- Solas y Juntas -

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Nota de autor: ¡Hola a todos! Espero que lo disfruten y comenten también.

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- Acto II, Escenario VII -


¿Todavia recuerdas la pequeña tienda de arte a la entrada del Distrito Moon? Sí, el del comerciante bastante extraño. Cerró hace aproximadamente un mes, según escuché.

Es una pena, siempre me encantó.

Esa noche también nos quedamos allí, ¿recuerdas? Mi barrio favorito siempre había sido el del Sun, con todas sus boutiques y restaurantes de lujo. Solo me aventuré al Distrito Moon para visitar las tiendas de arte. La moda es mi pasión, pero a veces me entrego al arte más tradicional.

—¿Crees qué fueron pintados a casco? —preguntaste, admirando los símbolos que adornan los cristales de las ventanas de la tienda. Lunas crecientes y estrellas negras, casi como un tributo a la mismísima Princesa Luna.

—No creo. —respondí. —Todos parecen idénticos, ¿ves? Todos cometen el mismo error en la esquina. Deben haber sido pintados con spray. Nunca habrá dos diseños de pezuñas iguales.

—¿Entonces te gusta pintar? —tú preguntaste.

—Ocasionalmente. Pintaría más si tuviera tiempo.

Tú sonreíste. —Estoy segura de que lo harás.

Me sacaste de la tienda, hablando por la tangente de la historia de la pintura con aerosol, porque, por supuesto, conocerías la historia de tal cosa. No podría decir que alguna vez haya sido algo de mi interés, pero hablaste con tanta pasión que no pude evitar sentirme cautivada. Incluso ahora sé que tenías toda mi atención simplemente porque no recuerdo por qué otras tiendas pasamos esa noche.

Finalmente, llegamos a nuestro destino en The Folded Bookmark, una biblioteca que pronto se convertiría en un lugar recurrente en ese capítulo de mi vida. El edificio negro de dos pisos era ciertamente bastante interesante en su diseño: cuatro ventanas ovaladas, dos puertas de vidrio con manijas rojas, un letrero desgastado que representaba un, bueno, marcador de libros doblado y un cierre en espiral blanco.

¿Qué quieres decir con por qué lo estoy describiendo? Twilight Sparkle, ¡estoy contando mi historia! ¡No me importa si ya sabes cómo se ve! Bueno, está bien, ¡no describiré nada más!

—¿Es esto? —pregunté y tú asentiste.

—Era mi biblioteca favorita después de la de la Princesa. —dijiste. —Puedes ver el anfiteatro Royal Park desde el último piso. —Miraste... parecías alarmada, pero ya sabes por qué estabas alarmada, así que ¿para qué molestarse en descri...

¿Hmm? Oh, por curiosidad, pensé que no querías más descripciones.

Miraste un reloj y tus oídos se alzaron alarmados. —¡Ya casi van a ser las siete! ¡Van a empezar sin nosotras!

Antes de que pudiera preguntarte qué estaba empezando sin nosotras, corriste hacia adelante, abriste la puerta y me hiciste un gesto para que te siguiera. Entramos y me invadió el olor de pergaminos viejos y tinta seca. Recuerdo que me impresionó el tamaño del lugar, con sus decenas de estanterías dispuestas casi como un laberinto.

El Último Tren A Casa - MLP:FIMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora