió tiendas y mercados mágicos, explorando libros, amuletos y artefactos que pudieran capturar la esencia de Raven. Finalmente, sus ojos se posaron en un antiguo libro encuadernado en cuero negro, de aspecto enigmático y lleno de promesas de secretos por descubrir. Un diario en blanco, esperando ser llenado con pensamientos y emociones.

Chico Bestia sintió que ese libro era el regalo perfecto para Raven, un lugar donde ella pudiera plasmar sus pensamientos más profundos y encontrar un refugio para su misteriosa alma. Sin embargo, quería que fuera aún más especial, más personal.

Decidió entonces que escribiría un poema para ella en la primera página del diario, un poema que reflejara sus sentimientos más íntimos y profundos. Con el corazón lleno de inspiración, comenzó a plasmar sus emociones en palabras, dando vida a un canto de amor dedicado a su Cuervo.

El poema tomó forma en su mente y en el papel, cada verso resonando con la fuerza de sus sentimientos por Raven. La pluma se deslizaba con suavidad sobre la página, trazando cada palabra con la delicadeza de quien intenta capturar la esencia de un alma en un puñado de versos.

Al terminar, leyó en voz alta el poema:

"Para mi Cuervo:

En la penumbra de la noche en que te vi brillar,
mi corazón vibró con fuerza, sin poderlo evitar.
Eres mi cuervo de sombras, mi luz en la oscuridad,
tu misterio y valentía me hacen suspirar.

En tus ojos profundos encuentro un universo,
donde la magia y el amor se funden con el verso.
Eres la hechicera de mi alma, mi eterna musa,
caminando en la penumbra con gracia difusa.

Tu poder es tu encanto, tu corazón un enigma,
me pierdo en tu esencia, en tu mirada enigma.
Eres mi luz en la noche, mi consuelo en la pena,
mi cuervo de alas negras, mi estrella serena.

En cada gesto tuyo veo la magia danzar,
entre sombras y misterios, en tu abrazo encontrar.
Eres mi confidente, mi amiga y mi amante,
en ti hallé un refugio, un destino constante.

Para mi cuervo de penas, mi ángel oscuro,
te entrego este poema, mi humilde conjuro.
Que nuestras almas unidas sigan el mismo vuelo,
en el abrazo eterno de este amor sincero.

En cada caricia, en cada suspiro compartido,
se funden nuestras almas en el tiempo escondido.
Eres mi cuervo amado, mi belleza esquiva,
en tus alas de sombra encuentro la vida.

Que en la oscuridad de la noche y la bruma,
nuestro amor sea eterno, una canción que retumba.
En tus ojos de cuervo veo la luz del día,
y en tu serena presencia, encuentro mi alegría.

Para ti, mi cuervo de sombras, mi eterno amor,
en cada latido de mi corazón, en cada resplandor.
En el vuelo de nuestras almas, en la danza del destino,
estarás siempre conmigo, en un abrazo divino."

Cada palabra resonaba en el corazón de Chico Bestia, expresando la profundidad de su amor y admiración por Raven. Con el poema en la primera página del diario, el regalo estaba completo, cargado de sentimientos y emociones que esperaba que llegaran al corazón de su amada Cuervo en su día especial.

Con el regalo en la mano, Chico Bestia se preparó para entregarlo a Raven, con la esperanza de que el poema transmitiera todo lo que no había sido capaz de expresar con palabras en su día a día. Estaba ansioso por ver la reacción de Raven, por compartir con ella ese pedazo de su alma que había plasmado en aquel poema dedicado a su Cuervo en la penumbra de la noche.

Raven, envuelta en la celebración de su cumpleaños, recibió el regalo de Chico Bestia con una sonrisa agradecida, pero al principio, entre risas y bailes con sus amigos, lo dejó a un lado sin prestarle mayor atención. La fiesta continuó, llena de risas, música y complicidad entre los miembros de los Titanes, mientras el regalo de Chico Bestia aguardaba en un rincón, esperando silenciosamente su momento.

Con el transcurrir de la noche, las risas menguaron, las luces se apagaron una a una, y la Torre de los Titanes se sumió en un silencio reconfortante y enigmático. Solo dos jóvenes del equipo permanecían despiertos: Raven y Chico Bestia. En la tranquilidad de la noche, Raven sintió la curiosidad picarle, y tomó el regalo de su amigo verde entre sus manos.

Con cuidado, deshizo el envoltorio y abrió el diario que Chico Bestia había elegido con tanto cariño para ella. Al leer el poema en la primera página, una expresión de desconcierto y asombro se pintó en su rostro. Se llevó una mano a la boca, con los ojos brillantes y el corazón latiendo con fuerza, sorprendida por la belleza y la sinceridad de las palabras escritas por su amigo.

Movida por una mezcla de emoción y gratitud, Raven decidió buscar a Chico Bestia para agradecerle personalmente por ese regalo tan significativo. Se dirigió hasta la cocina, donde lo encontró lavando los platos, ajeno a su presencia. Al verla, Chico Bestia se sorprendió, pensando que era el único despierto en la Torre en esa hora de la noche.

Antes de que pudiera decir algo, Raven le sonrió con cariño, iluminando la habitación con esa calidez que la caracterizaba. Con el diario entre sus manos, se acercó a él y, con voz suave pero llena de emoción, le dijo: "Chico Bestia, quiero agradecerte por este regalo tan hermoso. El poema que has escrito para mí es... simplemente increíble. Nunca imaginé que dedicarías algo así para mi cumpleaños. Gracias por tu sinceridad y por este gesto tan especial".

Chico Bestia, con los ojos brillando con gratitud y alivio, respondió: "Raven, no hay palabras suficientes para expresar lo que siento por ti. Quería que este regalo fuera algo más que un simple obsequio, quería transmitirte lo que realmente significas para mí en este día especial. Gracias por ser parte de mi vida y permitirme compartir contigo este detalle".

Entre risas cómplices y la quietud de la noche, Raven y Chico Bestia compartieron un momento de complicidad y amistad, uniendo sus corazones en un vínculo lleno de cariño y comprensión. El regalo que parecía solo un diario se había convertido en un símbolo de la conexión especial que compartían, marcando un momento único en la historia de los Titanes y fortaleciendo los lazos que los unían como equipo y como amigos inseparables.

Fin

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