16.

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La gran despedida había llegado, todos los equipos se encontraban en la entrada de la escuela listos para despedir a los de Karasuno que volvían a Miyagi. Nuestra protagonista mordía fuertemente su labio, en menos de una semana había conseguido a su soulmate y ahora debía dejar de verlos por algunos meses y eso solo hacía que una gran incomodidad creciera en su pecho.

Dio grandes pasos para acercarse al rubio quien la miraba de manera atenta. Con un suave movimiento de muñeca quitó aquella cinta roja que siempre usaba para atar su cabello, sin previo aviso tomó la muñeca del chico quien no se opuso.

—Es una promesa. —Kei escuchaba atentamente las palabras de ella. —De que ganaran las intercolegiales y me devolverás esta cinta en las nacionales. Solo así podre quedarme tranquila de que te volveré a ver. —su voz sonaba decidida pero sus ojos se movían de manera inquieta demostrando preocupación.

—No puedo prometerte eso. —el rubio intentó quitar aquella cinta pero solo logró que recibiera un golpe en la mano.

—Promete que la cuidaras, esa cinta era mi madre.

Tsukishima volvió a mirar a la chica y suspiró, sabia porque ella hacia esto. Él también sentía esa presión en su pecho, el estar lejos de su soulmate solo sería un proceso tortuoso y totalmente amargado pero, por primera vez, está dispuesto a soportarlo.

—Debería preocuparte más que tu equipo llegará a las nacionales. —despeinó el cabello de Suzuki a manera de burla, esta se alejó riendo.

—¡Claro que llegaremos! Me tienen a mí. —se señaló con orgullo haciendo rodar los ojos al más alto. —Me llamaras, ¿verdad? Tienes que llamarme, Tsukki. —comenzó a mover el brazo del chico de manera frenética, este volvió a suspirar, tal vez, no extrañaría esto.

—Claro que te llamaré, debo recodarte el no lastimarme, esto harto de dolor en mis brazos.

—¡Oye! Empecé a tener más cuidado, ¡hasta te prometí comprar protectores más gruesos!

—¿Por qué no te envuelves con plástico burbujas mejor? —el de lentes se inclinó para quedar a la altura de ella y burlarse mejor.

La chica por su parte, acercó más su rostro a él y terminó sacando su lengua de manera infantil. Ambos adolescente rieron por lo bajo antes de percatarse de su cercanía, se habían besado esta tarde pero había sido un impulso, nada se comparaba con la cercanía que tenían ahora.

—¡Tsukishima apresúrate que ya nos vamos!

El bloqueador maldijo mentalmente a su capitán. Se encontraba en un buen momento y ahora tenía que interrumpirlo.

—Tsukki.

El chico volvió a fijar la vista en su novia pero antes de que pudiera reaccionar sintió como alguien depositaba un beso en sus labios. Sonrió sonrojado.

—¡Tienes que llamarme! ¡Promételo que lo harás! —La líbero se alejó corriendo mientras repetía estas palabras.

El chico volvió a sonreír. Tenía que ir a las nacionales, tenía una promesa que cumplir.

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Kei suspiró. Había logrado escapar años de esta conversación pero ahora estaban ahí, su hermano Akiteru y él conversando.

—Tu expresión parece diferente. Jugaron fuera, ¿no? ¿Fue muy difícil?

El menor ni siquiera podía levantar la mirada del suelo se sentía bastante cohibido en esta situación.

—Lo normal...—susurró desganado.

—Se nota en la cara que lo fue.

Después de esa respuesta el silencio reinó unos segundos seguidos del sonido del balón provocados al chocar contra el aro de basket. Kei por fin miró a su hermano.

—Aun juegas al voleibol, ¿no?

—Sí. Estoy en un equipo.

—¿Tienen torneos? —ahora el menor tenia curiosidad.

—Si así es. Quieres saber porque sigo jugando después de lo de preparatoria ¿no?

El de lentes se tensó ante la respuesta, si se preguntaba eso pero no esperaba que lo atraparan tan rápido.

—Es justo por lo que pasó. Pensar en eso es muy frustrante y no diría que fue una buena experiencia. Además, ya viste lo patético que era. No hice nada en preparatoria, no pude experimentar lo bueno del voleibol pero, ya lo descubrí, lo bien que se siente hacer un remate, el orgullo al escuchar los vitoreo.

En ese momento, en ese justo momento Tsukishima lo recordó. La conversación que había tenido con su soulmate "el momento" que llega justo cuando terminas enganchado del voleibol. El chico volvió a mirar a su hermano y este seguía hablando sobre lo mucho que le apasionaba el voleibol, asintió en silencio.

—Ya veo...—una pequeña sonrisa salió de sus labios, tal vez lo que le había dicho la chica en el campamento no parecía una completa locura.

—Entonces...—su hermano mayor se giró hacia él para verlo. —¿Ahora si me contaras como te fue en el campamento?

—Ya te dije, nos fue normal. —respondió con su voz monótona a la par que se levantaba del suelo. —Ah. Y conocí a mi soulmate. —soltó como si nada mientras entraba nuevamente a su casa.

—¡¿Ya la conociste!? ¿Por qué tenías que conocer a tu soulmate antes que yo? —el mayor solo se podía quejar. —¿Cómo es? ¿La conociste en el campamento? ¿Es una de las managers? Espera, ¿¡es mujer, cierto!? —persiguió a su hermano menor listo para bombardearlo de preguntas. 

Pathetic. [Tsukishima Kei]. [Soulmates].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora