¿Pesadilla o realidad?

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-NARRA BRAY-

Caminábamos despacio por el inacabable desierto hasta que escuchamos el sonido de un río que posteriormente seguimos. Dean insistió en cargar a Seth pese a que yo me ofrecí porque él seguía lesionado del hombro. Si en algún momento despertaba, Abigail le devolvía a su estado de letargo. Así continuamos nuestro camino durante tres días hasta que vimos a lo lejos un pequeño grupo de casas, después más y más, hasta que frente a nosotros aparecieron edificios. Estábamos en Las Vegas.

-No deberíamos pasar por mi casa, ¿no?-preguntó Dean.

-No, seguramente esté vigilada.

-Entonces...-cortó la frase y señaló un cartel.

Era un cartel de la WWE. Decía que el día 6 de este mes se celebraría un raw aquí. En el cartel aparecían a la izquierda Randy Orton, en el centroJohn Cena y a la derecha Dean, cuya cara estaba tachada. Sobre el cartel, en la pared, se leían unas palabras grabadas con un spray de pintura que decían: VIOLADOR.

Rodeé los hombros de Dean y le di la vuelta para que no tuviera que seguir viendo eso, después se zafó de mi agarre.

-¿Qué día es hoy?-preguntó a Abigail.

-Emm-se lo pensó-. Siete de marzo...

-¡Mierda!-grité.

Nos sentamos en el bordillo de la acera, desesperanzados. Diez minutos después vimos pasar un coche. Dean se levantó de un salto.

-¡Ese es el coche de John Cena!

-¿¡Cómo!? Él no debería estar todavía aquí.

-No sé, habrá tenido alguna entrevista. ¡Corre!-salió corriendo detrás del coche.

Abigail fue detrás de él y yo la seguí. Dean saltó, y por poco consiguió aferrarse a la parte trasera del coche. Por suerte, el vehículo no avanzaba muy rápido, por lo que no se cayó del coche. El conductor debió darse cuenta de que alguien intentaba subirse a su coche, porque aceleró considerablemente.

-¡Para!-gritó Abigail.

El supuesto John Cena hizo caso omiso. Abigail se colocó delante del coche con los brazos extendidos y el coche pegó un giro con el que casi vuelca, pero disminuyó su velocidad lo suficiente como para que Dean y Abigail pudiesen entrar. Una vez dentro, obligaron a John a detener el coche y yo me subí a la parte trasera.

-¿Quiénes sois?-preguntó el propietario del coche.

No recordaba que nos habíamos disfrazado ligeramente con la magia de Abigail.

-Nos vas a llevar al siguiente evento, John-ordenó Dean.

-¿Qué hacéis vosotros en mi coche?-preguntó mirando a todas partes, deteniéndose sobre todo en Abigail.

Nos había reconocido.

-Vas a arrancar el coche ahora mismo-insté mientras acercaba mi mano a su cuello.

Cena arrancó el coche y salimos a toda pastilla hacia el lugar donde se grabaría Smackdown.

-Mira, John. Todo lo que cuentan sobre mí es falso. Sabes que yo no le tocaría un pelo a nadie, y mucho menos violaría a una mujer.

-No puedo creerte-negó con la cabeza.

-En realidad me da igual lo que tú pienses, pero digamos que si alguien se enterase de dónde estoy probablemente tú no saldrías muy... Vivo-Dean sonrió maliciosamente.

John Cena guardó silencio y parecía amedrentado.

-¡Demonios, Mr Poquèmon!-aferró su cuello con las dos manos-¿Piensas contárselo a alguien? ¿Eh? ¡Responde!

John consiguió finalmente negar con la cabeza y Dean le soltó, justo a tiempo para que retomase el volante del coche y no nos chocásemos.

-Creo que deberías recibir atención psicológica-casi susurró.

-Y yo creo que deberías volver a cambiar de color tu vestuario-se burló.

********

Llamé a la puerta del despacho de Vince.

-¡Adelante!-se oyó tras un par de minutos.

-Hombre, Bray, cuánto tiempo-nos dimos un apretón de manos-. Veo que te han sentado bien las vacaciones.

-Bueno, no te creas...

-¿Y eso?

-Eso es otro tema. Venía a hablarte de un asunto... Bien, iré al grano. Tienes que devolverle a Dean su trabajo, créeme, él no...

-Él te ha convencido para que vengas, ¿verdad?-me interrumpió- ¿Te ha amenazado?

-Él no ha hecho nada de eso. Ni siquiera violó a esa chica.

-Bray, no podemos contratar a alguien con tan mala fama y que tiene asuntos pendientes con la justicia. Por cierto, sé que tú sabes donde está. Será mejor que le entregues a la policía si no quieres buscarte problemas.

-Si fuera por mí le hubiese entregado al segundo de encontrarle, pero no depende sólo de mí. Pero, por favor, piénsalo, vuelve a contratar a Dean.

-No creo que eso sea posible. Ve a tu vestuario y prepárate, porque pronto comenzará el programa.

Asentí y me fui, todo había sido una pérdida de tiempo. Si ya se lo había dicho yo a Abigail...

******

-NARRA DEAN-

Una vez llegamos Bray fue a preguntar cuál era su camerino y después nos guió hasta él.

-Ve a hablar con Vince, quizá puedas convencerle de que vuelva a contratar a Dean.

-No servirá de nada. Vince a despedido a Dean, y ya sabes lo cabezota que es. Aunque si quieres lo intentaré de todas formas.

-Sí, inténtalo. Yo iré a descansar, ya sabéis, a la dimensión de los espíritus. Tú quédate aquí a reponer fuerzas, Dean, sé que éstas cansado-asentí.

Los dos se fueron y yo me acosté en el sillón.

-¿Qué tal, cariño?-susurró una mujer de pelo negro y ojos verdes en mi oreja.

Me sobresalté.

-Largo.

-¿Te saco de la cárcel y así me lo agradeces?

-Fuiste tú, por tu culpa la policía me busca-la miré con odio-. Primero me metiste en la cárcel, haciendo que la gente creyese que yo te violé; ja, como si yo tuviese necesidad de hacer eso; después me sacaste de ella y todo el mundo piensa que me escapé.

-Bueno, desde que te salvé también me buscan a mí.

-Pero yo no quería que todo esto sucediese, has destrozado mi vida.

-Si te hubieses entregado a mí todo hubiese sido diferente, pero todavía lo podemos solucionar. Prometo que vas a disfrutar como nunca, si no te gusta, esta vez dejaremos de lado el sadomasoquismo.

-Sabes que yo no te deseo y no me gustan esas cosas.

-¿Y qué más da el deseo? ¿Acaso no quieres que todo vuelva a ser como antes? Piénsalo.

-Yo...

Me desplomé sobre el sillón del que me había levantado y esa mujer desapareció de mi vista, la cabeza me daba vueltas como una peonza... Después, todo volvió a la normalidad y me desperté como si de una pesadilla se tratase. La sorpresa fueron unos ojos que conocía bien frente a los míos y que no se apartaban ni un segundo de mí. Pertenecían a alguien tumbado junto a mí en el sofá, abrazándome.

Mientras, las dudas asaltaron mi mente. ¿De verdad había sido todo una pesadilla? Y si no era así, ¿qué me habría hecho Elisabeth?

Obsesión (Dean Ambrose Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora