Baile de Máscaras (Sproier)

Baile de Máscaras

Roier usualmente no creía en aquellas historias de que si algo empezaba a repetirse a tu alrededor era una señal, y era usualmente porque normalmente solo se repetían los anuncios del televisor y los posters publicitarios en la calle, pero cuando era algún tipo de evento el que se repetía Roier se pensaba detenidamente si era una de las señales de las que tanto oía hablar a sus padres y tíos, y que si llegaba a serlo qué evento desencadenaría.

La primera aparición de aquel evento fue por televisión diciendo que el ayuntamiento de su ciudad organizaría un baile de máscaras como usualmente se hacía en la era medieval y que se haría para conmemorar la temporada de carnaval y cerrar con ella el Domingo 10 de febrero, Roier ante la idea del evento soltó una pequeña risa acompañada de una sonrisa burlona, pensó que nadie iría debido a que los jóvenes de hoy en día se enfocan más en fiestas con alcohol a su disposición y más de una cosa ilegal también, pero se sorprendió cuando todos en su escuela empezaron a hablar del tema demasiado, y aún más cuando sus propios amigos empezaron a comentarlo más de una vez al día.

-Oye Roier ¿Y tú quieres ir?-Dijo Rivers sentándose al lado de Roier.

-¿A dónde?-Pregunto este confundido, ya que había estado tanto rato absorto en sus pensamientos del bucle constante de invitaciones al baile que dejó de escuchar a su amiga.

-Al baile de Máscaras, todos planeamos ir, ¿qué piensas tú?-

Roier ante la pregunta se quedó callado, por un lado, no quería perderse una de sus tardes de domingo, en las que se sentaba y relajaba durante horas con contenidos varios antes de tener que volver a su fatídica rutina semanal, pero por otro quería saber si todo aquello era una indicación de que algo importante pasaría en aquel baile y si era de su incumbencia saberlo, suspiró fuertemente, tenía muchos más domingos ¿verdad?

-Me parece una buena idea.- Dijo dándole su mejor sonrisa.-¿Qué hay que traer?

Rivers se dedicó durante los próximos 10 minutos a explicarle todo lo que había que llevar y a comentarle todo sobre el baile, ya que en parte ella era la que más se había informado sobre ello, resulta que el baile se haría en una de las antiguas mansiones de la ciudad que tenía aspecto rústico y que se conservaba hasta día de hoy, también le explicó que el baile tendría la misma tradición que la que se usaba en aquella época, esta consistía en vestirte de una forma en la que nadie te reconociera y que los invitados discutieran entre sí quién era cada uno.

Después de aquella explicación y ya sabiendo todo sobre aquel baile quedo con sus amigos para encontrarse en el baile siguiendo el juego de las máscaras y adivinando quienes podían ser entre ellos, quedaban tres días para el baile, por lo que decidió ver si tenía algo para ponerse en su armario y después de unos 13 minutos ya se encontraba con una camisa blanca junto con un chaleco negro y unos pantalones del mismo color, mientras que en su cuello había un lazo color azul marino con un broche dorado en forma de sol en su centro.

Cuando ya tuvo toda su vestimenta hecha, subió al desván del ático a buscar si tenía alguna máscara o por lo menos una que le cabíese, busco menos de cinco minutos y encontró un sombrero característico de México negro con un sol de colores amarillescos y anaranjados al costado izquierdo y a su lado ayo con una máscara de calavera que tenía colmillos como si de un animal salvaje se tratara y una araña pintada en su ojo derecho. Los ojos de la máscara eran cubiertos por una tela negra con la que le era posible ver lo que pasaba a su alrededor, pero que nadie le viera sus ojos a él, tras coger ambos elementos volvió al piso de abajo y lo colocó todo en su armario esperando la noche del domingo.

Los tres días pasaron de forma rápida y Roier entre sus clases y pasarla con sus amigos había olvidado el baile por completo, hasta que el domingo a las seis de la tarde que Rivers le llamó diciéndole si tenía lo necesario para aquella noche y que si iba a ir yendo para allá, puesto que el baile estaba a punto de comenzar a abrir sus puertas.