El primo de Bella Swan

Capitulo 6

El día comenzó y Bella Swan llegó a la casa de su padre, Charlie. Sin embargo, se sorprendió al descubrir que no solo viviría temporalmente con su primo Jackson, sino también con un amigo suyo. Desafortunadamente, Bella no tuvo la oportunidad de encontrarse con su primo ni de conocer al amigo, ya que ambos habían salido temprano de la casa.

Jackson había ido a la tienda para recibir los muebles que había comprado. Estaba emocionado por tenerlos, ya que pronto abriría su propia tienda. Solo le quedaban esta semana y la siguiente para tener todo listo. Jackson se acercó a los hombres que habían traído los muebles y les indicó dónde debían colocarlos.

Stiles se encontraba en su nueva escuela y no podía evitar sentir nervios. Estaba ansioso por conocer a nuevas personas y establecer amistades. Siguiendo el consejo de Jackson, Stiles tomó una respiración profunda antes de entrar al edificio, preparado para enfrentar su primer día.

Mientras tanto, Bella llegó a la escuela junto a Edward. Mientras caminaba por el estacionamiento, se encontró con sus amigos, quienes la recibieron con entusiasmo. Bella intercambió algunas palabras con ellos y decidió capturar el momento tomando una foto con la cámara que su madre le había regalado. Después de eso, Bella y Edward continuaron su camino hacia el interior de la escuela.

Stiles estaba buscando su salón de clases y se acercaba a algunas personas para pedirles ayuda, especialmente a aquellos que ya estaban estudiando en ese lugar. En el camino, se encontró con Bella y Edward, pero decidió ignorarlos ya que no los conocía. Sin embargo, Edward notó algo extraño en Stiles, como un olor a lobo pero también percibió algo más, algo que le llamó la atención.

Mientras tanto, con los Vulturi

—Aro, ¿por qué me has llamado? —preguntó un hombre rubio frente a su esposo, esperando a que le dijera algo— Si se trata de un problema con los magos, estoy dispuesto a escuchar. Si no es sobre magos, entonces me iré.

—Es un problema relacionado con los magos, Alejandro —respondió Aro mirando a su pareja— Me enteré de que Jackson está en Forks. ¿Sabes si se ha enterado del secreto de los Cullen?.

—Si Jackson supiera sobre la existencia de los vampiros, ya lo habría sabido —dijo Alejandro, uno de los magos más poderosos de su clan. Tenía una conexión con los demás miembros de su clan— Si eso es todo, puedo irme entonces.

—Puedes irte —Aro no le dio mucha importancia cuando Alejandro se retiró— Jackson podría ser un vampiro fuerte, después de todo, también es un mago poderoso a pesar de su edad.

Aro seguía considerando si sería una buena idea convertir a Jackson en vampiro y unirlo a su clan. Alejandro no permitía que lo transformara en vampiro y, en cuanto a su hijo que tuvo con Alejandro, no heredó nada de vampiro debido a la sangre de mago. Aro no tenía mucho interés en convertir a su hijo en vampiro, ya que no era tan fuerte como Alejandro y Jackson.

Alejandro caminó hacia su habitación. No le gustaba estar con los Vulturi, pero no podía irse, ya que estaba atado a Aro, no solo por su hijo, sino también por el contrato que su clan había hecho con los Vulturi. Fue la única manera de evitar más conflictos entre ellos. Alejandro era el hijo mayor del líder de su clan, por lo que tuvo que casarse con uno de los vampiros principales, y Aro fue quien se ofreció. Sabía que lo había hecho para tener un hijo híbrido, pero al final, la sangre de mago evitó que el niño fuera un híbrido, algo que no le gustó a Aro, quien quería convertirlo en vampiro. Sin embargo, Alejandro no permitía que lo transformaran, ya que no era algo que un mago pudiera permitir fácilmente. Alejandro tenía que cuidar de su hijo. Si dependiera de él, se habría alejado de los Vulturi hace mucho tiempo.

Alejandro llegó a su habitación y se acostó. Miró el techo mientras pensaba en su sobrino Jackson, esperando que no supiera sobre la existencia de los vampiros, ya que sería un mundo complicado para el joven. Con la ayuda de su magia, Alejandro comenzó a dibujar animales en el techo, sonriendo mientras los creaba.