Caleb me hace un gesto con la cabeza y se levanta en dirección a la cocina, por lo que le obedezco y le sigo.
-Cierra-dice refiriéndose a la puerta.
Vuelvo a hacerle caso y cierro una vez entro.
-¿Qué pasa?-pregunto.
-Dímelo tú-me dice cruzándose de brazos.
-¿Cómo?-pregunto extrañada-Me acabas de hacer un gesto en la mesa para que viniese.
-Porque te conozco, aunque creas que no, conozco absolutamente cada movimiento de ti, cada expresión, cada sonrisa, que por cierto tienes cuatro tipos, cada lunar...-hace una pausa para acercarse a mi-Y conozco ante todo, cuando estás mal o algo te pone triste.
No sé muy bien qué decirle, solo agacho la cabeza y miro hacia el suelo.
Caleb coge mi cara con suavidad y me levanta poco a poco de la barbilla para que mi cabeza vuelva a estar normal, para poder mirarle.
-¿Qué te pasa?-pregunta abrazándome.
-No es una noche fácil para mí, después de todo lo que ha pasado. Mi padre está muerto, no me hablo con mi madre, mi primo que antes era como un hermano ni si quiera ahora ya ni siquiera confío en él, mis tíos los cuales no me han hecho nada, yo se lo pago con no preguntarles ni cómo están, eso me pasa...Que me creo demasiado fuerte y todos nos rompemos en algún momento de nuestra vida Caleb. Todos tenemos un punto que nos marca, que nos daña o que nos hace más fuertes y el mío fue conocerte.
-No sé a qué te refieres-dice.
-Conocerte me cambió, en todos los aspectos, desde el momento que entré en esta casa, me cambió todo, incluso yo misma y sé que te duele escuchar todo esto, pero jodió la vida conocerte y eso no significa que me arrepienta, porque volvería a conocerte una y mil veces más, pero es cierto.
-A veces no entiendo que sigas conmigo aquí, si tan mal te sientes estando conmigo o en esta casa, yo no quiero retenerte. Te quiero y sé que lo sabes, pero lo que no sabes es cuánto, porque tampoco es que lo haya demostrado mucho, he sido egoísta y prefería tenerte aquí sin preocuparme realmente por ti, a verte ir aunque supiera que ibas a ser feliz, pero ahora ya no, ahora lo que más me importa, es tu felicidad, así que puedes irte.
Por primera vez en mi vida, me creo absolutamente cada palabra que sale por su boca. Por primera vez veo delante de mí a un Caleb sincero, con corazón y preocupado por mi.
Y ahí está, la parte de Caleb de la que estoy perdidamente enamorada y por la que jamás le dejaría solo para ser yo feliz, porque por muchas cosas malas, muchas palabras horribles y por todas las tormentas que nos caigan encima, por todos los golpes que que nos de la vida, a pesar de todo eso y más, mi felicidad está aquí, con él.
Sé todo lo que me ha conllevado el tomar decisiones como estas, decisiones en las que siempre acabo anteponiendo a Caleb, pero como ya he dicho antes, mi felicidad es aquí, con él, así que viéndolo de esa forma, estoy eligiendo mi felicidad.
-Caleb...-pongo una mano en su pecho-Yo te quiero, te quiero como no sabía que se podía querer a alguien, te quiero con el alma, porque el alma nunca muere.
-Eres lo mejor que tengo Cloe Parker Jones.
-Y tú eres lo mejor de mi vida Caleb Brown Taylor.
Caleb me besa. Es un beso dulce, con amor.
-¿Vamos?-le pregunto refiriéndome a volver con nuestros amigos al salón.
-Vamos.
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Un golpe de suerte
Novela JuvenilCloe y Caleb son dos polos opuestos, dos mundos diferentes, dos vidas paralelas, sin nada en común. Cloe cambia su vida de la noche a la mañana cuando decide mudarse de Londres a casa de sus tíos de Barcelona, desde ese momento, todo lo que se le av...