Mi último deseo.. Flor morada.

3. Tiempo para conocernos

La noche había caído, y Gwen me propuso ir a caminar hacia el parque en dónde había ocurrido la tragedia, yo accedí, y fuimos juntas a caminar por ahí para conocernos mejor.

Gwen me contó que en su niñez le gustaba coleccionar muchas cosas, no tenía algo en específico, sólo eran cosas que le parecían extrañas y las guardaba en un cajón oculto dentro de su cómoda.. -nadie puede acceder a mi secreto, yo tengo la llave, aún así me hayan botado y hayan querido rebuscar todo, la llave vino conmigo, y ese secreto de quedará conmigo. - dijo mientras la observaba detalladamente, noté que cuando ella hablaba y explicaba las cosas, comenzaba a mover las manos intentando recrear lo que está describiendo, sus expresiones no son para nada notorias, sólo es el tono de voz que es el que indica si está alegre, triste, enojada o alterada.

¿Cómo me di cuenta de eso rápido?, soy una persona muy observadora.

Gwen se la pasó en casi todo el recorrido contando sus historias, mi mente captó esas historias y las guardó comenzando a crear una paz en mi. - siento que hablé mucho, lo siento, ahora, te toca a ti contar.- ella me miró y se detuvo esperando a que comenzara a hablar sobre mí.

- bien.. eh.. viví la mayor parte de mi vida en México.. - mi mente comenzó a recrear las escenas de mi niñez y casi pubertad en México. 

- Mis Padres eran muy felices, éramos felices. Hasta que mi padre cayó en depresión por la muerte de la abuela, mi madre intentó todas las maneras posibles para poder animarlo, consolarlo y afrontar todo juntos. Pero mi padre se dejó llevar por la profunda tristeza que tenía y cayó en el alcoholismo. Mi madre por años soportó eso hasta que no pudo más, y le pidió el divorcio a mi padre, llevándome con ella. Mi pasatiempo favorito era acostarme en el césped y dejar que las mariposas aterrizaran encima mío, eso solía relajarme cuando ni madre no estaba en casa.. - me detuve del relato al salir de mis recuerdos y ver qué Gwen estaba tan atenta, por primera vez.. su expresión seria y de preocupación cambió. Ví su expresión tan relajada y a ella tan concentrada que hizo que olvidara lo que estaba diciendo, comencé a trabarme intentando recordar lo que estaba a punto de decir.

- ¿Y qué pasó después? - dijo ella confundida , poco a poco volviendo a su expresión normal .

- eh ... - yo no sabía que más decir, los recuerdos de la nada comenzaron a bloquearse y ya me había quedado sin palabras.

- entonces me quedaré sin saber - dijo comenzando a caminar nuevamente, yo sólo la seguí y comenzamos a hablar de gustos.

Por otro lado, las enfermeras estaban hablando en su oficina con el médico de lo que había ocurrido, el médico las miró y dijo - La señorita Jenni, tiene un historial muy grande sobre agresiones a sus psicólogos, asegurense de que ella tome sus medicamentos, tiene una ira incontrolable.- 

- Pero ella se pone agresiva cuándo se trata de medicarla, se pone a gritar y a decir que no quiere ser "drogada" - respondió una de las enfermeras que tenía rasguños y algunos moretones que otros pacientes les había hecho.

- entonces inyectala, la sustancia hará que quede inconsciente y logre relajarse, traten de controlarla lo mejor que pueda. Amy Flowers, vendrá pronto, y ella quiere encontrar a su hija en buen estado, ¿Ya le curaron perfectamente sus heridas de su crisis?- fue lo último que dijo el médico para luego señalar la puerta y volver a su trabajo, las enfermeras salieron muy frustradas.

Ambas se dirigieron a la habitación y no nos encontraron, claramente teníamos un horario para salir.

- Malditas locas - dijo una de las enfermeras ya estresada y fue a buscarnos.

- Claudia, tienes que calmarte, sabes que ellas dos son las más graves.- 

- No me digas que hacer ahora, Alicia.- Claudia la miró con cara de muy pocos amigos mientras se iba, mientras que Alicia sólo suspiró y decidió seguirla muy calmadamente.

Nosotras estábamos dentadas en una banca mientras hablábamos de lo más normal, en un par de minutos, escuchamos el llamado de esa enfermera tan estresada.

- ¡Jenni, Gwen!, ¿Qué carajos hacen aquí? ustedes ya deben de estar durmiendo.- dijo en un tono algo que para nada me agradó, nadie me había gritado. Ni mi propia madre.

- Disculpe, pero queríamos relajarnos.- Dijo Gwen muy firme mientras se cruzaba de brazos.

Antes de que Claudia nos comenzara a gritar, Alicia apareció y detuvo la detuvo antes que fuera peor.

- Disculpen señoritas. Pero ya deben estar durmiendo, ya es tarde. Así que, vamos a su habitación y se duermen, por favor.- 

Gwen se levantó al escuchar el "por favor" de la enfermera Alicia - no les costaba nada ser amable - dijo antes de irse, me levanté unos segundos después y la seguí, ví de reojo como la enfermera Claudia estaba muy furiosa.

Ambas fuimos a la habitación, me acosté en mi camilla y intentando dormir, Gwen fue al baño. Parason unos minutos y la enfermera Claudia se acercó

- Ya es hora de dormir, Rodríguez. - antes de que pudiera decir algo, me inyectó una sustancia que me hizo perder la consciencia.

Vi como la enfermera Claudia se iba mientras yo estaba luchando por no quedarme dormida. Fue realmente aterrorizante.

Sueño de Jenni.

Desperté en mi casa, llevaba la misma ropa que hace 6 años, sudadera amarilla, polo negro, mis pulseras, zapatillas negras, mi cinta negra en la frente y mis pantalones anchos. Me levanté de la cama y comencé a caminar por la habitación, todo estaba igual, los pósters, la cómoda desordenada, los zapatos tirados, mi habitación tenía un tono rosa y a la vez, un tono nostálgico. 

Comencé a caminar fuera de la habitación, no había nadie. No podía decir ni una sola palabra por más que intentaba, miré hacia el reloj pero estaba sin manecillas, y las horas.. las horas no se marcaban.

Bajé al primer piso y en el suelo había un rastro de sangre, me acerqué lentamente y vi a una señora llorando, todo era mi raro, de la nada ya podía hablar.

- Disculpe, señora, ¿Está usted.. - antes de que terminara de hablar, ella me miró y sus ojos estaban muy dilatados, tenía una cara de miedo, como si hubiera visto un fantasma, y en sus brazos, estaba cargando a un muñeco sangrando cómo si fuera un bebé, Un grito muy escalofriante y desgarrador salió de ella, haciendo que me asustara y levantara de mi sueño de inmediato.

Para mí suerte. Ya era otro día.

- Todo bien? - me preguntó Gwen mientras yo estaba intentando recordar todo.

No respondí y sólo me quedé mirando en un punto fijo.

No me dí cuenta que Gwen sostenía unos papeles, que trataba de ocultarlos.

- Me llenas de curiosidad, Jenni..- Dijo Gwen susurrando para ella misma.

Mi último deseo, flor morada..