(Padre de Tom)
–Tus dos hijos ya vienen ¿lo sabes?– Mi esposa Simone estaba fumando un porro– Tienes que decirles la verdad, aunque Anne diga que está bien sabes que no lo está y sabes el porque.
–¿Pero a quien mierda le importa el incesto ahora?– me dolía la cabeza ferozmente.
–Joder, a mi no me importa el puto incesto, sabes la maldición, lo sabes, si los amas tanto entonces diles la verdad.
–Que no, no les voy a decir la verdad,– la maldita maldición…
–¿Entonces vas a dejar que pase a mayores? Recuérdalo, son ellos o alguno de ustedes dos.
–¿Y a ti por qué mierda te importa tanto?
–Porque uno de ellos es precisamente mi hijo.
–Esa maldita maldición es falsa, con el tiempo se va olvidando,– mi cabeza va a explotar– Ellos se van a casar, se van a vivir lejos de toda esta basura y cuando sean viejos como nosotros te vas a dar cuenta que la maldición es otra de las ocurrencias de esa vieja.– sonó el timbre. Mi esposa suspiro y puso su mejor sonrisa. Ví a nuestro hijo entrar… Sus rastas estaban más largas, su cara sin duda seguía siendo igual de hermosa y estaba un poco más alto. Luego ví a Bill, mi hijo, su cabello era lacio y negro con mechones rubios o más bien plateados, su cara estaba perfectamente maquillada y vestía completamente de negro, era un poco más alto que Tom, su cadena llevaba una calavera y sus anillos eras totalmente hermosos, sin duda parecía una estrella de rock. Después ví a una niña entrar, una niña pequeña, era mona, su cabello estaba un poco más abajo de los hombros resaltando su hermoso color rubio, sus ojos azules y unas pecas poco notorias al rededor de sus mejillas. Sonreí–¡Hola Tom!– Simone se colgó al cuello de Tom y le llenó la cara de besos, luego pasó a saludar a Bill– Oh, hola Bill, sin duda eres mucho más guapo de lo que imaginaba– saludó a Bill de beso en la mejilla y le dió un abrazo, seguido de el venía Emily– Hola pequeña, eres muy linda ¿Cómo te llamas?– la niña sonrió y sus mejillas se pintaron de un color rosado extremadamente hermoso.
–Me llamo Emily,– Simone le dió un besó en la mejilla y la alzó en sus brazos.
–¿Cuántos años tienes?– sin duda mi esposa era la más feliz, siempre quiso tener una hija.
–Tengo seis años– bueno, aparentaba menos pero está bien, supongo. Tom caminó hacia mi y me estrechó la mano.
–Hola padre– en vez de darle la mano le dí un fuerte abrazo.
–Cuanto tiempo, Tom– sonreí y lo solté. Me dirigí hacia mi otro hijo, Bill, el es el claro ejemplo de lo que quise ser en algún momento…– Hola Bill– Bill se quedó mirándome con desconfianza pero después se acercó a mi, le dí un abrazo corto y le acaricie el cabello dulcemente, disfrutando de la textura suave y muy bien cuidada. Pasé ahora dónde mi esposa que tenía a Emily en sus brazos– Hola Emily,– mi esposa la dejó en el piso junto enfrente de mi y me arrodillé poniendo todo mi peso en mi pierna, así es como saludamos a las mujeres, pueda que seamos delincuentes pero eso no significa que no tengamos modales, claro que no. Emily sonrió y me levanté de nuevo, mi esposa la volvió a alzar en sus brazos y la llevó a la cocina.– Pasen al salón– Bill y Tom caminaron hacia el salón y yo fuí en busca de mi esposa, estaba haciéndole un biberón a Emily,– Ella no es un bebé, dale algo maaaas acordé a su edad– Simone me miró incrédula.
–¿Quieres huevitos con salchicha?– Emily asintió con una sonrisa.
–Muchas gracias– Simone sonrió con ternura y sacó de la nevera dos huevos. Si, tenemos muchos empleados pero Simone exigió que nunca habrán cocineros, ella es una exelente chef y es lo que le gusta así que ¿Que puedo hacer yo? Bajar la cabeza y dejarme dominar, como no. Salí de nuevo hacia el salón donde estaban los sofás y algunos muebles para descansar. Bill estaba nervioso y Tom, Tom… cómo siempre.
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Solo Tu Puedes Salvarme
DiversosDos hermanos siendo separados, valla, es una perfecta maldición para aquellos dos, lo que no saben es que el destino se encargará de devolverles lo que nunca pudieron tener, amor, pero, ellos no van a tropezar con la misma piedra, ellos no van a per...