Capítulo #3

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[Yuuichi POV]

Llegó el primer día de mayo, y con eso nuestra vuelta a clases después del fin de semana. Entré al aula con naturalidad, saludando a todos los compañeros y sentándome en mi sitio con cierto cansancio. A pesar de tener tiempo suficiente para dormir, mi mente no me deja en paz.

— ¡Buenos días, Katagiri-kun~!

Miré adelante para ver a Ichinose. Ayer hace apenas unas semanas había tenido una charla importante con ella, explicándole por encima lo que debería hacer nuestra clase. Después de eso, hicimos una charla en clase para concienciar a todos los compañeros de las posibles repercusiones que podrían traer las faltas de asistencia, puntualidad y demás infracciones, dejando pasar toda la explicación por una mera conjetura, lo suficientemente bien explicada como para que nadie pudiera descartarla como falsa. Evidentemente, al sembrar la duda, nadie querría arriesgarse y tendría más cautela. Más aún si se toma en cuenta que no sólo desfavorecería al alumno, sino a la clase entera. Si después resultase ser cierto, a ojos del alumno que incumple la advertencia de sus compañeros, perdería bastante la confianza del resto. Tampoco revelé demasiada información, me ahorré los pequeños arreglos con el senpai, cuyo número tengo aún agendado por si necesitase volver a usarlo.

— ¡Buenos días, Honami-chan~!

Respondí con un saludo cariñoso, utilizando su nombre. Habíamos acordado hacerlo así desde hace unos días, es una señal de que me he ganado bien su confianza.

— ¿¡Eh...!? ¡A-ah, es cierto! Aún no me acostumbro, Yuuichi-kun. Ahaha.

Parece que le cuesta aún, pero no se resiste. Después de unos segundos, entró también Kanzaki Ryuuji, sentándose a la derecha de Honami.

— Hola Yuuichi. Hola Honami-chan.

Un saludo más formal, pero sin dificultad.

— Buenos días, Ryuuji-kun.

— ¡Hey, Ryuuji! Ya que estáis los dos aquí, ¿ya os dísteis cuenta de lo que comentamos?

A él también se lo comenté, era necesario.

— ¡Ah! Sí, no nos llegaron todos los puntos, parece que tenías razón, Yuuichi-kun.

Nos ingresaron exactamente 82.800 puntos. No pudimos proteger más, porque al no haber una prueba sólida, era inevitable que los estudiantes no se lo tomasen con total seriedad. Pero es mucho mejor que una pérdida mayor.

— ¡Buenos días! Se~ Sentad en vuestros~ Sitios... 

La profesora se presentó en clase y, como ya era costumbre después de los fines de semana, estaba claramente sufriendo los efectos posteriores al alcohol. Comenzó a hablar casi a punto de quedarse dormida, Honami levantó la mano para realizar una pregunta.

— Sensei, ¿por qué no nos llegaron todos los puntos?

— ¡Buena~ pregunta! Lo explicaré ahora mismo.

Dijo eso mientras desenrrollaba una cartulina y la pegaba en la pizarra. Allí se veían cuatro letras, de la A a la D, junto con unos números.

- Clase A: 940 puntos

- Clase B: 828 puntos

- Clase C: 490 puntos

- Clase D: 255 puntos

Todos miraron al papel al mismo tiempo, pronto algunas voces comenzaron a elevarse.

— ¡Increíble! ¡Yuuichi-kun tenía razón, sí había algo detrás de los puntos!

— ¡Katagiri-kun! ¡Eres genial!

— Vamos, cualquiera podría haber pensado algo así, la escuela es muy misteriosa con algunas cosas. ¡Si hemos logrado permanecer con tantos puntos, es gracias al esfuerzo de todos!

Monstruo & Demonio | Classroom of the elite x Tomodachi GameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora