Adiós

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Había una sensación extraña en el aire esa mañana en la Torre de los Titanes. Raven, la misteriosa y reservada integrante del equipo, parecía estar más callada de lo habitual. Sus ojos oscuros reflejaban una mezcla de preocupación y tristeza. Había recibido noticias devastadoras de su médico esa misma mañana: una enfermedad grave se había apoderado de su cuerpo.

Raven decidió reunir a los demás Titanes en la sala principal para compartirles la noticia. Mientras esperaba a que todos llegaran, se sentó en el sofá, sosteniendo una carta entre sus manos temblorosas. Sabía que debía decirles la verdad, pero también sabía lo difícil que sería para ellos aceptarla.

Cuando Robin, Starfire, Cyborg y Beast Boy se unieron a ella en la sala, pudieron ver la angustia en su rostro. Robin, el líder del equipo, se acercó a ella con preocupación.

"¿Qué sucede, Raven?", preguntó Robin, tomando asiento a su lado.

Raven tomó una profunda respiración antes de responder. "He recibido noticias de mi médico esta mañana. Me han diagnosticado una enfermedad grave y mi condición está empeorando rápidamente".

El silencio llenó la sala mientras los Titanes asimilaban la noticia. Starfire fue la primera en romper el silencio, su voz temblorosa por la angustia.

"¡Oh no! Raven, ¿qué podemos hacer para ayudarte?", preguntó Starfire con lágrimas en los ojos.

Raven les explicó que no había cura conocida para su enfermedad y que los médicos solo podían ofrecerle cuidados paliativos para aliviar su dolor. A medida que hablaba, sus ojos se llenaron de lágrimas, pero se esforzó por mantener la calma.

"Lo siento mucho, chicos", dijo Raven con voz entrecortada. "No hay mucho tiempo. He decidido escribirles una carta a cada uno de ustedes para despedirme".

Raven entregó una carta a cada uno de los Titanes, incluyendo una especialmente dirigida a Robin. En su carta, expresaba su gratitud por su amistad y liderazgo, y le aseguraba que siempre estaría con él en espíritu.

A medida que pasaban los días, la condición de Raven empeoraba rápidamente. La enfermedad la dejaba cada vez más débil y apenas podía levantarse de la cama. Los Titanes se turnaban para cuidar de ella, asegurándose de que estuviera cómoda y rodeada de amor.

Robin se sentaba junto a su cama, sosteniendo su mano con ternura. "Raven, sé que esto es difícil, pero quiero que sepas que siempre estaremos aquí para ti", dijo con voz suave.

Raven sonrió débilmente y apretó su mano. "Gracias, Robin. No puedo pedir un mejor equipo que ustedes".

Los días pasaron lentamente y Raven se volvió cada vez más frágil. Los Titanes permanecieron a su lado, compartiendo risas y recuerdos mientras luchaban contra el inevitable adiós.

Finalmente, llegó el día en que Raven ya no pudo levantarse de la cama. Sus ojos brillaban débilmente mientras miraba a sus amigos reunidos a su alrededor.

"Chicos, ha llegado el momento", dijo con voz apenas audible. "Quiero que sepan cuánto los amo y cuánto significan para mí. Siempre estaré con ustedes".

Los Titanes se abrazaron, incapaces de contener las lágrimas. Cada uno de ellos tomó un momento para despedirse de Raven, compartiendo palabras de amor y gratitud.

Robin se acercó a ella una vez más, sosteniendo su mano con ternura. "Raven, siempre serás mi inspiración. Tu fuerza y valentía nunca serán olvidadas", le susurró al oído.

Raven sonrió débilmente y cerró los ojos. Su respiración se volvió más lenta y tranquila hasta que finalmente se detuvo por completo.

Los Titanes lloraron la pérdida de su amiga, pero también celebraron su vida y el impacto que había tenido en cada uno de ellos. Guardaron las cartas que ella les había escrito como tesoros, recordatorios constantes de su espíritu valiente y su amor incondicional.

Aunque Raven ya no estaba físicamente con ellos, su presencia siempre estaría en sus corazones. Los Titanes continuaron luchando contra el crimen en honor a su memoria, sabiendo que ella siempre estaría con ellos en cada batalla.

La historia de Raven y los Titanes se convirtió en una leyenda, una historia de amor y amistad que trascendió el tiempo. Y aunque la tristeza de su pérdida nunca desaparecería por completo, encontraron consuelo en saber que Raven había encontrado la paz y que su espíritu viviría para siempre en sus corazones.

Fin

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