San Valentín en la Época Feudal

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-¡Kagome! Date prisa -dice Inuyasha saliendo del pozo-. No comprendo porque cada vez traes más cosas.
-No me reclames y ayúdame -Kagome dice mientras trata de salir del pozo con su enorme y pesada mochila, Inuyasha sin decirle nada toma la mochila y se la coloca encima.
-¿Me vas a explicar que traes hoy?
-No, no te lo diré, es sorpresa -Kagome le responde con una sonrisa.
-Cómo quieras -responde el híbrido de mala gana.

Inuyasha y Kagome se dirigían hacia la aldea donde los esperaban sus amigos, para ello debían caminar un poco entre el bosque al menos por unos cinco minutos, Kagome aprovecho el momento para captar la atención de Inuyasha.

-Oye, Inuyasha ¿sabías que de dónde yo vengo el día de mañana es un día muy especial?
-¿Qué quieres decir con eso?
-Verás, el día de mañana es el Día de San Valentín y todas las chicas solemos dar regalos a los chicos que son muy importantes para nosotras.
-¿Y eso qué tiene de interesante? -responde de mala gana haciendo que Kagome frunza el ceño.
-¡¿Puedes dejar que termine?! -ella le reclama.
-Adelante, pero a mí eso no me interesa.
-¡Eres un tonto! -le grita Kagome.

Inuyasha y Kagome finalmente llegan a la aldea, donde los esperaban la Anciana Kaede en su cabaña junto al Monje Miroku, Sango, Shippo y Kirara.

-¡Kagome! -saluda Shippo emocionado mientras corre hacia Kagome mientras esta lo carga entre sus brazos.
-Bienvenida nuevamente, señorita Kagome -saluda Miroku.
-Gracias amigos -dice la chica con una sonrisa-. No he traído mucha comida el día de hoy, así que quizá sea buena idea que el Monje Miroku e Inuyasha vayan a buscar algo para comer esta noche.
-¡¿Qué?! -grita Shippo.
-¿No trajiste comida ninja esta vez? -pregunta Inuyasha angustiado.
-Sí traje, pero no la suficiente, así que es mejor que guardemos y utilicemos la comida que traje cuando realmente nos encontremos en apuros.
-¿Entonces por qué pesa tanto tu mochila hoy? -Inuyasha toma la mochila y estaba dispuesto a abrirla para ver que era lo que pesaba tanto.
-¡Deja eso ahí, Inuyasha! -le grita Kagome.
-Déjame ver que traes -le responde Inuyasha a punto de abrir la mochila.
-¡Abajo! -grita Kagome provocando que Inuyasha termine con la cara en el suelo.
-¡Kagome! ¿Por qué hiciste eso? -le reclama el hanyou.
-Debes aprender a respetar mis cosas -le vuelve a reclamar ella-. Ahora vayan y no vuelvan hasta que hayan traído la cena.

Kagome empuja fuera de la cabaña a Inuyasha y a Miroku, quedando solos únicamente Sango, Shippo y Kagome, la Anciana Kaede había salido a ayudar a algunos aldeanos por lo que no volvía por un largo tiempo.

-Kagome, ¿pasa algo? ¿Por qué sacaste de esa manera a los muchachos? -le pregunta Sango.
-Créeme, fue por una buena causa -le responde Kagome abriendo su mochila y sacando una gran cantidad de cosas.

De la mochila de Kagome salieron: cartulinas de colores, marcadores, lapices, hojas de papel y muchos más materiales.

-¿Qué es todo esto? -pregunta la exterminadora extrañada.
-Mañana es el Día de San Valentín, las chicas debemos regalarle algo especial a los chicos que son especiales para nosotras.
-¿Eso se hace en tu época?
-Así es, normalmente solo se regalan chocolates para este día, pero... -Kagome saca una revista de su mochila y se la muestra a Sango-. Leí en esta revista que en otros países se suele regalar cartas de amor para este día, se me hizo una idea muy bonita y única, así que pienso replicarla.
-¿Dices entonces que se les regala algo especial a los chicos importantes para nosotras?
-Así es, eso es mañana 14 de febrero, un mes después, el 14 de marzo en el Día Blanco, le corresponde a los chicos regalarnos algo a nosotras, si el regalo es mejor al que nosotras les dimos, significa que nuestro amor es correspondido -le responde Kagome con emoción mientras comienza a dibujar corazones en la cartulina rosada que traía desde su época.
-Kagome, ¿y puedo preguntar a quién piensas darle todo eso? -pregunta Shippo con curiosidad, provocando que Kagome se sonroje totalmente.
-Bueno... yo... -Kagome agacha un poco la mirada por la vergüenza-. Quizá esté pensando en dárselo a cierto mitad bestia.
-¡¿Hablas de Inuyasha?! -Shippo le pregunta con sorpresa.
-Sí, pero él no quiso escucharme respecto al Día Blanco, así que aunque yo le regale algo especial a él, yo nunca sabré si soy correspondida -Kagome dice un poco triste-. Pero no importa, lo importante es que quiero que él sepa lo especial que es para mí, no me importa no recibir nada a cambio.
-Inuyasha es un tonto -menciona Shippo.
-Oye, Kagome, se oye muy interesante esa tradición de tu época, ¿tú crees que sea adecuado que pueda regalarle algo a cierto Monje? -pregunta Sango un poco avergonzada.
-¡Por supuesto, Sango! Yo te ayudo.

San Valentín en la Época Feudal (INUYASHA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora