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Trabajabas en las fuerzas especiales británicas. Cuando llegaste, un compañero tuyo puso sos ojos en tí en cuanto te vio, y no fue de esperarse que ustedes se unieran en una relación.
Al principio todo era lindo, les daban cumplidos por ser la pareja más hermosa del cuartel. Siempre era detallista, te daba demasiado cariño y era muy caballeroso. Todo lo que querían las demás chicas.
Siempre pensabas que eras afortunada al tener a Ghost de pareja, pero, toda historia tiene su desarrollo.
Con el tiempo, Ghost empezó a supervisarte más. Te lanzaba comentarios inseguros o incómodos haciendo que te dieran inseguridades. Empezó a manipularte de muchas formas, empezó a llegar con olores femeninos y siempre te decía "estoy escogiendo el mejor perfume para ti, cariño".
Con el tiempo, lo que eran comentarios discriminatorios pasaron a hacer golpes y gritos. Si pasabas más de 5 minutos hablando con algún recluta o con su capitán, te esperaba en tu habitación para luego golpearte con un montón de utensilios que utilizaba para sus enemigos capturados.
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Hoy era uno de esos días en donde Ghost se enojó contigo. Habías agradecido por que un recluta te levantó del suelo causándole rabia a el superior. Aunque varios soldados, no sólo hombres, te aconsejaban sobre terminar tu relación con el, por qué te maltrataba de todas las formas posibles. Pero tú no hacías caso, lo seguías viendo como el primer día que lo conociste, estabas perdidamente enamorada de él.
Te encontrabas alistandote para una misión a la que tenía que asistir el task, pero unos brazos te rodearon la cintura de una forma un poco atrevida.
Te diste vuelta rápidamente y viste que era el. Ghost.