El Rey y la Reina de la Niebla|by Yunaoi_

Capítulo 13.

💙🌊: ¿Qué está pasando aquí? —nos separamos velozmente al escuchar la voz de mi hermano, y se escuchaba realmente furioso— ¿Me puedes explicar que estaban haciendo, __?

🩷🌷: ¡Oniichan! ¿Cuando llegaste? —le pregunte buscando calmar su rabia, aunque el efecto fue el contrario.

💙🌊: ¡Contéstame, __!

Definitivamente Giyū estaba enfadado.

🩷🌷: Giyū, te lo puedo explicar. —dije rápidamente.

En ese momento Muichiro intervino.

🩵☁️: Se que está mal a esta edad pero, no se puede negar que el primer amor es una de las cosas más importantes en la vida —se detuvo para mirarme, sonreírme y continuar hablando—. Así que, por favor,  prométame que cuando cumplamos quince años podremos tener una relación. Puede ser muy cruel de mi parte pero también es cruel prohibirle a los chicos y chicas de nuestra edad tener sentimientos por otros chichos o chicas.

Cuando Muichiro terminó de hablar quede sorprendida con su respuesta. Él es un chico maduro bajo una imagen de un simple chico con traumas.

<<El primer amor es de las cosas más importantes de la vida.>>

Supongo que tiene razón.

Giyū también quedó perplejo con la respuesta de Muichiro y luego de unos segundos reaccionó aclarándose la garganta para hablar.

💙🌊: Eres muy maduro para tu edad. Esta bien, acepto el trato. —se detuvo unos segundos para pensar las palabras correctas que utilizaría y habló— Entiendo lo mal que está prohibirle el sentimiento de amor a los chicos de temprana edad, pero tienen que entender que lo que queremos para ustedes es que tengan una vida mejor que la que nosotros tuvimos. Y para eso es mejor priorizar muchas otras cosas que el hecho de tener una pareja porque mis amigos tienen parejas y yo también quiero. —se detuvo un momento y buscó mi mirada— __, entiendo tus sentimientos pero, ¿se han permitido conocerse a profundidad? —espero que yo respondiera pero al notar que no lo haría el continuo— ¿Acaso él sabe lo de nuestra hermana? ¿O sobre nuestros padres? —agache la cabeza y él miró a Muichiro— ¿Acaso sabe ella de siquiera tu fecha de nacimiento? No lo creo, por eso es mejor conocer y luego decidir si tendrán una relación.

Mi hermano tenía razón, yo no le he contando a Muichiro sobre mi hermana y padres. Y yo se sobre sus padres y hermano pero no se algo tan básico como su fecha de nacimiento. Si lo veo de un punto de vista negativo podría decir <<nos estábamos besando sin siquiera saber nuestra fecha de nacimiento>>.

Creo que ya entiendo el punto de mi hermano...

💙🌊: Pueden tomarse estos cuatro años para conocerse bien, incluso podría considerar aceptar su relación antes de los quince, ya que cuatro años serían más que suficientes. —culminó Giyū y yo mire a Muichiro que estaba en silencio, ¿se enfadó por no decirle lo de mi familia? No lo culpo... —Me iré a dar un baño, ¿pueden ir preparando la cena? Gracias. —dijo sin darnos tiempo para negarnos.

El silencio era un poco incómodo así que quise dar el primer paso y hablar.

🩷🌷: Oye, entenderé si estás enfadado porque no te he dicho lo de mi familia, e incluso por ni siquiera preguntarte tú fecha de nacimiento pero podemos aprovechar este tiempo para conocernos como dijo mi hermano. O... ¿ya no te agrada la idea? —dije un poco nerviosa esperando su respuesta por unos segundos que se hicieron eternos a mi parecer.

Él suspiró y dejó de mirar al suelo para mirarme directamente a los ojos casi dejándome sin respiración con su mirada tan intensa.

Él pareció darse cuenta y sonrió y yo solté el aire que estaba conteniendo, ¿cómo podía pasar de ser un ángel a ser un demonio en segundos?

Luego de esa escena tan rara él habló.

🩵☁️: Tu hermano tiene razón, hay que conocernos. —me extendió su mano— Mucho gusto, me llamo Muichiro Tokito. Tengo once años. Nací el ocho de agosto y mi color favorito es el turquesa. Mucho gusto.

Quede perpleja y solté una carcajada y copie su acción.

🩷🌷: __ Tomioka, tengo once años. Nací el cinco de diciembre y mi color favorito es el ______. Mucho gusto, Muichiro Tokito-kun. —le extendí mi mano aceptando la suya terminando así en un apretón de manos.

Empezamos a hacer la cena, hablamos de cosas triviales y para algunos pendejas pero, para nosotros era los más lindo que podíamos escuchar en ese momento.

Solo faltaba contarle lo de mi familia.