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1367 palabras

El día de limpieza en el cuartel era siempre un acontecimiento temido por la mayoría de los soldados. La perspectiva de enfrentarse a escobas, baldes y trapos no era precisamente la actividad más emocionante en la vida militar. Sin embargo, para Levi Ackerman, el capitán obsesionado con la limpieza, era todo lo contrario. Este era su día favorito.

Mientras la mayoría suspiraba ante la tarea, Levi organizaba con meticulosidad las tareas asignadas. Su rostro serio y su actitud implacable se suavizaban ligeramente cuando se trataba de mantener el lugar en perfecto orden. Sin embargo, hoy, sus ojos grises parecían tener un brillo particular.

Emma, acostumbrada a mantener la limpieza desde su infancia trabajando en el consultorio médico, no le temía a la tarea. La disciplina y el cuidado por los detalles eran algo natural para ella. A medida que se unía al esfuerzo general, notó la extraña pero evidente presencia de su capitán cerca de ella.

Levi, a pesar de su reputación de seriedad, estaba decidido a hacer que el día de limpieza fuera un poco más llevadero. Le asignó a Emma las tareas menos pesadas y, siempre de manera indirecta, se mantenía cerca para observar cómo realizaba cada tarea. No podía evitar sentir una extraña fascinación por la forma en que Emma abordaba la limpieza con eficacia y gracia.

-Mocosa, encárgate de las mesas y las superficies-, dijo Levi, intentando parecer casual mientras señalaba las áreas que quería que Emma limpiara.

Emma asintió y se puso manos a la obra, sin darse cuenta completamente de la atención especial que Levi le prestaba. Pero, a medida que avanzaba, no pudo evitar notar la mirada ocasional del capitán, lo que la hizo sonreír ligeramente. Aunque Levi era conocido por ser estricto, en ese momento, ella percibía algo diferente en su actitud.

La escoba barría el suelo mientras Levi y Emma compartían una conversación alegre, rompiendo por un momento la rutina de la limpieza, -Como ya sabes mi madre era médico- empezó a comentar la joven alegremente, - Una mujer increíble. Trabajaba en nuestro pequeño pueblo, curando a la gente, y siempre me llevaba con ella. Desde pequeña, supe que quería ser como ella.-

Levi asentía, apreciando la apertura de Emma mientras compartía sobre su pasado. La conexión que ella tenía con su madre médica añadía una capa de profundidad a la joven soldado que siempre mostraba tanta destreza en el campo médico.

-Cuando mi madre cerraba su consultorio, me enseñaba todo lo que sabía. Cada remedio, cada diagnóstico, era como un tesoro compartido entre nosotras-, continuó Emma, con una sonrisa nostálgica. -Aprendí todo lo que sé de medicina gracias a ella.-Levi, por lo general taciturno, encontraba cierta tranquilidad en escuchar la historia de Emma.

-Pero la vida cambió cuando la gente del pueblo empezó a tratarnos  como brujas-, dijo Emma, su expresión tornándose más seria. -No entendían la medicina avanzada que mi madre practicaba. Pensaban que éramos responsables de las desgracias que ocurrían en el pueblo.- Levi frunció ligeramente el ceño, vislumbrando el peso que Emma llevaba en su corazón. -Me uní a la Legión no solo para proteger a la humanidad de los titanes, sino también para escapar del prejuicio del pueblo-, admitió la muchacha con sinceridad. -Quería lo mejor para mi madre. No merecía ser tratada así.-

La conversación continuó mientras limpiaban, pero ahora había una comprensión más profunda entre ellos. La melodía de fondo, aunque a veces melancólica, narraba una historia de superación y determinación. Emma, con sus recuerdos y su fuerza, estaba dejando una marca imborrable en la vida de Levi.

 Al final del día, cuando la mayoría de los soldados estaban exhaustos y deseaban terminar, Levi expresó su agradecimiento a todos por el esfuerzo conjunto. Sin embargo, al dirigirse a Emma, sus palabras fueron más cálidas de lo habitual.

-Gracias, mocosa. Has hecho un buen trabajo-, comentó Levi con un tono inusualmente suave. Emma, al escuchar esas palabras de Levi, sintió un ligero rubor en sus mejillas. No estaba acostumbrada a recibir elogios tan directos del capitán, y mucho menos con un tono tan amable. La melodía de fondo, que había acompañado discretamente la jornada de limpieza, parecía cambiar su tono, adaptándose a la nueva atmósfera entre ellos.

-Gracias, Capitán-, respondió Emma con una sonrisa genuina, apreciando el reconocimiento. La mirada de Levi se mantuvo en ella por un momento más, sus ojos grises expresando algo que iba más allá de las palabras habituales de aprobación. 

***

Emma yacía despierta en la oscuridad de su habitación, la luz de la luna apenas filtrándose a través de las cortinas. La melodía de fondo que solía acompañar sus pensamientos estaba silenciosa, dejando espacio para los latidos de su corazón confundido. La confusión la abrazaba con fuerza, y sus pensamientos la arrastraban hacia el capitán Levi Ackerman, creando una tormenta emocional en su interior.

Era una noche más en la que el dilema de sus sentimientos la mantenía despierta hasta altas horas de la madrugada. La prohibición de involucrarse emocionalmente con sus superiores resonaba en su mente como un eco constante, pero sus emociones parecían ignorar todas las advertencias.

"¿Cómo podría él quererme a mí, siendo solo una de sus subordinadas?", se preguntaba Emma en un susurro al silencio de su habitación. La relación jerárquica complicaba sus sentimientos, y la idea de que Levi pudiera corresponderle le parecía un sueño inalcanzable. Pero a las 2 AM, los pensamientos se intensificaban, y Emma se encontraba dividida entre la razón y el corazón. Cada encuentro furtivo, cada mirada más intensa, alimentaba la llama de su deseo, pero también dejaba lugar para la inseguridad y la confusión.

"¿A quién amará mi Capitán?", se preguntaba en voz baja, como si la habitación pudiera proporcionar respuestas. La idea de que Levi pudiera tener sentimientos hacia ella parecía tan improbable que la sumía en un estado de vulnerabilidad emocional. Aunque se sentía como una idiota por enamorarse de su capitán, Emma no podía evitar la atracción que sentía. Los gestos, las palabras y la presencia de Levi la tenían cautiva, como si estuviera atrapada en una telaraña de emociones que no sabía cómo desenredar.

El silencio de la noche se mezclaba con sus pensamientos, y Emma se preguntaba si Levi alguna vez se daría cuenta de su lucha interna. Sentía que su corazón la llevaba por un camino incierto, y aunque quería mantener su profesionalismo, la conexión emocional con Levi se volvía cada vez más difícil de ignorar.

***

Levi Ackerman se encontraba en su despacho haciendo el papeleo de todos los días, su mirada seria y su postura rígida eran su escudo contra el mundo exterior. Sin embargo, en lo más profundo de su ser, sentía una tensión inusual cada vez que estaba cerca de Emma. Criado toda su vida por un criminal, Levi había aprendido a mantener las emociones a raya. Las conexiones personales eran un lujo del que se privaba, pero Emma era una excepción. Algo en ella lo atraía, como si sus almas estuvieran conectadas de alguna manera inexplicable.

A pesar de su deseo de alejarse, Levi se encontraba constantemente atraído por la joven. La conexión que compartían iba más allá de la razón, como si ella tuviera un lazo invisible que lo mantenía cerca. Recordaba su pasado, oscuro y tumultuoso, pero Emma iluminaba su presente de una manera que nunca había experimentado. Levi luchaba por comprender sus propios sentimientos. ¿"Cómo era posible que una muchacha, su subordinada, pudiera desencadenar esta tormenta emocional dentro de él?"

El azabache se encontraba lidiando con emociones que nunca pensó que experimentaría. La complicidad y la familiaridad que compartían desafiaban todas las barreras que él mismo se había impuesto. La relación con su criador criminal había dejado cicatrices profundas en el corazón de Levi. El vínculo que ahora sentía con Emma era nuevo, desconcertante y, a la vez, curiosamente liberador. Era como si, por primera vez, estuviera experimentando la plenitud de sus propias emociones, aunque eso también significara enfrentar la vulnerabilidad. 

El soldado mas fuerte de la humanidad, se encontraba en un territorio desconocido, tratando de entender los sentimientos que burbujeaban en su interior por una muchacha que desafiaba todas sus barreras emocionales. La sinfonía confusa seguía sonando, marcando el comienzo de una nueva melodía en la vida del capitán, una melodía que él mismo estaba descubriendo nota a nota junto a Emma.

MIDNIGHT RAIN. LEVI ACKERMANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora