❝𝐀𝐓𝐓𝐑𝐀𝐂𝐓𝐄𝐃 𝐓𝐎 𝐇𝐈𝐌‼️❞ || 𝐒𝐀𝐓𝐎𝐒𝐔𝐆𝐔.

𝐎𝐍𝐄.

-Me debes un KFC, Suguru...

-No, tú me debes un KFC, Satoru...

Y así, tumbados en el piso bien hechos mierda y tomados de la mano, murieron Satoru Gojo y Suguru Geto; pasando a una mejor vida. Pasando a un mejor mundo, en el cual, no habían maldiciones, ni hechiceros. Era un mundo mejor y normal.

Un día, como cualquier otro; Megumi, el hijo adoptivo de Satoru, se encontraba en su habitación, estudiando para su examen de admisión para la universidad.

Satoru estaba muy orgulloso de Megumi, ya que, él, si llega a aprobar aquel examen, estaría estudiando la carrera de Veterinario; ya que, desde que era muy pequeño, amaba demasiado a los animales.

Ángela, la novia de Megumi, también estaba estudiando un curso de Medicina, porque piensa que la universidad sería muy estresante para ella. ¿Qué tiene que ver Ángela en la vida de Satoru? Bueno, también a ella la adoptó en la infancia; y, pues, se enamoró perdidamente de Megumi y él de ella. No habría nadie que los separara.

¿Y Emma? Bueno, como siempre hablando con sus mejores amigos de la infancia: Yūji Itadori (especialmente él), Specter y Kao. Sí, todos son hombres. Su única amistad femenina es Ángela, junto con Tsumiki, que era su hermanastra. Y sí, Emma y Tsumiki fueron adoptadas por Satoru. Emma es la hermana de sangre de Megumi y Tsumiki es solo su hermanastra. Los adoptó a los tres al mismo tiempo. Emma actualmente está estudiando diseño gráfico.

Y Tsumiki, bueno, solo acompaña a su mejor amigo Junpei a la universidad. Siempre se ven cuando pueden. Qué lindos, ¿No? No admiten su amor por el otro, por miedo a perder aquella linda amistad que tienen ambos.

Ok, nos estamos desviando un poco con la historia. Nos quedamos en dónde Megumi se encontraba en su habitación, ¿Cierto?

Bueno, Satoru tocó la puerta. Al escuchar el "Pase" de Megumi, entró a su habitación y cerró la puerta, viéndolo concentrado y estudiando.

-¡Megumiii! -Exclamó alegre, acercándose al nombrado.

-¿Qué ocurre, Gojo-san?

-Quería saber cómo estabas...

-Estoy bien... Gracias...

-¿Seguro?

-... Bueno, no... Estoy estresado...

-Ya veo... Si quieres, puedes descansar un momento o escuchar música relajante.

-Gracias, Gojo-san...

-De nada, Megumi-kun. Bueno, no quiero interrumpirte más, me iré a tomar un café.

-¿En la nueva cafetería de aquí? ¿Jujutsu? Creo que se llamaba así.

-Sí. Esa misma. -Le sonrió-. Bueno, me voy. Yo sé que tú puedes, Megumi-kun.

Dicho eso, le dió un beso en la frente y se fue. Se arregló y se fue caminando hacia la cafetería.

Al llegar, esperó fiel y pacientemente en la fila. Cómo la cafetería era nueva en la ciudad, muchas personas se encontraban allí. Era bastante popular por el simple hecho de que habían muchos trabajadores extraordinarios allí. Y por su gran servicio.

Sin embargo, pudo ser atendido. Pudo ser atendido por un lindo hombre de cabello largo y negro, solía mantenerlo recogido en un rodete y del lado izquierdo caía un delgado mechón.

-Mi nombre es Suguru Geto. ¿En qué puedo ayudarte?

-...

Hizo una larga pausa; se le hacía muy conocido ese nombre, pero nunca en su vida lo había escuchado. Nunca había escuchado un nombre tan lindo y delicado como ese.