—¡¿Qué demonios?! —exclamé mientras observaba la mordida.
—¿Kaveh? —La voz de Alhaitham se escuchó desde abajo, pero luego se escuchó la escalera, y de un momento a otro, Alhaitham estaba en la habitación—. ¿Kaveh, qué sucede? ¿Estás...?
Alhaitham me miró de arriba a abajo preocupado. Era como si apenas se hubiera dado cuenta de que estaba completamente golpeado. Él me había vestido la noche anterior, sin embargo, ahora parecía que no había visto mi cuerpo. ¿Acaso se había cubierto los ojos o algo por el estilo? Tal vez era así, después de todo, Alhaitham era muy respetuoso.
—¿Por qué actúas como si no hubieras visto los golpes ayer?
—Yo... Kaveh, yo realmente no los había visto. —Alhaitham parecía realmente consternado—. Ayer estaba muy oscuro y traté de mirarte lo menos posible por respeto, ya que estabas desnudo.
—Oh, ya veo... —Ahora me sentía avergonzado—. Gracias, Alhaitham.
—No es necesario agradecerme. —Alhaitham se acercó a mí mientras observaba mi cuerpo—. Kaveh, ¿quién hizo esto? ¿Estás en problemas?
—No exactamente. —Un suspiro salió sin que yo lo quisiera—. No sé si seas exactamente la persona a la que quisiera contarle mis penas, ¿sabes? Sueles ser un sabelotodo que se cree el juez de la vida de los demás.
—Te prometo que esta vez no juzgaré tu vida y haré lo que me pidas. Es lo mínimo que te debo.
—¿Lo mínimo que me debes? ¿Por qué dices eso?
—No, por nada. —Alhaitham pareció sobresaltado al escuchar mi pregunta, y ahora la incógnita de por qué había dicho eso me rondaba en la cabeza, pero decidí ignorar eso—. Por favor, dime.
—Yo... fui honesto con Patrick acerca de mi orientación sexual. —Alhaitham me miró confundido, y recordé que casi nadie sabía que yo era gay—. Ah, claro, no lo sabías, pero soy gay.
Lo miré durante unos segundos. Me había sido difícil decirlo, pero ya no tenía nada más que perder. Si Alhaitham también quería darse la vuelta, ahora era el momento. Incluso esperé para saber cuál sería su reacción. ¿Acaso sería violento, o solamente me abandonaría como todos lo hacían? Sin embargo, no hubo reacción alguna, incluso parecía no sorprenderle.
—¿Por qué haces una pausa dramática?
—Porque la última vez que pronuncié esas palabras me costó mi dignidad, mi integridad, mi hogar y mi familia. Así que no es fácil para mí decirlo ahora sin esperar una reacción negativa.
—Bueno, los tiempos han cambiado indudablemente, y ahora esto es mucho más aceptado. —Alhaitham se acercó a mí y me miró directo a los ojos con una mirada que jamás había presenciado, ¿acaso era compasión?—. Pero no puedo asegurarte que no habrá gente estúpida que tendrá una reacción negativa a tu orientación sexual. Pero eso no debe afectarte, porque no es culpa tuya, sino de ellos por ser ignorantes.
—¿Tú... me aceptas?
—A mí me da completamente igual tu orientación sexual. Somos compañeros y yo siempre te he respetado. Mientras no seas una persona repugnante, a mí me seguirás agradando como hasta ahora. Sin embargo, ni siquiera debería importarte lo que yo piense de ti, sino lo que tú pienses de ti mismo.
El nivel de estupefacción en mí era demasiado alto. Era extraño escuchar a Alhaitham ofrecerte un halago. Siempre era juzgón y grosero, así que escucharlo decir buenas cosas sobre una persona era extraño. Por un momento, incluso mi corazón se aceleró. Y es que, debía admitir que cuando vi a Alhaitham por primera vez se convirtió en mi crush, pero luego lo traté y comencé a odiarlo un poco. Pero ahora había visto una nueva faceta de él, una dócil, incluso tierna. ¿Acaso podía ser así Alhaitham?
—Gracias, Alhaitham. Tus palabras han sido de mucha ayuda para mí en este momento. Y también gracias por salvarme en el río. —Le sonreí, pero él sólo "dijo sí" con los ojos, parpadeando de una manera lenta—. Por cierto, ¿sabes qué me pasó aquí? Tengo esta mordida, y es claro que Patrick me hizo puré de papa a golpes, pero no me mordió.
—¿Estás seguro?
—Completamente.
Alhaitham me miró preocupado mientras rozaba con sus dedos la mordida en el hombro. No pude evitar sentir un cosquilleo ante el toque de sus dedos, pero me limité a ignorar mis sentimientos absurdos. Aunque debía admitir que no ayudaba mucho el que yo estuviera en ropa interior.
Mientras lo observaba, pude notar algo especial en sus ojos, algo que hizo que un recuerdo vago viniera a mí. Pude recordar algo extraño, algo que posiblemente fue antes de perder el conocimiento, o incluso durante. Pude ver unos ojos del mismo color que los de Alhaitham y con la misma forma, pero estos me miraban como un animal salvaje, como si quisieran despedazarme y comer cada parte de mí. Esos ojos estaban frente a mí, luego todo se volvió negro y pude sentir el dolor en el hombro.
—Tal vez haya sido un tipo de animal, o cuando menos eso parece.
—No lo sé, no creo que los colmillos coincidan con los de un animal. Parecen muy pequeños como para que haya sido un animal. —Miré la mordida—. La distancia entre ambos colmillos no es lógica.
—Luego investigaremos eso, por ahora baja a desayunar, te hace falta.
Alhaitham parecía evasivo al tema, y eso me hizo comenzar a sospechar de él. ¿Por qué no quería tocar el tema? ¿Por qué sus ojos eran los mismos que había visto mientras me ahogaba? Tal vez todo era parte de mi imaginación y el órden era incorrecto. Tal vez algún tipo de animal me había mordido y había despertado por el dolor, y entonces Alhaitham había aparecido para salvarme.
Me puse la ropa rápidamente y bajé para desayunar. Me sorprendió ver una pequeña mesa puesta. Había dos platos, y sobre ambos estaban unos döner kebabs listos para comer. Observé a Alhaitham con asombro. Sabía que era muy superior en muchos aspectos a cualquier humano común, pero no sabía que podía cocinar. De hecho, creo que jamás lo había visto comer.
—No sé si te agradan los kebabs. Lo siento, es lo único que tengo.
—No, no te preocupes, es más que suficiente. —Su rostro pareció relajarse—. Muchas gracias, Alhaitham.
—No me agradezcas.
Alhaitham se sentó y ambos comenzamos a desayunar en silencio. Debía decir que el kebab estaba delicioso. No podía creer lo bueno que era Alhaitham para tantas cosas. Me preguntaba qué otras curiosidades descubriría de él con el tiempo. Tal vez era un deportista excelente y no lo sabía. Ahora me invadía de lleno la curiosidad.
—Aún no me cabe en la cabeza por qué Patrick reaccionó de esa manera tan violenta. Él parecía tenerte mucho cariño.
—Tal vez sólo fingía. Quiero decir, ¿qué persona amando a alguien podría hacerle daño al otro sólo por una decisión de vida? —Mi corazón se comenzó a acelerar al volver a revivir la escena, incluso me dio frío, y mis manos empezaron a temblar—. Su reacción cuando se lo dije... Alhaitham, su mirada era la mirada de un animal, de un asesino. Por un momento pensé que me mataría. De hecho, creo que era su intención, porque en un punto agarró un cuchillo, pero yo le supliqué de rodillas, y sólo me corrió de la casa. Já, supongo que sintió lástima.
Me cubrí el rostro entre las manos al sentir que iba a comenzar a llorar. No me gustaba que vieran llorar, y en especial no me gustaba que lo hiciera gente que conocía. De alguna manera, me hacía sentir completamente débil y patético.
—Lo siento. Iré afuera.
Me levanté de la silla y caminé apresuradamente hacia la puerta. Pero sentí unos pasos detrás de mí. Una mano me jaló del brazo con suavidad. Quité mis manos de mi rostro anonadado por la firmeza del agarre para detener mi caminar. Miré a Alhaitham, con una expresión llena de empatía, lo cual era muy sorprendente para mí, y seguramente nuevo para él.
—No necesitas llorar solo. —Me soltó de su agarre al ver que me había quedado mirándolo—. No soy una persona fácil, y no entiendo mucho a la gente, pero sé que necesitas a alguien ahorita, a alguien que te apoye y que te cuide. Yo sé que no soy la mejor persona para eso, o alguien en quien confíes, pero haré lo posible por estar siempre para ti.
—Alhaitham... —Estaba muy sorprendido como para siquiera poder pronunciar palabra alguna—. Yo... no sé qué decir. Gracias.
—No tienes por qué agradecerme, es lo mínimo que puedo hacer por ti.
—No me debes nada, así que no deberías decir eso. Al contrario, creo que mi deuda se seguirá extendiendo contigo.
—Kaveh, puedes quedarte en mi casa mientras encuentras un lugar, y yo no te cobraré mucho de renta. También quiero que me digas si Patrick se vuelve a acercar a ti, porque no permitiré que te vuelva a hacer daño, ¿me oíste? Podemos ir a informarnos con la matra sobre qué medidas tomar para que esto no se repita.
—Alhaitham, creo que eres muy diferente a lo que pensaba.
—¿Por qué lo dices? ¿En un mal sentido?
—No, hubo un tiempo en el que te llegué a odiar un poco porque parecías prepotente y grosero, pero creo que en realidad eres de las mejores personas que he conocido. —Alhaitham me miró boquiabierto, y yo no pude evitar apoyar mi mano en su hombro para agradecerle—. Muchas gracias, Al.
Alhaitham no dijo nada, sólo miró mi mano, luego me miró a mí, y luego asintió con la cabeza. Tal vez todo lo que había creído de él era falso. Ahora estaba deconstruyendo todo mi archivo de él, para ahora darle una nueva información: Alhaitham en realidad era bastante agradable. Esto era peligroso para mí, porque él había sido el hombre por el que me había dado cuenta que no heterosexual, y con su actitud sólo provocaba que mi corazón comenzara a latir agitado nuevamente.
—Yo... debo ir por mis pertenencias a casa. Es probable que ahora no se encuentre Patrick, así que es el momento ideal —comencé a caminar mientras terminaba la última palabra.
—Te acompañaré. —Alhaitham comenzó a caminar a mi lado—. Aunque es probable que no esté en tu casa, no quiero correr riesgos. Podrías encontrarte con algo inesperado.
—No es necesario, de verdad. Puedo cuidarme.
—Bien, entonces tendrás doble protección, la tuya y la mía.
Miré a Alhaitham sorprendido. Solía ser un maldito bastardo conmigo, pero ahora podía ser, perfectamente, el protagonista serio y poco hablador que te enamoraba de un k-drama. Me sentía emocionado, pero me daba miedo a la vez. No quería ilusionarme con Alhaitham, porque yo sabía cómo solía ser, pero no podía evitar pensar que su manera de actuar no era normal. Tal vez estaba muy confundido con todo lo que había pasado como para pensar correctamente.
Honestamente, no creía que alguien tan letrado y atractivo como Alhaitham pudiera tener interés alguno en mí. Yo no era atractivo, no era popular, no era tan inteligente, y... no sabía si tenía el género que a Alhaitham le interesaba. ¿Cuál era la orientación sexual de Alhaitham? Apenas ahora me lo preguntaba.
—¿Sucede algo?
—N-No —contesté sobresaltado—. Lo siento, te miré demasiado tiempo mientras estaba perdido en mis pensamientos.
—¿Está todo bien?
—Sí, sólo pensaba en muchas cosas y por accidente te miré mientras lo hacía. Lo siento.
—Deja de disculparte, no estás haciendo nada malo.
—Tienes razón. Lo siento. —Me di cuenta al instante al ver que Alhaitham me miró cansado—. Lo siento. ¡No! Quiero decir...
—No te preocupes, déjalo así.
Como decía, no era tan inteligente. «¡Maldición! —pensé—. ¿Por qué me había disculpado por disculparme tanto? ¡Agh, qué fastidio!». Odiaba quedar mal frente a alguien así de interesante. Era probable que estuviera mezclando sentimientos porque me sentía agradecido y protegido. Pero no me importaba ahora, porque en este momento sólo quería sentir emociones buenas. Tal vez después me olvidaría de él y esto me parecería absurdo. Sería algo que resolvería el futuro Kaveh.Llegamos a la Ciudad de Sumeru después de caminar un largo rato. No podía negar que en ocasiones el silencio era, innegablemente, incómodo, demasiado. Pero en cierta manera, me servía que hubiera silencio. Tenía que pensar muchas cosas y necesitaba procesar muchas otras.
Mientras más nos acercábamos al lugar al cuál un día había llamado "hogar", mi estómago se sentía más inquieto. Sentía un agujero, como si me absorbieran con una aspiradora. Mis manos también habían comenzado a temblar, y ese frío me estaba inundando nuevamente. No quería entrar, pero necesitaba mis cosas.
—Llegamos —dije cuando aún faltaban dos metros—. Por favor, quédate aquí. Necesito entrar yo solo en caso de que... En caso de que esté Patrick. No sé cuál será su reacción y no quiero exponerte. Necesito ir yo solo.
—No puedo obligarte a dejarme entrar, pero por favor, prométeme que gritarás cuando menos si algo pasa. —Alhaitham parecía tan firme y serio que me dio algo de valor—. Entraré enseguida si algo pasa y te protegeré, ¿de acuerdo? Y también veré que la matra esté atenta.
—Muchas gracias, Alhaitham.
Me di la vuelta y comencé a caminar hacia la casa de mi madre. Necesitaba llegar ahí y recoger todas mis cosas. Necesitaba cerrar esto de una vez por todas. Necesitaba empezar una nueva vida, desde cero; una nueva vida donde elegiría a mi propia familia que me apoyaría y me amaría. Eso buscaría esta vez, estabilidad.
Abrí la puerta y miré que nada había sido recogido aún. Aún se notaban rastros de la pelea de ayer. Ni siquiera mi sangre había sido limpiada del suelo. Parecía como una casa abandonada, una escena de asesinato. Lo más curioso es que tampoco parecía haber nadie.
Dejé de distraerme en eso y comencé a caminar hacia mi habitación. La puerta estaba cerrada, al igual que la habitación de mi madre y Patrick. La abrí despacio, sólo por si acaso. No quería llevarme una sorpresa desagradable que pusiera nuevamente mi integridad en riesgo. Sin embargo, no fue mi integridad física lo que estuvo en riesgo desde que abrí la puerta, sino mi corazón.
Me tapé la boca para evitar gritar, pero ahí frente a mí, en mi habitación, estaban los planos a los que más les había puesto esmero: los planos del Palacio Alcazarzaray. Sentí mi corazón destrozarse cuando lo vi en el piso completamente roto junto a muchas cosas de valor sentimental. Sentí que me desmayaría del dolor. Sollocé con el volumen más bajo posible por si acaso, pero aún así lloraba demasiado.
«Por favor, Arconte Dendro, regresa el tiempo y no permitas que abra la maldita boca —supliqué mentalmente—. No puedo soportar más este dolor. Permíteme regresar el tiempo y no abrir mi boca en cuanto a mi orientación sexual. Te lo suplico, por favor, dame otra oportunidad».
—Pero mira quién regresó como una maldita rata escurridiza —Casi me ahogo con mi saliva al sobresaltarme en sobremanera después de escuchar la voz de Patrick—. O cuando menos eso crees tú, porque yo te vi desde que estabas afuera con tu noviecito, supongo yo.
—Patrick.
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El Colmillo en mi Hombro: La Marca || Haikaveh AU || Primera Parte ||TERMINADA||
Fiksi PenggemarCuando una cadena de tragedias persigue a Kaveh, se dará cuenta de muchas verdades que hay ocultas entre las sombras y la luz. Su vida dará un vuelco cuando encuentre la marca de un par de colmillos en su hombro, dando por iniciada una aventura nuev...