14. El Club

33.2K 1.1K 161
                                    

                             | Adara |

—Normal, está bien —contesta Oliver como si sus manos no estuvieran sobre mi intimidad.

Mi mano izquierda se posiciona sobre la mano del peli negro para quitarla de ahí, con mucho cuidado de que nadie estuviera viendo pero Oliver, no me hace caso.

—Saca tu mano de ahí —logro formular con la respiración entrecortada alrededor de su oreja.

—¿Y si no lo hago? Tampoco veo que estés haciendo algo para evitarlo —masculla.

Y tiene razón. Solo estaba dejándome llevar por los dedos de Oliver jugueteando con mis bragas.

Thea comienza a hablar con los chicos y volvimos a ser nuevamente Oliver y yo.

Oliver finalmente, luego de estar torturandome tantos años, que en realidad fueron segundos, mete su mano sobre mi intimidad. El contacto era directo y me estremezco por sentir sus suaves dedos en mi. Por instinto, abrí un poco más mis piernas para darle espacio, aun con mi bandolera encima para cubrir toda esta escena sexual que estábamos creando.

Había demasiada gente concentrada en las bailarinas, y además, estaba la música al máximo volumen.

Con la mano escondida dentro de mi falda, comienza a tratar círculos sobre mi clitóris, observando mis reacciones.

Sentía que me iba a desmayar, mis piernas temblaban, se debilitaban, la humedad de mi intimidad conociendo los dedos de este chico.

Intentaba no largar ningún gemido, mordía mi labio fuertemente para que ningún sonido escapara de mi boca.

—Estás toda mojada, Adara. Lista y perfecta para mi.  ¿Yo soy la razón de tu humedad? —susurra en mi oído.

Siento cómo una corriente eléctrica aparece en todo el interior de mi cuerpo al oír esas sucias palabras, y muerdo mi labio inferior.

Oliver no se detenía, sus dedos seguían haciendo maravillas, moviéndose dentro de mi, no puedo aguantar más, su velocidad aumentaba al darse cuenta de que estaba por venirme ante su tacto.

No puedo más.

Acerco mi cabeza hacia él, y lo miro, haciéndole saber que ya no podía seguir aguantando. Apoyo mi cabeza sobre sus hombros, mirando hacia abajo y un leve jadeo sale de mi boca, logrando que Oliver me penetre con sus dedos más rápido.

Ni siquiera voy a preguntar en dónde aprendió a hacer eso.

Suelto otro leve gemido acercándome al orgasmo, tratando de que no se oiga tanto.

Un jadeo escapa fuertemente de mis labios al llegar al clímax, y el peli negro lo pensó tan rápido, que larga un gruñido al momento en el que grito. Sensaciones de explosión aparecen en mi cuerpo, todas las partes de mi se sienten satisfechas.

Oliver quita su mano de mi entrepierna con discreción, acercándose a mi oído —. No creí que eras tan ruidosa, ya sé cómo actuar para la próxima.

Oh mierda.

Volví a mi eje, tragando grueso, tapando mi falda y lo pensé dos veces.

Oliver me acaba de dar un orgasmo en un puto club de noche.

Eres una desorientada, Adara.

Oliver...me tocó.

Putas preguntas invadían mi mente confundida.

Pero...

¡¿Alguien lo habrá notado?!

Lo hubieras pensado antes, estúpida.

Amor Entre Mentiras | EN PROCESO |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora