Cap. 36 (Mia)

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Me visto con un vestido de tirantes anchos blanco y unos tacones negros, me peino y aliso mi pelo lo más rápido que puedo y me hago un maquillaje ligero ya que el tiempo es justo. m

Cuando termino de perfumarme oigo un suave toqueteo en la puerta, salgo lo mas silenciosa que puedo a abrir ya que mi monstruito sigue durmiendo y ahí esta mi mejor amiga esperándome en la puerta con una sonrisa.

Sin pensarlo sonrió también y me lanzo encima de ella abrazándola, cuanto la he echado de menos. 

- Yo también te he echado de menos Australiana - me dice

- Sabes que de Australiana tengo poco, ahora si tengo que irme - le digo cerrando la puerta detrás de ella y indicándole que pasara a la habitación en la que estábamos alojados. 

Aunque ella más bien no miraba la habitación si no al pequeño que dormía en la cama tapado hasta el cuello. 

- Dios mío, esta tan delgado... - dice mirándolo fijamente. 

- El cáncer lo esta consumiendo poco a poco, probamos todos los métodos que me dijeron pero no esta funcionando, ni si quiera le funciona la quimio. - 

- Tienes que hablar cuanto antes con él, tienes que salvar la vida de tu pequeño - 

- Lo se, espero poder presentarme en su oficina y hablar con él, espero que este receptivo...

- Se que te lo he dicho muchas veces, pero desde tu partida a Sidney el no ha estado bien, se refugiaba todas las noches en drogas y alcohol y no prestaba atención a nada mas, iba llorando por los rincones, incluso hubo unas cuantas veces en las que me amenazo para que le dijera donde estabas, el fue cayendo en picado y no había dios quien lo levantase, de los negocios se tuvo que hacer cargo Izan ya que Nathaniel era incapaz de estar concentrado en algo y por lo que me contaba Izan lloraba a diario, se que si le dices lo del niño puede ser una forma también de que el siente cabeza de una puñetera vez y tenga un objetivo en la vida. - 

- Si me fui de aquí Abby, fue porque no quería estar al lado de una persona así, cuando me entere que estaba embarazada supe que si alguna esperanza había de que volviese se había esfumado por completo, su padre es un mafioso que se gana la vida haciendo daño a la gente e ilegalmente, no quiero a mi hijo rodeado de esa mierda. - 

- Sinceramente te entiendo pero no lo comparto, estoy enamorada de Izan, pretendo casarme con el en algún momento, y siendo mafioso o teniendo un trabajo normal y corriente lo seguiría eligiendo y si me paro a pensar no imagino a otro hombre como padre de mis hijos. - 

- Abby me voy, tengo que ir a la empresa, si tardo más y se despierta Neithan y se empieza a poner histérico, llámame sin pensártelo - 

- Si, Mia, no te preocupes, luego hablamos. - 

Mientras salgo del hotel y pido un taxi en la recepción llamo a Nick para que me vaya informando de como va la historia con este cliente y así poder ir algo preparada. 

- Nick ya voy para allá, acabo de coger el taxi, cuéntame un poco de este cliente o empresa o lo que sea - 

- Pues a ver es una empresa bastante importante a nivel nacional, con bastantes eventos, prácticamente eventos semanales y galas mensuales o trimestrales depende sobre la enfocacion que le quieran dar, el caso, el quería que nos ocupásemos de todas las reuniones diarias, de llevarlos y traerlos las veinticuatro horas del día, un pack completo vaya, y sabiendo que hasta el día de hoy los clientes que tenemos son más esporádicos que otra cosa seria un fuerte para subir el negocio. - 

- Vale, pero ¿sabes algo más personal o no se, por algo se querría reunir conmigo no? - 

-Si, me comento que una de las partes por la que había aceptado que nuestra empresa trabajase con la suya de la mano era porque quería invertir en nuestra empresa es decir, comprar acciones, quería conocer todo desde dentro, ver el funcionamiento, cuantos vehículos tenemos actualmente... por eso quería hablar con los dueños o directores.  - 

- Ni de coña le voy a dejar que compre acciones de la empresa que fundo mi padre con tanto esfuerzo y que después de años hemos conseguido levantarla a base de invertir dinero y más dinero. - 

- Eso pensé yo Mia, pero como solo soy la cara bonita de la empresa, no podía tomar esa decisión sin consultártela antes, de todas maneras el ya esta aquí, de mientras estoy haciendo tiempo a que llegues. - 

- Un momento Nick - le digo 

Me acerco un poco al asiento delantero del taxista y le toco el hombro.

- ¿Cuánto falta para llegar a la dirección que le he dado? - 

- Faltan unos cuatro minutos - 

- Muchas Gracias.

Me vuelvo a alejar y vuelvo a poner mi teléfono en la oreja para decírselo a Nick

- Cuatro minutos Nick y estoy - 

- Te espero en la puerta de entada - 

- Vale, hasta ahora - 

Y cuelgo. 

Los minutos pasan en un abrir y cerrar de ojos y en nada estoy mirando la puerta de mi empresa y respirando hondo para enfrentarme a lo que sea. 

- Mia, dios mío, estas preciosa, pasa, pasa, yo te guio por aquí dentro - me dice Nick mientras me da un breve abrazo. 

- Es la primera vez que piso esta empresa después de tanto tiempo, estoy incluso nerviosa - 

- No lo estés Mia, es una empresa muy familiar, todo el mundo que trabajamos aquí solemos tener buen royo, venimos todos por lo mismo, mantener una familia y ganar lo justo y lo necesario para sobrevivir, esa es la meta de todos ¿no? - 

- Si Nick, lo es, ahora dime si me veo como una verdadera profesional o me veo como una mierda, se me sincera por favor, tengo que dar una buena imagen - digo ya poniéndome un tanto histérica, lo mismo mi hijo si que se parece un poco a mi. 

- Estas preciosa, y vas acorde a esa reunión a si que espero que te vaya bien ya que a mi me fue como lo peor - 

Nick ,me guía por ascensores, pasillos y puertas hasta llegar a una oficina en lo más alto, con unas vistas espectaculares a la ciudad, me quedo asombrada con las vistas, se ve todo tan pequeño desde aquí.

- Mia me marcho, enseguida entrara para reunirse contigo - dice cerrando la puerta detrás de si

Me quedo de pie de espaldas a la puerta mirando los ventanales de cristal e imaginándome una vida aquí, al lado de mi mejor amiga, sin el cáncer de mi hijo, sin mi ex siendo un mafioso, con un padre para mi hijo normal. 

Tocan dos veces la puerta y entran, respiro dos veces profundamente para controlar mis nervios y me giro encontrándome con la cara que nunca me quise encontrar de frente. 

Sus ojos me penetran como siempre lo hicieron, me mira de arriba a abajo dándome un repaso, ¡descarado! gritaría mi subconsciente pero ahora mismo estoy estática. 

- Mia - dice el hombre del que me enamore, el hombre con el que comparto un hijo.


Enamorada de un MafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora